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Wham! venció a Queen en China y marcó un hito histórico: “Porque éramos muy buenos chicos”
Aquellos dos jóvenes ingleses veinteañeros estaban rompiendo barreras culturales
"Fue la actuación más difícil de todas las que he dado en mi vida", recordaba George Michael. No estaba permitido bailar y numerosos efectivos policiales vigilaban férreamente a los 12000 chinos perplejos y silenciosos ("no podía creer lo silencioso que estaba el público al principio”) que estaban siendo testigos de un hecho extraordinario. Aquellos dos jóvenes ingleses veinteañeros, “muy buenos chicos”, estaban rompiendo barreras culturales. El 7 de Abril de 1985, Wham! se convirtió en el primer grupo occidental que actuaba en la República Popular China. Un hito histórico cuya repercusión ha trascendido en el tiempo.
“Porque éramos muy buenos chicos”
Era aquel un tiempo de reformas y modernización en China. Gradualmente, bajo el liderazgo del dirigente comunista Deng Xiaoping, el país había empezado a abrirse a la cultura occidental. Grupos como Queen o los Rolling Stones deseaban ser los pioneros en pisar un escenario del inmenso país asiático. Pero se les adelantaron George Michael y Andrew Ridgeley: "Fuimos elegidos para hacer un tour por China porque éramos muy buenos chicos" reconocía el cantante de Wham!.
Así fue. Porque las autoridades chinas eran un hueso duro de roer. Y a Simon Napier-Bell, el representante del dúo inglés, le costó 18 meses convencerles: meses de arduas negociaciones, de comidas y agasajos, de tiras y aflojas. Según contaba la BBC, el manager utilizó un argumento de peso: Recibiendo a un grupo de éxito, China transmitía señales de apertura a las inversiones internacionales después de años de puertas cerradas con la Revolución Cultural.
Pero también utilizó una táctica astuta. Queen estaba presionando. Los chicos de Mercury querían ser los pioneros en el país. Napier-Bell mostró un folleto con imágenes de Michael (21 años) y Ridgeley (22), en las que aparecían como dos muchachos bien parecidos y saludables, con sonrisas irresistibles. A continuación, enseñó una fotografía del líder de Queen en una de sus habituales poses llamativas. Wham! se llevó el gato al agua. Rápidamente, Napier-Bell cerró dos actuaciones antes de que nadie del gobierno chino cambiara de opinión.
No está permitido bailar
Wham! aterrizó en suelo pekinés rodeado de periodistas y de un equipo de rodaje cuyo objetivo era captar con sus cámaras la visita del dúo. Empezando por sus paseos turísticos, que dejaban con la boca abierta a los locales, y siguiendo por su primera actuación el 7 de abril de 1985. El debut en China de George y Andrew reunió a unas 12.000 personas en el estadio Workers' Gymnasium de Pekín. Algunas habían pagado 1’75 dólares por la entrada. Otras las habían conseguido gratis: se habían repartido en sedes gubernamentales junto a una cinta de cassette con canciones de Wham! por una cara y versiones chinas del cantante Cheng Fangyuan por la otra.
Para calentar el ambiente y entretener a la multitud, salió un bailarín de breakdance. Poco después, una voz a todo volumen desde la megafonía advertía: no está permitido bailar.
“Nadie sabía qué se podía esperar del público chino”
Cuando Wham! subió al escenario, no sabía lo que se iba a encontrar. “Sentía que, aunque éramos muy privilegiados de estar allí, actuando como una especie de embajadores… realmente nadie sabía qué se podía esperar del público chino”, comentó Michael. Pero el público tampoco sabía lo que iba a ver. Jamás había asistido a concierto de rock. Había un extraño silencio entre los asistentes al concierto. La policía los miraba fijamente. “No había visto a tanta policía en mi vida”, contó a Reuters el conocido escritor Mao Danqing. La presencia de los miembros de seguridad era tan intimidante que la gente estaba demasiado retraída y evitaba hacer cualquier ruido durante las canciones. “Cuando ves a tanta policía, te sientes aterrorizado. Todo el mundo sentado en secciones separadas y una línea policial frente a cada sección, de cara al público”.
Ese es el ambiente que encontraron los componentes de Wham! cuando se estaban convirtiendo en el primer grupo occidental que ofrecía un concierto en China. Con sus trajes de grandes hombreras, respaldados por 11 músicos y bailarines, empezaron a desgranar su grandes hits. “Nadie había visto nada así antes. Los cantantes se movían un montón y eran muy ruidosos. Estábamos acostumbrados a gente que se quedaba quieta cuando actuaba”, recuerda el presentador del show Kan Lijun.
“No podía creer lo silencioso que estaba el público al principio”
En un momento de la actuación, cuando cantaban Club Tropicana, Michael intentó que la gente diera palmas siguiendo los acordes de la canción. Pero lo único que consiguió fue confundir al público, que respondió con aplausos de cortesía. Napier-Bell recuerda que poco a poco detectaron cómo seguir el ritmo dando palmas, “e incluso algunos aprendieron a gritar cuando George y Andrew movían sus traseros”.
Posteriormente, Michael reflexionaba sobre las dificultades de aquel show en Chicago Tribune: "Fue la actuación más difícil de todas las que he dado en mi vida. No podía creer lo silencioso que estaba el público al principio… No me había dado cuenta de que no aplaudían porque pensaban que estábamos suplicando que aplaudieran… no imaginé que no sabían dar palmas siguiendo el ritmo de la música occidental porque su sentido del ritmo es muy diferente al nuestro”.
El autor de Wake me up before you go go admitió que les pidieron bajar el tono de su concierto y que redujeran el volumen a la mitad para no asustar al público chino, acostumbrado a una música más delicada. Lo más notable fue la censura del sensual vídeo de Careless whisper: "Nos pidieron que editáramos nuestros vídeos y suprimiéramos las escenas de besos y caricias".
“Mi sueño se ha hecho realidad”
El mini-tour de Wham! continuó con un segundo concierto en la ciudad de Cantón (Guangzhou) unos días después, al que asistieron 5.000 personas. El viaje relámpago de 10 días se recoge en el documental de 60 minutos ‘Wham! in China: Foreign Skies’, que se estrenó en el concierto de despedida del dúo en el Wembley Stadium de Londres el 28 de Junio de 1986. El coste total de aquella aventura rondó 1.5 millones de dólares y fue totalmente financiado por la banda. El dúo no recibió compensación, algo realmente inaudito en la industria pop. Todo el dinero de los conciertos fue a parar a All China Youth Federation.
Sin embargo, China fue para Wham! una enorme inversión. Y como sabiamente reconocía Michael: “Desde que empezamos en este negocio, mi mayor ambición ha sido llegar a tanta gente como fuera posible. Y como China tiene la población más grande del mundo, mi sueño se ha hecho realidad”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop