Especial
Diez años sin Donna Summer: Cinco aspectos desconocidos de la ‘Reina de la Música Disco’
Se cumple una década del fallecimiento de la artista que revolucionó las pistas de baile y dejó un legado dentro de la música
Se cumple una década del fallecimiento de la ‘Reina de la Música Disco’. Nacida en Boston (Massachusetts) en 1948, LaDonna Adrian Gaines dejó un legado que ha perdurado en el tiempo. Sus contagiosos hits de los 70 – Hot stuff, She works hard for the money, Love to love you baby, I feel love, Last dance, Bad girs – le granjearon un puesto primordial en la historia del género que reventó las pistas de baile. La cinco veces ganadora del Grammy (entre 1979 and 1998), vendió más de 130 millones de discos en todo el mundo y publicó 17 álbumes de estudio a lo largo de su carrera de 40 años. Falleció en su casa de Naples, Florida, el 17 de Mayo de 2012, a los 63 años. Tenía cáncer de pulmón.
Pero además de ser un icono de los 70, más allá de sus premios o de su legado musical, Donna Summer fue una mujer valiente y a la vez tímida. A lo largo de su vida luchó contra la depresión, e incluso intentó suicidarse. Los atentados del 11 S dejaron en ella terribles secuelas. Estos son solo algunos aspectos poco conocidos de la diva narrados en primera persona:
“Yo puedo hacerlo mejor”
Teniendo en cuenta su educación cristiana y sus profundas creencias religiosas, Donna Summer fue una mujer muy valiente. Para ella supuso un enorme reto grabar en 1975 Love to love you baby, una canción repleta jadeos, gemidos y orgasmos. Según la revista Time: “Se puede escuchar a Summer disfrutando de 22 orgasmos” en los casi 17 minutos de canción (la versión larga). “Mostré todas esas cosas que, desde niña, me habían dicho que mantuviera en secreto”, añadía. “La versión americana se censuró y en Europa se suprimieron dos líneas", señalaba la artista.
En una entrevista de 1976 con Loudspeaker, contaba cómo la grabó. “En esa época la canción Je t’aime, moi non plus (Jane Birkin Jane Birkin y Serge Gainsbourg) acababa de relanzarse en Londres y estaba teniendo un enorme éxito. Mis productores (Giorgio Moroder y Pete Bellote) estaban emocionados con lo ‘caliente’ que era esa canción. ‘Yo puedo hacerlo mejor’, les dije. Fuimos al estudio... escuché la parte instrumental un par de veces hasta que me puse en ambiente y entonces apagamos todas las luces, cerré los ojos, e imaginé que estaba con mi novio, los dos solos. Todo el mundo se volvió loco. Yo misma estaba impactada. Cuando la escuché me preguntaba a mí misma ‘¿Esa soy yo?’”. De repente, Donna se vio lastrada con una imagen de mujer atrevida y seductora que contradecía su educación religiosa.
“Soy muy tímida con los hombres”
Sin embargo, Summer aseguraba que esa imagen no correspondía con la realidad. En una entrevista para la revista Penthouse, de Julio de 1979, descubrimos a una mujer tímida: "Soy muy tímida con los hombres. No he estado con muchos hombres en mi vida. No soy la mujer que la gente cree. He recibido todo tipo de cartas en las que los hombres me cuentan las fantasías que tienen sobre mí. La gente me envía dibujos y fotografías. No te puedes imaginar lo que esas personas me dicen. Un tipo tenía la obsesión de ver a Raquel Welch haciéndoselo conmigo. Ah, y a Ann Margret también. Es sorprendente".
"Sin mi medicación, hubiera regresado a esa ventana"
“Siempre soy un poco depresiva”, reconocía la diva. En 2008, en Entertainment Tonight, habló abiertamente de su depresión e incluso de su intento de suicidio en los 70. "Tenía a mi hija (Mimi), y durante esa época mi matrimonio (con el actor Helmuth Sommer) se rompió (la pareja se divorció en 1976), y yo estaba sola. Por las noches permanecía despierta y luego salía a trabajar, y estaba con ella, y puede que durmiera dos o tres horas al día; era espantoso. No soportaba un minuto más. Fui hacia la ventana y me quedé enganchada en la cortina. La asistenta abrió la puerta en el momento exacto. Gracias a Dios que esa mujer llegó, porque si no, hoy no estaría aquí".
En The Journey escribió lo que ocurrió después, cuando la asistenta habló con ella y le sugirió que buscara ayuda. Summer descubrió posteriormente que sufría un desequilibrio químico que provocaba su espiral de depresión. "Sin mi medicación, hubiera regresado a esa ventana", confesaba.
“Esa persona me necesita”
La empatía de Donna por la gente era el núcleo de su creatividad. Una limpiadora de lavabos de un restaurante de Beverly Hills le inspiró She works hard for the money. Summer observó a la mujer dando cabezadas cerca de una televisión a todo volumen. Y así nació el título de la canción. Las semillas de Bad girls fueron plantadas cuando la cantante contempló que una empleada de Casablanca Records era acosada por la policía porque su perfil encajaba con el de una prostituta. "Miras a alguien y tu corazón se identifica con su dolor”, explicaba en Pop Matters. “No sabes por qué ocurre. Hay algo en ellos que te dice 'Oh, esa persona me necesita. Necesito tocar a esa persona. Necesito decirle algo bonito a esa persona. Siento a esa persona’".
“Estaba realmente aterrada”
Donna vivía en Nueva York, cerca de las Torres Gemelas, en el momento de los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001. Durante dos años sufrió terribles secuelas y estaba traumatizada por lo ocurrido. Deney Terrio, un amigo y coreógrafo - que enseñó a bailar a John Travolta - recordaba cómo colgaba sábanas de seda en su vestuario para prevenir que entrara cualquier mota de polvo procedente del exterior. Y ella misma confesó en la revista People en 2008: “Estaba realmente aterrada por la horrible experiencia de ese día. No podía salir de casa; no quería hablar con nadie. Tenía que mantener las persianas bajadas y permanecer en mi dormitorio”. Poco a poco, Summer fue mejorando con ayuda profesional y gracias a su fe cristiana: “Iba a la Iglesia y la luz volvía a mi alma”.
Un fin inesperado
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Cuando Donna Summer falleció, nadie se lo esperaba. Fue una sorpresa para fans y compañeros de profesión. Había pasado los últimos meses alejada de los focos, y el diagnóstico de su cáncer de pulmón, nunca se hizo público hasta después de su muerte. Tanto su familia como sus amigos cercanos revelaron que Summer siempre pensó que ella era otra víctima de los atentados terroristas del 11 S. Y que desarrolló el cáncer después de inhalar el polvo tóxico que cubrió Manhattan durante los días posteriores a la destrucción del World Trade Center. Su familia emitió un comunicado en el que decía que el cáncer de pulmón de Summer “no estaba relacionado con el tabaco”.
Sin embargo, según el médico forense Michael Hunter, el tabaco jugó un papel importante en su enfermedad. Tal y como publicaba The Sunday Express, aunque Donna había dejado el hábito, sí había fumado al comienzo de su carrera y había seguido actuando en locales llenos de humo. El doctor también añadía una predisposición genética: los certificados de defunción de la madre y la hermana pequeña de Summer, mostraban que también había fallecido por cáncer de pulmón.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop