El Drácula más divertido es de Osamu Tezuka

El dios de manga puso su mejor humor al servicio del conde de Transilvania

Don Drácula / Planeta Cómic

Cuando pensamos en Osamu Tezuka vienen a nuestra mente obras de prestigio y renombre como Astroboy o Black Jack. Clásicos del manga atemporales que no conocen detractores y que no deberían faltar en ninguna biblioteca que quiera transmitir conocimiento.

El autor, conocido como el “padre de manga” y elevado por muchos hasta “dios del manga”, tuvo una de las vidas artísticas más prolíficas que podemos encontrar en la Wikipedia y en sus años de carrera demostró que su imaginario no tenía límites.

Ahora bien, no todo tienen que ser niños robot fabricados para llenar el vacío de un hijo muerto… Tezuka tuvo hueco también para historias que no pretendían tomarse en serio; aquí es donde entra Don Drácula.

Don Drácula, de Osamu Tezuka, es el eslabón perdido entre el manga y el mundo de TBO español que tantas infancias ha llenado la pluma de Ibáñez. Una obra creada para sonreír en la que Drácula y su hija Chocola viven sus vidas en historietas autoconclusivas que sólo pretenden esbozar sonrisas en el lector.

Don Drácula / Planeta Cómic

Un conde Drácula que vive en Japón, orgulloso de su condición de vampiro, que lava sus colmillos y practica en el espejo su cara de amenaza, que busca mujeres guapas a las que chupar sangre y huye de las feas a zancada larga y que se disgusta cuando sus víctimas han comido gyozas que les han dejado regusto a ajo.

A su lado estará Chocola, una hija que sirve como gancho en casi todas sus historias y que más de una vez acabará recogiendo las cenizas del cadáver de su padre con una aspiradora para devolverle la vida tras un ritual llevado a cabo en su ataúd.

Las historias de Don Drácula son un continuo despropósito y es esa locura y esa insensatez es precisamente lo que las convierte en una lectura tan divertida; exactamente igual que ocurría con los agentes de la T.I.A. de Ibañez, caos absoluto y nadie al volante.

Don Drácula / Planeta Cómic

El dibujo de Tezuka, como siempre, está al servicio de la historia. Don Drácula no busca impresionar con ninguna de sus viñetas. Pocas son las viñetas que muestran el barroquismo del maestro, que las hay; Tezuka no busca atajos ni evita dibujar cosas difíciles. El autor, por encima de todo, simplemente se asegura de que el chiste quede bien ilustrado, afinando la expresión de sus personajes y de sus acciones en un manga que, de nuevo, parece querer romper las fronteras con el dibujo humorístico de nuestra propia cultura española.

Planeta Cómic pone a la venta toda la obra de Don Drácula en un volumen único que edita dentro de la ‘Biblioteca Tezuka’, una colección que acabará unificando en tamaño y forma toda la obra del maestro y que, poco a poco, está curvando los estantes de melamina de medio país.

Don Dracula / Planeta Cómic