Especial
Buenas noticias para los bosques: Europa vota contra la “deforestación importada”
Los grupos ecologistas aplauden el nuevo reglamento, que afecta a productos como el cuero, la carne o el carbón vegetal.
A menudo, en El Eco de Los40 contamos noticias poco agradables de leer: las consecuencias de la emergencia climática o del consumo desmedido, los desastres medioambientales o el sufrimiento que padecen los animales. Pero también hay días en los que estamos encantados de poder ofrecer buenas noticias.
Hoy es uno de esos días. Este martes, el Parlamento Europeo aprobó con 453 votos a favor, 57 en contra y 123 abstenciones, su posición ante la propuesta de legislación sobre deforestación importada. Una iniciativa que la Comisión Europea había presentado hace casi un año, en noviembre de 2021, recogiendo una de las reivindicaciones históricas de los principales grupos ecologistas.
Las reacciones no se hicieron esperar: Amigos de la Tierra, CECU, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Mighty Earth, SEO/BirdLife, WWF y la Coordinadora Estatal de Comercio Justo emitieron un comunicado conjunto en el que valoraron de manera positiva la posición del Parlamento Europeo.
Participar (o no) en la destrucción del planeta
Según recuerdan todas estas organizaciones, “la FAO estima que casi el 90 % de la deforestación está impulsada por la agroindustria”. Y el papel de la UE no es residual: se trata del segundo importador mundial de deforestación tropical y es responsable, “al menos, del 16% de la deforestación asociada al comercio internacional, por un total de 203.000 hectáreas y 116 millones de toneladas de CO₂”. Nuestro país tampoco elude la crítica: España es el tercer país con mayor impacto dentro de la UE en esta materia.
¿Pero, qué implica esta votación? “A partir de ahora, el mercado interior de la Unión Europea va a establecer sistemas de control a las importaciones de soja, madera, carne de vacuno, caucho, maíz, cuero y otros productos cárnicos que pueden proceder de la deforestación”, explica Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de bosques de Greenpeaace.
“Esto significa, básicamente, que se reconoce algo que las instituciones internacionales y muchas ONG venían señalando: que una parte importante de la deforestación, especialmente tropical aunque no sólo, procede de la expansión agrícola en zonas donde se están cambiando bosques naturales, en algunos casos vírgenes, por plantaciones de soja, aceite de palma, caucho, maíz, o para la producción de carne a través de la conversión en pastos”, denuncia Miguel Ángel.
Elena Domínguez, especialista del programa de bosques de WWF, advierte: “Aquí no se acaban las negociaciones: ahora entramos en una parte del proceso, los denominados trílogos, donde los estados miembros vuelven a tener mucho protagonismo. Por eso necesitamos que todos ellos, incluido España, suban la ambición de nuevo”.
Debemos poder estar seguros de que con nuestra compra no estamos contribuyendo a la destrucción de la naturaleza
Y es que los países europeos tienen buena parte de la responsabilidad de esta situación. Para el responsable de la campaña de bosques de Greenpeace, no hay duda: “los países occidentales somos grandes importadores de todos estos productos. Nuestra huella ecológica en este sentido es muy alta”.
¿Conclusión? “Estamos ante una gran noticia para los bosques y, por tanto, una gran noticia para el planeta”, sentencia Miguel Ángel Soto. “Por fin podemos ver un poco de luz al final del túnel”. Desde WWF, Elena Dominguez coincide. “El objetivo es que este reglamento sea una realidad efectiva. Que contribuya a que los ciudadanos tengamos tranquilidad a la hora de hacer la compra y podamos estar seguros de que con ella no estamos contribuyendo a la destrucción de la naturaleza”.