Bob Dylan prohíbe el uso de móviles en sus próximos conciertos

Pocos de los asistentes a un concierto podrían aguantar un concierto de su artista favorito con un móvil sin batería. Es impensable no poder hacer una foto de un momento clave, o grabar la parte de nuestra canción favorita para compartirla en redes sociales o enviársela a nuestros amigos. Los móviles son una herramienta más de nuestra vida que nos permite capturar momentos, pero también se han convertido en el centro de la polémica en los conciertos. Algunos artistas, como Alicia Keys, Jack White o Placebo, han tomado estrictas medidas para limitar el uso de estos dispositivos en sus conciertos. O, en ocasiones, han llegado directamente a prohibirlos.

El legendario Bob Dylan se une ahora a esta tendencia. El músico ha anunciado una serie de conciertos en Reino Unido para el próximo mes de octubre, la primera vez que acude al país en cinco años, como parte de su gira mundial Rough and rowdy ways.

Desde la productora a cargo de los espectáculos, adelantaron que uno no podrá tomar fotos ni grabar vídeos mientras el compositor de Like a Rolling Stone esté en el escenario. Los asistentes a los conciertos tendrán que introducir sus teléfonos en una funda, que se cerrará de forma parecida a las etiquetas de seguridad que se ven en las tiendas de ropa.

Si bien los teléfonos permanecerán en posesión de sus dueños, no se podrá acceder a ellos. Para usar el teléfono, la persona deberá volver a la estación de bloqueo y desbloqueo, y luego pasar a la zona de acceso a teléfonos.

Uno de los principales motivos por los que cada vez más artistas se apuntan a esta tendencia que pasa por la prohibición del uso de móviles es que dificulta la visibilidad de las personas, principalmente los que están en pista. Pero muchos cantantes también consideran que sus espectáculos merecen ser vividos con todos los sentidos, sin la distracción que supone buscar el encuadre perfecto para una foto.

¿Prohibir o no prohibir los teléfonos móviles? Esta polémica se ha extendido en los últimos tiempos y los artistas están divididos. Algunos alaban el uso de dispositivos, animan a los asistentes a grabar stories para viralizarse en redes o usar el flash en las canciones más emotivas. Otros quieren limitar su uso para ofrecer una experiencia más inmersiva.