Crónica: Un Sebastián Yatra muy flamenco celebra su sold-out en Starlite Festival (con tacones rojos, claro)
El colombiano volvió al festival que le ha visto crecer como artista con un show único marcado por ritmos muy españoles
El día se empezaba a desvanecer, y la gente lo estaba dando todo con el DJ residente del Starlite Festival. Con temazos por aquí y por allá, solo una cosa podía romper el ambiente que se había creado: un aviso por megafonía de que el concierto de Sebastián Yatra empezaría en apenas 10 minutos.
Cualquiera que haya ido a ver al colombiano alguna vez sabrá de sobra que una de sus mayores virtudes es la puntualidad. Y como si estuviese planeado de antes, la Luna y Yatra salieron a la vez; una alumbrando ese entorno mágico que tiene el festival marbellí, y el otro, los cientos de rostros que miraban hacia el escenario con máxima ilusión por oír en directo sus canciones.
En la marea de gente que se veía desde cualquier punto del auditorio había niños pequeños, niños no tan pequeños e incluso camareros que no podían evitar parar durante unos segundos para ponerse a bailar. Y es que, aún sin descubrirse por ir con una larga túnica, el cantante abrió con un infalible Melacólicos Anónimos; suficiente para empezar un concierto poniendo a todo el público en pie.
La Marbella de sus ojos
Continuó con Modo Avión, que fue toda una declaración de intenciones a la hora de demostrar que su show es toda una caja de sorpresas. Empezó con unas coreografías muy reconocibles -seguro que a más de uno le tentó grabar un TikTok en directo imitándole-, que terminaron explotando en una muestra de sensualidad y amor como es Tacones Rojos.
Sutra y Por Perro fueron de lo más aplaudidas, aunque los primeros segundos de Tracionera fueron los que desataron la más absoluta locura. Se dice que un show de Yatra es siempre un acierto, y no por el tremendo espectáculo que tanto él como sus bailarines o músicos montan -que también-, sino porque su repertorio está lleno de hits que alguna vez has tenido en la cabeza.
Esto es tan válido tanto en los temas discotequeros como en las baladas, a las que Yatra ha dedicado un sitio especial en este Dharma Tour. Cómo mirarte, Adiós, Devuélveme el corazón y quererte bonito conformaron el momento más lacrimógeno de la noche, algo de lo que ni si quiera se libró él mismo.
Algo tuvo que hacer bien en otra vida...
Sus lágrimas no fueron por el desamor al que él le canta, sino por todo lo contrario: no pudo evitar llorar al ver un Starlite en el que ha conseguido sold-out, devolviéndole en cierta manera al festival la confianza que han depositado siempre en él después de haber actuado allí en otras ediciones como la de 2018 y 2021.
Las cosas han cambiado mucho para él desde entonces. A pesar de ser una figura que se ha paseado por los Premios Oscar e incluso colaborado con John Legend, una de las cosas de las que más agradecido está es del recibimiento que tiene en España, un país que ya lleva años lleva arropando su música.
Versionó a Ketama con su No estamos lokos, pero a diferencia de ellos, Yatra sabía perfectamente lo que quería: llegar a las raíces de su público, que aunque variaban en cuanto nacionalidades -se veía más de una bandera colombiana en la grada- celebraron ese punto ibérico que le puso a la noche. Ni si quiera tuvo que hacer más versiones, pues la presencia de Rosario en las pantallas mientras cantaba Dharma y la voz de David Bisbal en A partir de hoy fueron suficientes para dejar claro que ya es parte de nuestro país.
Un Runaway de la monotonía
La presencia española se volvió a recuperar con Beret en Vuelve, aunque el último tramo del concierto estuvo definido por la versatilidad del cantante. Yatra es una revolución sobre el escenario, y lo demostró cambiando de las coreografías a acompañar la voz solamente con su guitarra, pasando por tocar el piano en directo.
En ese alarde de ser una bestia artística, interpretó temas tan variados entre sí como Cristina, Un Año, Runaway, No hay nadie más y Robarte un beso, la colaboración con Carlos Vives que dio la vuelta al mundo y que homenajeó haciendo su propia Kiss Cam entre el público. Consiguió que la gente se olvidase de sus asientos y fuese por sus filas moviendo las caderas... Y eso que lo mejor estaba aún por llegar.
De la Pareja del año a la canción del verano
Las últimas canciones del show estuvieron acompañadas de un trabajo magnífico de sus cuatro bailarines, que lo dieron todo cuando Yatra anunció que cantaría la canción del verano. Tacones Rojos volvió a sonar para todo el auditorio, solo con la diferencia de que esta vez se cantó más fuerte debido a la petición explícita del cantante.
Su tema con Guaynaa, Chica Ideal, fue tan aplaudido como sufrido: Yatra ya hacía gestos de despedida, y pese a haber estado casi tres horas sobre el escenario, nadie se puede resistir a algún tema más del colombiano. Con la Pareja del año que tiene con Myke Towers cerró por todo lo alto, evitando decir palabras de más para no deshacerse en halagos hacia una ciudad que le ha dado tanto.
Con decenas de fechas por delante, Yatra puso rumbo a Valencia para otra noche del Dharma Tour, seguramente volviendo a conseguir poner a todo su público en pie. Queda demostrado que esta nueva etapa del cantante es toda una amalgama de géneros que baila entre el rock de Sum 41 -mención especial a los interludios de guitarra- y el pop de Lady Gaga, sin obviar esos ritmos latinos que le han llevado a sonar en medio mundo. Eso sí, lo que se vivió en el Starlite de Marbella quedará para siempre en la historia del festival.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...