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Se estrena el "divertido" documental en el que Michael J. Fox se sincera sobre su enfermedad
Al actor le diagnosticaron párkinson en 1991, cuando tan solo tenía 29 años
Un muchacho de baja estatura de una base militar canadiense se convierte en uno de los favoritos de la cultura pop internacional en la década de 1980, pero un impactante diagnóstico altera el curso de su vida. ¿Qué pasa cuando un optimista incurable se enfrenta a una enfermedad incurable?
Michael J. Fox se convirtió en una gran estrella gracias a la serie Enredos de familia y a la saga cinematográfica de Regreso al futuro, pero cuando tan solo tenía 29 años le diagnosticaron párkinson. Todo eso lo cuenta en un documental, titulado STILL: A Michael J. Fox Movie, que se estrena este viernes y que "es, sobre todo, divertido", asegura el actor.
Fue diagnosticado a comienzos de los noventa mientras rodaba la tercera parte de la trilogía Regreso al futuro, concretamente en 1991, y con un perfil mediático en pleno apogeo. En esos momentos, el actor se vino abajo y entró en una espiral de consumo de pastillas y alcohol del que logró salir con el apoyo de su mujer, Tracy Pollan, que interpretaba a su novia en la serie y con la que este verano cumplirá 35 años de matrimonio.
Sin embargo, desde que que supo que tenía párkinson, el actor siguió trabajando y siempre ha usado el humor para enfrentarse a todo porque considera que "la risa es la mayor herramienta".
"Claro que en la vida todo tiene su parte de estrés, de venirte abajo o de tristeza, pero me interesa buscar la parte divertida de las cosas, el humor es lo universalmente humano, y eso es muy poderoso", explica el actor en una conferencia virtual sobre su documental, disponible en la plataforma Apple TV a partir de hoy.
Icono para los espectadores de los años 80 y 90, el actor, de 61 años, asegura que todo lo que ha vivido, incluida la enfermedad que padece, ha fomentado sus sentimientos "y la creatividad necesaria para contar historias", aunque sean sobre él mismo. También explica que ha tenido "mucho tiempo para reflexionar sobre historias vividas y pensar en cómo contarlas" y huye del victimismo a la hora de abordar una enfermedad con la que convive desde hace más de 30 años.
La cinta, presentada en el festival de cine y música South by Southwest en Austin (Texas), aborda más de cuatro décadas, desde que aterrizara con dieciocho años recién cumplidos en Los Ángeles para buscarse la vida como actor sin apenas dinero y formación.
Dirigido por el estadounidense Davis Guggenheim, el documental es un viaje privado donde recuerda los años posteriores al diagnóstico de la enfermedad, cuando seguía siendo un actor despreocupado, pero también se muestra con su entrenador personal y fisioterapeuta haciendo ejercicios físicos y vocales en la actualidad.
"Estaba tremendamente emocionado con la idea de hacer un documental que fuera como una película de los 80; divertido, con gran música y estética marcada, algo diferente a lo que suele verse ahora en pantalla", afirma por su parte el director de la cinta y que considera a Fox un auténtico genio, además de una persona divertida con la que el espectador puede empatizar fácilmente.
"La primera conversación que tuve con Michael me marcó, porque dejaba clara una cosa, y es que huye de la violencia; hay problemas, pero nunca hay violencia en sus historias", añade Guggenheim.
Pese a haberse convertido en un icono por sus interpretaciones y aunque tiene claro que "evidentemente 'Regreso al futuro' fue un punto esencial" en su vida, lo que ha marcado realmente a Fox en su trayectoria ha sido "toda la gente con la que he trabajado, al final yo solo hago películas, no podría decir otra cosa", sentencia el actor.
Ana de la Morena
Periodista y redactora de LOS40 Classic.