Crítica ‘¡Shazam! La Furia de los Dioses’: DC vuelve a tocar el Olimpo con los dedos, pero lo deja escapar

¡Shazam! fue la palabra favorita de muchos fans de las películas de DC por mucho tiempo, y la culpable no fue otra que la primera película de la compañía apartada de los superhéroes más conocidos. El Capitán Marvel —no heredó el nombre en su versión cinematográfica por razones obvias— que tanto gusta en las viñetas por fin tenía parte en este Universo Extendido, y no le fue nada mal.

La historia de Billy Batson conquistó a los espectadores, dejando claro que la franquicia podía dar mucho de sí con un tono más juvenil y desenfadado que no llegaba a caer en la sátira de Escuadrón Suicida, por ejemplo. Y esa aceptación terminó llevando a una secuela, ¡Shazam! La Furia de los Dioses.

Pese a su estilo superheroico normal, en esta segunda película se potencia el origen divino de los poderes del joven Billy y sus hermanos; llevando a Shazam a luchar contra las hijas de Atlas. Y éstas no solo bsucan venganza contra el mundo de los humanos, sino que también intentarán arrebatarle a la familia protagonista uno de sus bienes más preciados.

Está claro que traer a las deidades a la trama de Shazam es todo un acierto... Que hubiera funcionado mejor en un universo realmente cohesionado. Puede que esta película pase el aprobado en unos años en los que estamos más que satisfechos con este tipo de títulos, pero termina suspendiendo al no atender a la naturaleza básica del subgénero.

Buena esencia, mejor innovación

Una trama con adolescentes siempre es un problema si se tiene en cuenta la separación entre películas. El rasgo más característico de Billy Batson es seguir siendo un joven inexperto que es capaz de transformarse en un superhéroe, y tras tres años de espera, ya no es tan joven. Eso sí, el guion lo salva añadiendo una trama de inseguridad por alcanzar la mayoría de edad.

Y si el villano de la primera parte podía no terminar de convencer al público, en esta secuela Helen Mirren, Lucy Liu y Rachel Zegler se convierten en un trío infalible difícil de decepcionar a cualquiera. Pocos imaginarían a la mítica actriz de The Queen, a Alex de Los Ángeles de Charlie y a la María del remake de West Side Story como las malas de la película, y lo cierto es que terminan ganándose el título escena a escena.

La carisma de los enemigos sigue siendo una de las tareas pendientes del subgénero —con permiso de Heath Ledger y su Joker, claro—, pero ellas se acercan a ser memorables. Es obvio que el factor fama afecta notablemente a ello, pero su trabajo en la película consigue atraer la atención del espectador hacia un proyecto más interesante; que no una aventura vacía y plana.

Una película... ¿Sin futuro?

Que a esta nueva película de Shazam se le pueden decir muchas cosas buenas es un hecho, lo peor viene cuando se empieza a pensar en todo lo demás. El Universo Cinematográfico de Marvel ha formado un legado gracias a una saga de películas cohesionadas, trabajadas y con un objetivo futuro en común entre todas; algo de lo que no puede presumir DC.

Películas como Batman v Superman o incluso Escuadrón Suicida o Black Adam han cuidado las referencias para poder retroalimentarse entre ellas, y si bien Shazam 2 lo intenta, llega en un momento de lo más incierto para la compañía. El propio protagonista dijo que, de hacer buena recaudación, habría una tercera parte... ¿Pero realmente interesará el camino de Shazam si no se termina cruzando con la Liga de la Justicia?

Este aspecto negativo no deja de ser una gran incógnita, pues la franquicia sigue en plena reconstrucción y en muy buenas manos, las de James Gunn. Por ello, habrá que darle un voto de confianza al bueno de Billy Batson y esperar a que los espectadores —preferiblemente los más jóvenes, que parece mucho más su target— decidan si seguir interesándose por el que puede ser el único superviviente del viejo DC.

¡Shazam! La Furia de los Dioses se estrena el 17 de marzo en cines.