Crónica: Louis Tomlinson (y el recuerdo de One Direction) conquistan una Fuengirola multitudinaria y LGTB

El espectáculo congregó a más 15.000 asistentes, mucha libertad y un sueño común cumplido: volver a ver al artista sobre el escenario en nuestro país

Louis en su concierto de Fuengirola. / BMG

Puede que mucha gente conozca a Louis Tomlinson como ese chico del X Factor británico, uno de los componentes de One Direction o uno de los solistas con una de las giras más celebradas del panorama internacional. Y toda la gente española que conoce al artista por alguna de esas acepciones tienen algo en común: estaban bajo el sol abrasador de Fuengirola esperando a verle en directo.

Y es que el único pero que tuvo el debut de Louis en solitario fue que no llegó a tener gira. Estrenado en enero de 2020, Tomlinson y su equipo tenían trazado un tour que le llevaría por todo el mundo, aunque la pandemia lo acabó evitando. Dos años después, se ha recorrido medio mundo con su música, hasta que el pasado 27 de agosto le llegó el turno a Málaga.

Allí fue el cabeza de cartel del festival The Away From Home Festival, un evento que ya superó cualquier expectativa solo con ver la cola kilométrica que se formó hasta llegar al recinto. Las canciones más reconocidas de Hinds y The Vaccines -también en cartel- sonaban mientras la gente seguía esperando su turno a entrar, quizá sin importar demasiado. La gente había ido a ver a Louis, y buena prueba de ello eran las botellas de agua, banderas LGTBiq+ y temas a capella del inglés para amenizar su espera... Que no fue precisamente breve.

Louis en el backstage. / BMG

Para los más rezagados supuso horas, aunque para otros, días: hubo quien acampó 11 días para conseguir buen sitio, mientras que alguien que ostentase el puesto número 2000 en la cola tenía 16 horas por delante. Eso sí, una vez se fue el sol, todo cobró sentido.

One Direction para triunfar

Los minutos previos a la entrada de Louis al escenario fueron los que más expectación generaron. Cualquier presencia inusual, cambio de luces o sonido eran susceptibles de llevarse cientos de gritos que anticipaban la llegada del artista. Después de varios simulacros, We Made It -un título tan oportuno como celebrado- empezó a sonar.

Y no tardó demasiado en llevarse una ovación aún más grande que la del inicio: Tomlinson cantó después Drag me down, uno de los éxitos de la boyband que le llevo hacia el más absoluto estrellato. De las que cantaba junto a Harry, Liam, Niall y Zayn cantó otras tres canciones más; Night Changes -que muchos aseguraron que era la primera vez que la cantaba en directo en solitario-, Little Black Dress y Through the Dark.

El repertorio de Tomlinson encantó a los asistentes. / BMG

Con ello demostró tener una cordialidad encomiable entre temas propios y de su exgrupo. Hace 6 años que la banda se separó "indefinidamente", y los fans -aún con mucho dolor- se han tomado esa decisión como una oportunidad para ver crecer en solitario a los chicos que gritaban en estadios. A cambio, Louis les devuelve en sus conciertos sensaciones que muchos no tenían desde giras como Where we are tour.

Un estilo propio

Más allá de las reminiscencias a la boyband que le cambió la vida, Tomlinson mantuvo la cabeza muy alta en sus propias canciones. No es para menos: llegar a este tour ha sido un camino de piedras -pandemia mediante- al que se le tuvo que sumar la presión de mostrar un sonido propio que buscaba su lugar en la industria.

No faltaron ni fuegos artificiales. / BMG

Si algo no se le puede reprochar al británico es que ha sabido encontrar su camino, tan fácil de identificar como estricto en estos tiempos. Su lugar es el pop rock, y pese a poder caer en la difusión fácil de su música explorando otros estilos más punteros en listas, mantiene su tono popero. ¿Lo mejor? Que Fuengirola fue la mejor prueba de que el que no arriesga no gana, con casi la totalidad de sus asistentes coreando al unísono canciones de su etapa en solitario.

Temas como Don't Let It Break Your Heart -canción que estrenó en su día en nuestro país, en Madrid- o Habit resonaron hasta en el mar, muy próximo al recinto; con un espectáculo visual que incluía hasta fuegos artificiales cuando Defenceless rompía. Pero eso no le quitó de hacer alguna versión, como ese Beautiful War de los Kings Of Leon -que prácticamente parecía una imitación, simulando su estaticidad sobre el escenario- y que no fue tan bien recibido, pero mantuvo el tono del concierto en lo más alto.

Por la libertad

Aunque si algo llamó la atención del concierto de Louis -sobre todo, para gente que no estuviera acostumbrada a uno de sus shows- no fueron ni los fuegos artificiales, ni las versiones. De hecho, ni si quiera fueron las canciones de One Direction que cantó hasta en cuatro ocasiones, sino algo que se celebró mucho más: la cantidad de banderas LGTB que había por asistente.

Ya desde la cola se visualizaban cientos de arco iris, que ni mucho menos se mantuvieron bajas durante el concierto. Todo cobró sentido en Only The Brave, cuando no solo empezaron a ondearlas con más fuerza, sino que gran parte de los fans presentes colocaron plásticos de distintos colores del arco iris en las linternas de sus teléfonos y colocaron una bandera dinámica en toda la grada frente al escenario.

Desde banderas, hasta castillos: en el Away From Home no faltó de nada. / BMG

El efecto -y simbolismo- de tal acto no solo fue un efecto que dejó a muchos de los asistentes sorprendidos por lo espectacular que resultó, sino que el mismo Tomlinson no pudo obviarlo y le dedicó una sentida sonrisa desde el escenario.

Un sueño cumplido

Todo parecía indicar que Walls cerraba por todo lo alto en concierto, aunque había demasiadas fans que se conocían a la perfección el espectáculo de su ídolo. Los bises fueron reclamados por un público muy patrio que coreó durante unos instantes el tan español "Oe, oe oe oé", solo sustituido por el Seven Nation Army de The White Stripes reducido a varios 'lo' seguidos.

Louis dándose un baño de masas. / BMG

Tras ello, la mencionada Through The Dark de su exbanda dejó claro que Louis no tiene problema en estar orgulloso de lo que le ha hecho llegar hasta Fuengirola y el resto del mundo; para luego acabar con la cañera Kill My Mind. No hay duda de que el talento musical de Tomlinson no es cosa del pasado, y que mira hacia el futuro con una esencia más marcada que nunca.

Aunque haga lo que haga en el futuro, solo cuenta lo que pasó al encender las luces del lugar: varias espectadoras, dejando sus banderas y pancartas en el suelo, se abrazaban emocionadas por haber visto a Louis en directo y haber cumplido un sueño juntas. Hace mucho tiempo que Tomlinson encontró su casa en España, pero ya está claro que puede volver cuando quiera.

Javier Rodrigo Saavedra

Redactor de LOS40 especializado en cine, series...