Laura Escanes muestra el acné que le ha salido en la cara: "Piel real y sin filtros"

Si hay un nombre que en los últimos meses ha dado muchas vueltas ha sido el de Laura Escanes. Tras anunciar su separación de Risto Mejide, la influencer ha ocupado miles de titulares y no ha pasado ni un solo día desapercibida.

Los nervios del día a día, el enfrentarse a los rumores sobre posibles noviazgos y, en definitiva, el estrés, parece que le ha pasado factura. La joven siempre se ha mostrado de lo más natural a la hora de narrar sus problemas de salud. Ya sea por sus calvicies, sus problemas de almorranas o, como ahora, de acné.

Acostumbrados a sus espectaculares posados en las alfombras rojas, a las publicaciones sobre sus viajes, sus comidas y sus salidas y a los que alguna vez se le suman las fotos de su hija Roma, ahora ha compartido un contenido que no suele subir, pero tal y como ella ha dicho: "Igual que os enseño cuando tengo la piel perfecto, esto también existe". Se trata de una foto en la que se ve a

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Laura Escanes de perfil mostrando uno de los mofletes de cara con visibles granitos: "Piel real y sin filtros", escribía. "Normalmente no tengo granos, ni acné, pero esta zona es la zona fetiche de mis granos. Siempre que quieren salir, salen ahí", confesaba.

El balance de su año

Hace apenas unos días, la joven compartía un emotivo vídeo en el que hacía balance de la montaña rusa de momentos que había vivido este año. Un 50% risas y un 50% lágrimas: así podríamos definir sus 365 días.

Junto a un texto narrado que decia: "Diciembre, qué loco, ¿no? Hoy comienza el último mes del año. El más bonito, el más triste, el más melancólico. Otr mes para algunos. Es el momento, cundo recuerdas todo lo que pasó en once meses y descubres que no eres la misma persona que al inicio".

Sin duda, sí, Laura termina el año de una forma muy distinto al que lo empezó. Y es que, además de viviendo en Madrid, una ciudad que le ha brindado miles de oportunidades, lo hace separada del que era el amor de su vida después de 7 años y una hija en común, pero recuperando la ilusión y sintiéndo las mariposas en el estomágo.