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El primer gran escándalo de The Rolling Stones: “We'll piss anywhere, man!”
Declarados culpables de conducta ofensivo, Jagger, Jones y Wyman fueron multados, cada uno, con 5 libras
Eran más de las 11 de la noche cuando un Daimler negro se detuvo en la gasolinera. Del vehículo descendió "un monstruo greñudo con gafas oscuras" y preguntó al empleado "¿Dónde podemos hacer pis por aquí?". El monstruo era Bill Wyman. Y en el coche esperaban sus amigos Mick, Brian, Keith y Charlie. El 18 de Marzo de 1965 tuvo lugar uno de los escándalos más sonados en la historia de los Rolling Stones. El que originó su primera comparecencia ante la justicia... solo por orinar en público.
"¿Dónde podemos orinar por aquí?"
Hacía solo tres años que Mick Jagger, Brian Jones, Keith Richards, Bill Wyman, y Charlie Watts habían echado a andar en Londres. Les iba muy bien. Ya tenían dos álbumes en el mercado y no les faltaban bolos, tanto en Reino Unido como en Estados Unidos. Era una época en la que se vivía una auténtica revolución cultural impulsada por la juventud. Aun así, la sociedad inglesa seguía siendo bastante tradicional y mantenía estrictas reglas del decoro.
El 18 de Marzo de 1965, The Stones regresaban de un concierto en Romford (gran ciudad al este de Londres). Viajaban en el nuevo Daimler negro de Jagger. En torno a las 11 de la noche se detuvieron en una gasolinera - la Estación de Servicio Francis - porque Bill Wyman necesitaba 'aliviarse'. El bajista le preguntó al empleado —un hombre de 41 años llamado Charles Keeley— "¿Dónde podemos orinar por aquí?". Mr. Keeley, que posteriormente describió a Wyman como "un monstruo greñudo con gafas oscuras", respondió que no tenían aseos.
"Mearemos en cualquier sitio, tío"
Teniendo en cuenta el tamaño y la finalidad del establecimiento, Bill no se creyó en absoluto la respuesta del hombre. Lo recordaba en sus memorias Stone Alone: "Estaba a punto de explotar. Regresé al coche y expliqué lo que había pasado. Mick Jagger me cogió la mano y dijo: 'Vamos, Bill, te encontraremos un cuarto de baño'. Entonces Mick, yo mismo, Joey Page y Brian Jones volvimos a acercarnos al empleado y le preguntamos una vez mas si podríamos usar el aseo. Y él empezó a gritarnos".
Al parecer, llegados a este punto, Jagger respondió bromeando: "Mearemos en cualquier sitio, tío". E incitó a sus compañeros a que repitieran la frase a modo de cántico —'We'll piss anywhere, man!', 'We'll piss anywhere, man!'—mientras 'desbebían' contra en la pared. Todos menos el batería. Charlie Watts aseguró después: "Yo estaba dormido en el coche".
"Al día siguiente estaba en todos los periódicos"
"Ahí estábamos nosotros, aliviándonos contra la pared. Y, de repente, salió ese tipo", escribió Richards en Life, su autobiografía. Según el guitarrista, un coche patrulla apareció en la escena casi inmediatamente. "Y un policía enfocó con su linterna el pene de Bill y dijo, 'Bueno, ¿qué estáis haciendo?'. "Y eso fue todo. Al día siguiente estaba en todos los periódicos", concluye.
Las versiones del incidente variaron mucho. Se publicó que la banda había sido arrestada o que el coche de Stones se retiró de la escena en medio de insultos y sacando el dedo medio por las ventanillas del vehículo. Ni siquiera los miembros del grupo coinciden. Pero lo que sí es cierto es que se originó un gran escándalo y que no hubo periódico que no lo contara.
Según Wyman: "Considerábamos el incidente cerrado, pero dos días después el Daily Express publicó una historia que nos sorprendió. Un cliente que estaba en la gasolinera y había anotado la matrícula, dijo a la policía que nuestro comportamiento había sido asqueroso y les dijo que si no nos procesaban ellos, presionaría para un emprender un procedimiento privado".
La multa de 5 libras y la reprimenda
El 22 de Julio de 1965, cuatro meses después, cincuenta policías hacían guardia a las afueras del Tribunal de Primera Instancia de West Ham. Unas 300 personas rodeaban la puerta principal del juzgado y esperaban tras el cordón policial. Jagger, Jones y Wyman habían sido citados. Acusados de conducta ofensiva. Keith Richards acudió en calidad de testigo y declaró que "no había pasado nada en la gasolinera".
Fueron declarados culpables y fueron multados, cada uno, con 5 libras. De acuerdo a Newham Recorder, ese día de la banda en el jugado terminó con una multa menor y una severa reprimenda del juez: 'Solo porque hayáis llegado a lo mas alto de vuestra profesión no significa que que tengáis derecho de actuar así".
"El episodio no nos causó ningún daño"
Dada la gravedad de algunos incidentes que protagonizaron posteriormente —fueron arrestados numerosas veces por infracciones relacionados con las drogas— lo de enfrentarse una multa de cinco libras por orinar contra la tapia de una gasolinera puede parecer una minucia. Pero a mediados de los 60s su carrera estaba justo despegando y la opinión pública se escandalizaba con facilidad. No obstante, el alboroto no detuvo el meteórico ascenso del grupo. "El episodio no nos causó ningún daño e incluso podría haber convencido a algunas personas de que éramos humanos", escribe Wyman en su libro. Su aparición en el juzgado en julio de 1965 coincidió con la llegada al nº1 de las listas en Reino Unido de (I Can't Get No) Satisfaction.
"Lo que pasaba con Bill – y este es uno de los secretos mejor guardados de los Rolling Stones – es que probablemente tenga una de las vejigas más grandes de la humanidad", contaba Keith Richards en 'Life'. "Cuando ese tipo salía de un coche a hacer pis, sabías que tenías que esperar 15 minutos. Quiero decir que no era la primera vez que le pasaba. Que yo sepa, Bill nunca ha tardado menos de cinco minutos".
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop