Ponemos a prueba al Scalextric, el 'Fast & Furious' de los años 80
Eduardo Aldán nos lleva de vuelta a nuestra infancia con la sección más 'classic': Espinete contraataca en 'Morning Box'
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Millones de niños hemos soñado con un juguete durante varias generaciones, y algunos de ellos conseguimos jugar en nuestra infancia o adolescencia. El Scalextric era un must en todas las cartas a los Reyes Magos, un juguete que acaba de cumplir 60 años y sigue en plena forma, renovándose con el paso del tiempo.
A veces, el lugar donde colocar ese circuito de pistas negras y coches de todo tipo y color era motivo de discusión con los padres, pero en todos los hogares donde entrada, el Scalextric se convertía en el rey de las tardes de domingo.
Como cada semana, Eduardo Aldán trae a Morning Box esos objetos, juegos y juguetes que nos marcaron durante nuestra infancia. El Scalextric es el que ha tocado en esta ocasión, y lo hemos pasado en grande compitiendo de buena mañana.
A lo largo de su dilatada existencia, han sido muchas las curiosidades que atesora el Scalextric. Al salir al mercado, los primeros modelos de fabricación artesanal, eran de metal. Más tarde el proceso se automatizó, y comenzaron a realizarse en serie empleando materiales como el plástico.
En España y durante dos décadas, las vistosas ilustraciones en las cajas de Scalextric fueron obra de Lluis Bargalló. No es un desconocido de la industria: también creó los dibujos de otros clásicos como Ibertren, Madelman y Tente.