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Kylie Minogue y Michael Hutchence: una relación de “amor, sexo y drogas” condenada al fracaso
“No sé qué deberíamos hacer primero, cenar o tener sexo”, le dijo Michael a Kylie en su primer encuentro
Desde el primer instante, lo que hubo entre Michael Hutchence y Kylie MInogue fue química pura. La estrella del pop define su intensa relación romántica con el líder de INXS como una "época mágica" de su vida: "Él abrió todo un mundo nuevo para mí". Y para él, ella fue su musa. Su inspiración para escribir uno de los grandes hits de la banda de Sidney, ‘Suicide blonde’. Entre 1989 y 1991, la pareja era inseparable… y cuando había distancia de por medio, se intercambiaban cartas de amor a través de fax.
“No sé qué deberíamos hacer primero, cenar o tener sexo"
Que los polos opuestos se atraen fue un hecho más que evidente en el caso de Kylie Minogue y Michael Hutchence. En 1989, ella tenía 21 años. Acababa de dejar la serie Neighbours y empezaba a dar sus primeros pasos en la música pop. Su imagen pública era de "chica buena y cándida”. Él tenía 29 años y era una estrella del rock. El líder de INXS rezumaba ‘sex appeal’ por los cuatro costados. Que el ‘chico malo del rock’ mantuviera un tórrido romance con la ‘princesa del pop’, parecía poco probable. Pero fue inevitable.
Tras un encuentro fugaz en los Countdown Awards 1987 (premios de la música pop australiana), los dos se volvieron a ver en 1989. Minogue – que entonces salía con Jason Donovan – había ido a un concierto de INXS y Michael invitó a la pareja a un ‘after party’. Según contaba la cantante en el programa de televisión ‘A Current Affair’ en 2014, la química entre ambos fue instantánea.Él le dijo: “No sé qué deberíamos hacer primero, cenar o tener sexo”. Según Kylie: “Quiso besarme muchas veces y yo le dije ‘no’ muchas veces”. Poco después de la fiesta, Donovan dejó de estar en la vida de Minogue.
El ‘estreno’ de Michael y Kylie y el “rubio suicida”
El 21 de Diciembre de 1989 se estrenó en el Centro de Convenciones Darling Harbour de Sidney la película ‘The Delinquents’. Era el debut cinematográfico de Kylie Minogue, co-protagonista del filme australiano ambientado en los años 50s, junto a Charlie Schlatter. Hacía de Lola Lovell, una adolescente rebelde que se enamora, se queda embarazada, es obligada a abortar por su madre, se marcha de casa, se convierte en camarera... y se tiñe el pelo de rubio platino. El día de la premier, Kylie causó un gran revuelo entre todos los presentes cuando llegó de la mano de Michael Hutchence.También era su ‘estreno’ público como pareja.
Curiosamente, Kylie tuvo mucho que ver en el controvertido hit de INXS, Suicide blonde, ya que la composición de Michael hace referencia a su personaje de rubia rebelde, Lola Lovell. Ella misma lo confesó en una entrevista con New Corp en 2020: "Suicide Blonde nació cuando yo hablaba de mi personaje en ‘The Delinquents’. Mi peluquera decía que el color de la peluca que me tuve que poner en la película era 'rubio suicida'". Hay otras versiones sobre el origen del que fue el primer single de X (1990) que aseguran que lo de ‘rubia suicida’ hace referencia al color de pelo que Kylie lució la noche de la premier - que la hizo casi irreconocible para muchos – calificado por ella misma de ‘suicide blonde’.
El título de la canción llamó la atención sobre todo a Andrew Farriss, teclista y compositor de INXS: “Mi preocupación no era tanto por Kylie o por su relación, era por la palabra ‘suicidio’ en una canción. Él me dijo ‘no te preocupes no es sobre un suicidio’”. Y era cierto. La canción no tiene nada que ver con el suicidio, y a pesar de ese título incómodo, la banda continuó tocándolo en sus conciertos. Lo siguió haciendo aun después del fallecimiento por suicidio de Michael Hutchence en 1997.
“Sexo, amor, comida, drogas… quería experimentarlo todo”
La relación entre Michael y Kylie duró un año y medio y cambió radicalmente la percepción que el público tenía de Kylie. En el documental ‘Mystify: Michael Hutchence’ de 2019, Minogue admite que él era "un oscuro chico malo y yo era la chica buena y pura". Y añade: “Sexo, amor, comida, drogas, música, viajes, libros, puedes decirlo así, él quería experimentarlo todo. Tenía una curiosidad insaciable por todas las cosas buenas de la vida y algunas malas. Él abrió todo un mundo nuevo para mí. Despertó mi deseo por cosas. Y muchas de esas cosas estaban basadas en el placer, seamos sinceros. Si eres una persona sensual, todos tus sentidos necesitan estimulación”.
Hablando en ‘A Current Affair’, en 2014, la cantante afirmó que Hutchence “me quitó la venda”. "Fue una época mágica de mi vida. Te estás convirtiendo en una mujer, tienes todavía mucho que aprender y tienes a alguien que te abre los ojos en muchos aspectos. Aun cuando rozaba el lado salvaje, siempre era muy tierno conmigo. Él siempre fue muy dulce". “Obviamente fue una época magnífica”, asegura Kylie. Y, probablemente, condenada al fracaso.
“Sí, rompió mi corazón”
A pesar del evidente amor mutuo, los engaños de Michael salieron a la luz. El líder de la banda de Sidney empezó a salir con la supermodelo danesa Helena Christensen (permanecerían juntos cuatro años). En el documental ‘Mystify’, Minogue confiesa no recordar el motivo de la ruptura. “¿Fue el trabajo? ¿Fue la droga?. Lo desconozco”. Lo que sí reconoce es que sufrió mucho: “Yo me quedé muy confundida y destrozada. Sí, rompió mi corazón. Tengo que confesar que el dolor se quedó durante bastante tiempo”.
Cartas de amor a través de fax
En aquella “época mágica”, los tortolitos utilizaban nombres falsos cuando reservaban hoteles: 'Gabby Jones' era Kylie y 'Swordfish' era Michael. También intercambiaron cartas de amor... a través de fax. Algunas eran con sugerencias de tipo sexual. En otras, había frases como 'buenos días, princesa" o "mi maravilloso amor". En Marzo de 2007, uno de esos faxes se puso a la venta en eBay. Y fue Rhett Hutchence, hermano de Michael, quien lo hizo. "Este es un fax que Michael escribió y envió a Kylie el 19 de Septiembre de 1990. Tengo uno similar, todavía más atrevido, que mantendré. Aun así, este auténtico pedazo de historia podría ser vuestro”. El texto decía ‘Buenos días’ y estaba firmado con besos y un corazón.
La venta, que también incluía letras con anotaciones, bocetos y camisetas, fue criticada por su madre, Patricia Glassop. No entendía que su hijo intentara hacer caja con las pertenencias privadas de su hermano fallecido, y le desheredó: "Rhett ha ido demasiado lejos esta vez. No sé quién es, pero ya no es mi hijo".
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop