‘Tears In Heaven’: la desgarradora historia detrás de la canción más emotiva de Eric Clapton
Nacida de una profunda tragedia personal, sigue siendo la canción más personal que jamás haya escrito el músico británico
Es uno de los éxitos más grandes de la carrera de Eric Clapton, pero Tears in Heaven nació de unas circunstancias tremendamente tristes. La canción, una de las más conocidas del músico británico, es un homenaje a su hijo Conor, que murió accidentalmente cuando sólo tenía cuatro años. La tragedia ocurrió el 20 de marzo de 1991, cuando el pequeño se resbaló accidentalmente desde la ventana del piso 53 de un edificio de apartamentos en la ciudad de Nueva York.
Clapton se encontraba en ese momento a la otra punta de Nueva York, y tuvo que pasar por el mal trago de identificar el cadáver de su hijo en la morgue del hospital. "Recuerdo mirar su hermoso rostro en reposo y pensar: este no es mi hijo. Se parece un poco a él, pero se ha ido", consideró tiempo después. El guitarrista y su novia, la actriz italiana Lory Del Santo, llevaron el cuerpo del niño de regreso a Inglaterra, donde le dieron el último adiós con amigos como Phil Collins.
Fue un enorme varapalo en la vida del músico, y estuvo mucho tiempo apartado de su vocación. Sin embargo, pese a la falta de concentración, comenzó a tocar una pequeña guitarra para aliviar su dolor. Mientras pensaba en su hijo, la melodía de Many Rivers To Cross de Jimmy Cliff flotaba en su mente.
La melodía volvió a él cuando la directora estadounidense Lili Fini Zanuck le ofreció la oportunidad de escribir una canción para una película de acción llamada Rush, protagonizada por dos policías de narcóticos encubiertos. Fue en ese momento cuando, además de la melodía que escribió para la película, enseñó por primera vez ese tema. "Luego comenzó a interpretar Tears In Heaven... era tan dolorosamente personal, tan obviamente sobre el hijo que había perdido, que me preguntaba si funcionaría en la película", recordaba Zanuck.
En ese momento, Clapton había escrito solo un verso inicial (¿Me tomarías la mano / Si te viera en el cielo?), y le pidió a Will Jennings que escribiera versos adicionales y un puente. Jennings, que temía que la canción fuera "demasiado sensiblera" para ser un éxito, se ha consolidado como uno de los grandes letristas, detrás de My Heart Will Go On para Titanic. Finalmente, accedió a terminar el tema.
Tears In Heaven fue una canción difícil de grabar. Clapton, que cantaba y tocaba la guitarra, tuvo que grabar varias tomas hasta que finalmente se completó. Lanzado como sencillo el 8 de enero de 1992, una semana antes del lanzamiento de la banda sonora de Rush, Tears In Heaven llegó al número 2 en el Billboard Hot 100. A fines de ese año, había vendido más de tres millones de copias solo en Estados Unidos.
La popularidad de la canción se selló cuando Clapton le dio un estreno memorable, diez meses después de la muerte de su hijo, para un concierto de MTV Unplugged. El guitarrista, actuando con gafas ante un reducido público, volcó toda su tristeza en la canción mientras grababa una inquietante versión acústica. El álbum MTV Unplugged resultante vendió 26 millones de copias en todo el mundo y ganó tres premios Grammy.
Tears In Heaven sigue siendo la canción más personal del repertorio de Clapton, con un fortísimo poder de conmover. En una entrevista con la presentadora de televisión de ABC, Daphne Barak, Clapton reflexionó sobre lo que la canción significaba para él y agregó: "Usé música casi inconscientemente para mí como un agente curativo, y he aquí que funcionó... Obtengo una gran cantidad de felicidad y mucha sanación de la música".
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic