The Kinks: El día que Ray Davies cruzó el Atlántico dos veces para poner ‘refresco de cereza’ a ‘Lola’
El cantante del grupo tuvo que volar de Nueva York a Londres para grabar solamente dos palabras
Hoy no habría ocurrido. Pero ha pasado más de medio siglo desde que, el 3 de Junio de 1970, el cantante de The Kinks no tuvo más remedio que volar de Nueva York a Londres, solo para grabar dos palabras. Resultó que la BBC había vetado la emisión del single Lola. Nada de marcas comerciales. Había que cambiar 'Coca-Cola' por 'Cherry Cola'. Y eso es lo que hizo Ray Davies en un viaje relámpago de ida y vuelta: el 4 de Junio estaba actuando con su banda en Manhattan.
‘Lola’: La canción perfecta para remontar
En 1970, The Kinks necesitaban remontar. Sus dos LPs anteriores, aunque bien valorados por la crítica, habían obtenido un resultado comercial más bien modesto. Del álbum The Kinks are the village green preservation society (1968) Ray Davies había dicho: “es el fracaso más exitoso de la historia”. Y las ventas del conceptual Arthur (Or the decline and fall of the British Empire) (1969) tampoco habían sido buenas. La carrera de la banda londinense, liderada por los hermanos Ray y Dave Davies, caía en picado. Su siguiente trabajo, el octavo, sería decisivo. En la primavera de 1970, durante el tiempo que les quedaba libre de su gira por Estados Unidos, empezaron a grabar su nuevo disco en los Morgan Studios de Londres.
Lola fue una de las primeras canciones que registraron. Ray había escrito el material con el principal objetivo de su difusión en las emisoras de radio. Tal y como escribió en su autobiografía, quería algo que “pudiera venderse en los primeros cinco segundos”. Su lanzamiento como single (con Berkeley men en la cara B) estaba previsto para el 12 de Junio de 1970. Era la canción perfecta para anunciar el regreso de The Kinks. Pero surgió un problema imprevisto que obstaculizó el propósito primordial de la formación.
El veto de ‘Coca-Cola’
En Mayo de 1970, el cuarteto inglés había estado tocando en Minneapolis y en Chicago. Preparaba su siguiente concierto - el 4 de Junio Nueva York - cuando les llegó la noticia: La BBC había vetado a Lola. ¿Por qué?. Sorprendentemente, la prohibición no tenía nada que ver con el contenido del tema: Un chico que conoce a una chica en un club y la historia da un giro cuando descubre que la chica, Lola, es en realidad un hombre ("caminaba como una mujer y hablaba como un hombre"). Estaba basada en una experiencia real de la que Davies dio diferentes versiones. En una de ellas, publicada por la revista Q en 2016, contaba: “La canción viene de una experiencia en un club de París. Estuve bailando con una guapa rubia, y cuando salimos a la luz del día, vi que tenía barba. Así que me basé en eso”.
Pero no era ese el motivo por el que la conservadora corporación pública había bloqueado su emisión. Lo que contravenía las normas era que su letra incluía el nombre de una marca comercial: “La conocí en un club en el Soho donde bebes champán y sabe a Coca Cola, C-O-L-A Cola”. Y la política de la BBC era muy estricta en ese sentido: no podían aparecer marcas en contenidos que no fueran exclusivamente publicitarios.
12.000 Km por un ‘refresco de cereza’
La banda se jugaba mucho. Si la BBC no emitía el single, la repercusión en sus ventas sería nefasta. Así que a Ray Davies no le quedó otra opción. El 3 de Junio de 1970, justo una semana antes del lanzamiento de la canción, cogió un avión en Nueva York y cruzó el Atlántico, recorriendo los mas de 6.000 kilómetros que le separaban de Londres. Cuando llegó a los estudios Morgan, grabó dos palabras, ‘Cherry Cola’ (refresco de cereza), en sustitución de las originales con el nombre de la popularísima bebida carbonatada.
Y fue toda una hazaña. Porque Davies solo empleó un día. En cuanto terminó de grabar las voces, regresó al aeropuerto y recorrió otros 6.000 km para llegar justo a tiempo de cantar con su banda, el 4 de Junio, en el club Ungano’s de Manhattan.
Lola, la ‘salvadora’
Esta vez, la BBC se quedó satisfecha con el cambio y autorizó su difusión. El 12 de Junio de 1970 salió a la venta Lola, una de las canciones más icónicas de la historia del rock. El álbum - Lola versus powerman and the moneygoroud, Part One – que salió en Noviembre, contenía la versión original y en sus conciertos siguieron cantando lo del champagne con sabor a ‘Coca-Cola’, algo que Davies insiste en que es real. "Lo tengo" respondía cuando en la revista Q le preguntaban si lo había probado alguna vez: "Compré un champagne californiano que sabía así en algún burdel para turistas de Los Ángeles".
Al final, el esfuerzo mereció la pena. Hoy en día, cuando cualquier artista puede hacer un álbum completo desde su casa (utilizando herramientas de software como Logic Pro o Pro Tools) y se pueden enviar ficheros de audio por correo electrónico, resulta inimaginable el larguísimo ‘paseo’ en avión de Ray Davies. Pero sí nos aporta una nítida visión de la creación de música en la era analógica.
El caso es que Lola se convirtió en un éxito colosal y la fortuna de la banda dio un vuelco. Porque, quizá, si el tema no hubiera funcionado, The Kinks se habrían disuelto ese mismo año.
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Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop