Especial
¿Qué es un baño de bosque y por qué son una buena idea?
La práctica de contemplar el bosque y la naturaleza a través de nuestros sentidos. Hoy en El Eco de LOS40 te contamos cómo practicarlo
¿Qué son los baños de bosque? Nuestro día a día puede ser estresante. Una de la razones es que cada vez le damos más la espalda a la naturaleza. Volver a conectar con ella es una manera de apaciguar nuestra mente, de calmar nuestro cuerpo. Los baños de bosque son perfectos para este propósito. En El ECO de LOS40 te explicamos por qué.
“Un baño de bosque es sumergirte en el bosque con los cinco sentidos, a fin de obtener un bienestar para la persona o un beneficio para su salud”
Sumérgete en la naturaleza
Primero concretemos qué es exactamente un baño de bosque: se trata de una actividad consistente en realizar una visita a un bosque sumergiéndose en él con los cinco sentidos, a fin de obtener un bienestar para la persona o un beneficio para su salud. Es una práctica nacida en Japón, donde se llama shinrin-yoku. Shinrin en japonés significa "bosque" y yoku significa "baño", así que es la práctica de contemplar el bosque a través de nuestros sentidos. Los sonidos del bosque, su olor, la luz titilando entre las hojas, el aire fresco, limpio… la mezcla de esto nos da una sensación de bienestar. Alivia estrés, despeja preocupaciones, nos ayuda a relajarnos y a pensar con más claridad. Estar en la naturaleza puede restaurar nuestro estado de ánimo, devolvernos la energía y vitalidad, sanarnos, refrescarnos y rejuvenecernos.
Vidas interiores
¿Sabías que pasamos la mayor parte de nuestra vida en lugares cerrados? Concretamente en torno al 90%, según la Encuesta Nacional de Patrones de Actividad Humana (NHAPS) de Estados Unidos. Así que, ¿te das cuenta de que cuando tengas 40 años habrás pasado unos 36 encerrado? Actividades como los baños de bosque son ideales y necesarias para salir al exterior y no ir en contra de lo que necesita tu cuerpo. Porque una vida encerrados entre cuatro paredes altera nuestros sentimientos y comportamientos. Afecta a nuestras relaciones. Infecta nuestra productividad. Por eso hemos de intentar tener una vida exterior más plena, más amplia. Por nuestro físico, pero sobre todo para fortalecer la vida interior, la que nos conecta con nosotros mismos, la que nos da salud emocional y corporal.
Cómo me baño
Los baños de bosque no son actividades físicas. No se trata de sudar escalando o corriendo. Se trata de “estar” en la naturaleza. Y no hace falta que te pases un día entero: con dos horas ya es suficiente para reducir el estrés de tu día a día. Una de las claves es que te conecta con el ahora, con el ya, y eso te relajará. Muchos estudios concluyen que el shinrin-yoku es muy beneficioso para la salud: mejora la salud cardiovascular, reduce el estrés, regula el metabolismo… Por eso lo tienes que probar. ¿Cómo?
Pasamos en torno al 90% de nuestra vida en lugares cerrados
El primer paso es encontrar el sitio perfecto, un bosque te guste. Dejar en casa todo tipo de dispositivos electrónicos. Ponerte a caminar sin rumbo fijo, poco a poco, siguiendo tu instinto. Lentamente, ya que no se trata de llegar a ningún sitio, sino de caminar, de dejar entrar el bosque en tu interior. Poco más que eso: déjate llevar… y respira…
¿Pero cómo nos benefician tanto?
…respira, porque una de las claves de los paseos por el bosque es inhalar. Los árboles liberan unas sustancias a modo de protección de las plagas y la contaminación llamadas fitoncidas, que cuando las respiramos no solo nos liberan del estrés y refuerzan el sistema inmune, sino que también previenen enfermedades cardiovasculares y daños celulares. Aportan a nuestro sistema inmune un refuerzo natural, mejoran el estado de ánimo, liberan tensiones y fomentan la sensación de bienestar.
Los bosques liberan unas sustancias llamadas fitoncidas, que cuando las respiramos nos liberan del estrés y refuerzan nuestro sistema inmune
Así que piensa a qué bosque te gustaría ir: uno más húmedo, uno más seco, uno que te recuerde a algo, uno más en la montaña, o en un valle… da igual, pero intenta que no sea uno joven, y que haya diferentes especies.
Y desconecta de las pantallas caminando, respirando, conectándote con la naturaleza… y contigo mismo.