Stray Dogs: Los perros callejeros también viven historias oscuras
Un cómic diferente y muy especial
Si alguien sigue pensando que los cómics son sólo para los fans de las onomatopeyas y que todos los protagonistas llevan mayas y capa, tenemos un problema.
A la novela gráfica le quedan muy pocas barreras por romper. Estamos acostumbrados a leer grandes historias, sin importar la índole, el ritmo o el tipo de narración; podría parecer que todos los moldes han sido utilizados ya, pero, de algún modo, todavía consiguen sorprendernos.
El último soplo de aire fresco que nos ha pegado en la cara es Stray Dogs, una novela gráfica que publica Norma Editorial en nuestro país y que mete a nuestros mejores amigos en un potente thriller. ¡Ojo! No hablamos de personajes antropomórficos con cabeza de animal que piensan, andan y pelean como humanos, hablamos de que las cámaras bajen a la altura de nuestros queridos cuadrúpedos y sean ellos, desde su perspectiva, los que vivan la tragedia.
La historia comienza presentándonos a Sophie, una perrita atemorizada por el pinchazo que va a recibir en su visita al veterinario. Tras un pequeño agujero en la historia, Sophie parece haber sido rescatada por un señor que se dedica a recoger y a ayudar a perros y pasa sus primeros días intentando adaptarse a la nueva pandilla.
Poco tiempo después, un pañuelo rojo hace que Sophie recuerde lo que pasó a su anterior dueña y descubre que la persona que la había recogido no tiene las intenciones que creían.
Como veis, la premisa de la historia podría pertenecer, como bien apunta la cita de Forbes en la contraportada, a ‘El Silencio de los Corderos’ (algo que las mismas portadas alternativas de la serie han explorado), la diferencia es que sucede a unos personajes que podrían ser antiguos actores de ‘Oliver y su Pandilla’. Dos caminos que rara vez se han cruzado en el mundo del cómic y que resultan un cocktail refrescante.
Si a eso añadimos el dibujo de Trish Forstner, que debuta dando vida, personalidad y expresividad a los animales con trazos que podrían pertenecer a la línea de Disney de adaptaciones animadas a libro de lectura, pasamos de una historia interesante y diferente a un libro redondo que deja pocas excusas para la esquiva de la compra.
Aquellos que pasen de cualquier letra o dibujo impresa en un papel pueden seguir a su ritmo pero, de verdad, no se nos ocurre a quien más podemos dejar fuera de la lista de recomendaciones de compra de Stray Dogs. Es un libro único, bonito y muy, muy entretenido.