Insomnio y tirones de pelo: las secuelas que Miércoles dejó en Jenna Ortega
La actriz de 20 años habla de todas las dificultades del rodaje de la famosa serie de Netflix
Miércoles se ha convertido en una de las series más vistas de la historia de Netflix. La ficción, basada en el famoso personaje de la Familia Addams, ha enamorado a miles de de personas alrededor del mundo. Y es que Tim Burton ha sabido perfectamente crear una serie de aventuras para toda la familia.
Pero rodar una serie de estas características no es tarea fácil. Sino que se lo pregunten a Jenna Ortega, la joven que se ha puesto bajo la piél de Miércoles Addams en la ficción y que se ha convertido en una de las estrellas juveniles más aclamadas del momento.
Convertirse en Miércoles Addams no fue una tarea fácil para Jenna. De hecho, la actriz tuvo que aprender algunas de las cualidades que hacen de Miércoles un ser excepcional. Entre estas facultades se encuentran tocar el violonchelo, hacer tiro con arco, esgrima y acrobacias. Y es que, aunque para varias escenas Jenna tiene una doble, en los primeros planos tiene que parecer realista.
Un rodaje muy complicado
Ahora, cuando han pasado tres meses desde el lanzamiento de la serie, Jenna Ortega ha contado en un encuentro que organizó Netflix el pasado 9 de febrero lo complicado que fue prepararse para este papel.
Jenna desveló que los rodajes duraban entre 12 y 14 horas. ¡Y es que había que aprovechar el tiempo en Rumanía, sitio donde se rodó la mayor parte de la serie! Además, Jenna ha contado que tenía que estar dos horas antes en el set para caracterizarse de Miércoles.
Pero eso no era lo único. Cuando terminaba de rodar, todavía le esperaban actividades en casa. ¡Y es que tenía que aprender algunas de las facultades de Miércoles!
"Tenía que regresar a casa y tener un una llamada por Zoom para cualquier clase que tocara en ese momento. O llegar a mi apartamento y que mi maestro de violonchelo ya me estuviera esperando",
Jenna Ortega terminó llorando en el rodaje
La joven de 20 años ha confesado que el estrés al que estaba sometida terminó saliendo por alguna parte. De este modo, un día, mientras que hablaba con su padre por videollamada, terminó llorando desconsoladamente:
"No dormía nada y estaba constamente tirándome del pelo. Hubo muchas llamadas por FaceTime que respondía a mi padre llorando histéricamente".
Pero esta exigencia era, en parte, autoimpuesta. Y es que la actriz no quería usar una doble para algunas escenas en un principio:
“Insistí mucho en estar lo mejor preparada posible porque quería que pudieran usarme a mí misma, porque eso es mucho más creíble”.
Al final, por suerte para la salud de Jenna, el equipo decidió usar a una doble para algunas de las escenas más complicadas.
Alberto Palao
Periodista musical. Me gusta comer burritos y escuchar canciones cortavenas. Encuentro todo tipo de...