Especial
En 2021 respiramos un aire más limpio (pero no lo suficiente)
Durante 2021, la calidad del aire mejoró gracias a las restricciones provocadas por la pandemia. Pese a ello, la totalidad de los españoles respiró aire contaminado
La contaminación del aire preocupa, y mucho. Se calcula que cada año fallecen por su culpa unas 45.000 personas en nuestro país. Un problema de primer orden al que Ecologistas en Acción ha puesto cifras este lunes, con la presentación de su informe sobre la calidad del aire durante 2021.
La conclusión es agridulce: por un lado, el año pasado las restricciones a la movilidad provocadas por la pandemia se tradujeron en una mejora general de la calidad del aire, una tendencia que se mantiene intacta desde el anterior 2020. Por el otro, la totalidad de la población española volvió a respirar aire insalubre.
El informe de Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en 800 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas las de los principales aeropuertos y puertos. Lo que se mide son, en concreto, los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), de dióxido de azufre (SO2) y de ozono troposférico. También, los de las pequeñas partículas en suspensión (PM10 y PM2,5).
El 80% del territorio
Si se toman como referencia los nuevos valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la totalidad de la población española, así como el 80% del territorio, se vieron afectados por el aire contaminado. Si, por el contrario, se usan los estándares de la normativa europea actual, más laxos, la población que respiró aire contaminado se reduce a una décima parte del total, mientras que la superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación se queda en una cuarta parte del territorio.
Pero, ¿qué zonas son las que más sufrieron las consecuencias del aire contaminado? Una ciudad se lleva la palma en cuanto a este problema: Madrid. La capital fue la única que incumplió el valor límite anual de dióxido de nitrógeno, tanto en 2020 como en 2021. Barcelona, que tradicionalmente también incumplía los límites, ha quedado este año por debajo. Tras ellas se sitúan otras grandes urbes de nuestro país, como Zaragoza, Bilbao o Valencia.
Menos coches, aire más limpio
"La pandemia ha dejado claro que, si queremos mejorar el aire que respiramos, tenemos que reducir el tráfico motorizado", explica Juan Bárcena, responsable del área de contaminación atmosférica de Ecologistas en Acción. "Es prioritario reducir el uso del coche y potenciar el transporte público, la movilidad peatonal y el uso de la bicicleta".
En opinión de Bárcena, esta apuesta tiene que ir de la mano de la lucha contra el cambio climático. "Todo va en la misma línea", recuerda. "El cambio climático agrava el problema de la contaminación atmosférica. Cuantas más olas de calor, más elevados son los niveles de ozono. Lo mismo pasa con las situaciones prolongadas de anticiclón en invierno, que agravan el problema del dióxido de nitrógeno".