Mariana vs Nacho Palau: La nueva expulsión rompe definitivamente una amistad de la isla

Las polémicas de Supervivientes 2022 pueden parar, pero sus dramas, no. El nuevo programa ha traído una gala repleta de altibajos, en la que no han faltado revuelos en plató, sus tradicionales nominaciones y, por supuesto, la expulsión correspondiente a cada gala.

La cosa estaba entre tres concursantes, ya que Kiko Matamoros consiguió salvarse en la ceremonia que Lara Álvarez condujo en Tierra de Nadie. El colaborador televisivo se libró de la carrera por la expulsión muy agradecido e incluso hablando de una futura boda con su chica, y eso que ha admitido en más de una ocasión que "le pone" estar nominado.

Tras ello, el programa conducido por Jorge Javier Vázquez se orientaba a despedir a uno de los nominados. Sin olvidar sus ya típicas rimas, Ignacio de Borbón, Nacho Palau y Mariana Rodríguez aguardaban la decisión del público de lo más tensos:

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Finalmente, Mariana Rodríguez era la expulsada oficial de la palapa, algo que recibía de una manera totalmente agridulce. Tras la salvación de Ignacio el primero, el programa puso contra las cuerdas a Palau y Rodríguez, volviendo a recordar a muchos la gran amistad que se tenían en las primeras semanas del reality.

No duró mucho, pues como todo superviviente que se precie, acabaron teniendo ciertas tensiones entre ellos. Sin embargo, en el momento de su marcha decidieron dejarlo todo a un lado para darse una cordial despedida, al igual que hizo con el resto de concursantes presentes en la palaba en ese mismo momento.

Jorge Javier elogió el tiempo que ha estado en Honduras dándolo todo, pues el perfil de nuevo concursante es más complicado a la hora de calar dentro de la audiencia española. Y pese a ser la cara menos conocida por los espectadores, se ha llegado a salvar más de una vez de la nominación, e incluso ha conseguido ser la primera salvada en algún que otro programa de Tierra de Nadie.

Mariana se fue con la felicitación del presentador, algo más que merecido sabiendo que ha aguantado nueve semanas como concursante de pleno derecho. Ella aceptaba su condición de expulsada a la primera, quizá teniendo muy en mente que ahora le toca convivir con otra expulsada para saber si se va o no de manera definitiva del concurso.

Pese a todo, ella se iba muy tranquila, e incluso podría decirse que satisfecha con lo que el público ha decidido de cara a su futuro en el programa. Como último alegato antes de abandonar la palapa, la ya exconcursante decía: "Estoy feliz. Son nueve semanas, estoy muy feliz porque voy a comer todo lo que quiera. Más allá de eso, estoy súper orgullosa de mí misma, de mis compañeros... Gracias por todo a todos. Muchísimas gracias al Pirata Morgan por esta oportunidad. Es una experiencia que me voy a llevar siempre en el alma".