Dire Straits: Los verdaderos ‘Sultanes del Swing’ eran “pequeños tipos cansados con jerséis”
Knopfler terminó harto de ‘Sultans of Swing’… y aunque era nº1 en todo el mundo: "no recibí ningún dinero de ella durante años"
Después de tomarse un par de pintas, en un solitario pub inglés de barrio, Mark Knopfler escribió una de las canciones más emblemáticas de Dire Straits. Tenía entonces 28 años y los bolsillos vacíos. Pero lo que vio dentro de ese garito, aquella noche lluviosa y fría, sembró la semilla del tema con el que “empezó todo”. “Todas las buenas canciones, tienen una historia”, decía el bajista John Illsley. Es evidente que Sultans of swing es una buena canción… y esta es su increíble historia.
“Buenas noches. Somos los Sultanes del Swing”
Sucedió una noche fría y lluviosa. Mark Freuder Knopfler, que entonces tenía 28 años, entró en un pub local de Deptford, a tomarse un par de pintas. El local estaba casi vacío. Un par de tipos jugaban al billar al fondo. En un pequeño escenario, situado en un rincón, tocaba una mediocre banda de ‘Dixieland jazz’ ante la absoluta indiferencia de los escasos parroquianos. Impertérritos ante la falta de público… y de talento. "Creo que estaban realmente sorprendidos de que hubiera unas tres o cuatro personas”, recordaba Knopfler en UCR. “Recuerdo que les pedí que tocaran 'Creolo love call' (Duke Ellington) o "Muskrat ramble' (Louis Armstrong). Pienso que les asombró que hubiera alguien en el pub que supiera estos títulos".
“Y al final de la noche, el trompetista, o quien quiera que fuera, anunció, 'Bueno... bien.... Esto es todo; es hora de irse a casa". Y añadió: “Muchas gracias y buenas noches. Somos los Sultanes del Swing”. A Mark le pareció muy gracioso, “porque sultanes no eran en absoluto. Eran más bien pequeños tipos cansados con jerséis”. La grandiosidad del nombre contrastaba notablemente con la decadente realidad que les rodeaba y con su actuación: “No podían ser sultanes de nada si estaban en esa banda, esa noche, en ese pub”. Y eso inspiró Knopfler. Abandonó en pub con la semilla de una idea.
Aburrida y sin brillo hasta que llegó la Fender
Corría el año 1977. Ese verano, Mark Knopfler había dejado su trabajo como profesor de literatura en Essex y se había trasladado a Deptford, un barrio marginal del sureste de Londres. Compartía piso con su hermano David y con John Illsley. En una entrevista publicada en Nub News, el bajista recuerda: “Vivíamos con prácticamente nada y no podíamos ni pagar las facturas del gas”. De ahí su nombre: Dire Straits (graves apuros).
El caso es que cuando regresó a casa, el músico escocés empezó a escribir una canción para esa nueva banda que acababan de formar. La letra llegó rápidamente, y la música la compuso con su fiel guitarra ‘National Steel’. Al principio le parecía “aburrida” y sin brillo. “La primera vez que escuché a Mark tocando una versión de Sultans Of Swing estaba en ese piso, pero la canción era completamente diferente”, apunta Illsley.
Pero el tema cambió por completo, cuando ahorró el dinero suficiente para comprarse su primera Fender Stratocaster de 1961: "Cobró vida tan pronto como la toqué con esa Strat del 61... los nuevos acordes cambiaron, se presentaron a sí mismos y encajaron en su sitio", declaró Knopfler en Guitar World. “Esa siguió siendo mi principal guitarra durante muchos años y fue básicamente la única que toque en el primer álbum”.
La decisiva resolución del DJ
Sultans of Swing fue una de las cinco canciones que Dire Straits grabó en una demo en un pequeño estudio de ocho pistas, Pathways Studios. La misma que llevaron a Charlie Gillet, presentador de 'Honky Tonk' en BBC Radio London. Al influyente DJ le encantó y la cuando la pinchaba en su programa decía: “Voy a seguir poniendo esto hasta que alguien contrate a esta banda”. Eran los días en los que una persona, en una emisora de radio, podía ser decisiva para el éxito de una canción.
El grupo, que buscaba desesperadamente un acuerdo discográfico, empezó a sonar en constante rotación en la radio. Su popularidad llegó a los ejecutivos de las compañías discográficas, que empezaron tomar nota de este potente blues-rock sobre una pésima banda de jazz. En tan solo dos meses, Dire Straits había firmado con Phonogram.
“Y empezó a extenderse como la pólvora”
En Febrero de 1978, el grupo - Mark (vocalista, guitarrista principal), su hermano David (guitarra rítmica), John Illsley (bajista) y Pick Withers (batería y percusión) – regrabó su canción de pub inglés de barrio en Basing Street Studios. Tres meses después, el 19 de Mayo, se convirtió en el primer single de su debut, el homónimo ‘Dire Straits’. Pero no entró en las listas y las ventas no terminaban de arrancar
Así nació el éxito de Dire Straits: mientras tocaba una mediocre banda de ‘Dixieland jazz’ ante la absoluta indiferencia del público
Finalmente, como cuenta el bajista de Dire Straits en Nub News: "Fue en Estados Unidos donde despegó. Las radios empezaron a poner Sultanes del Swing como locas. Y después del éxito en América, regresó a Reino Unido, donde se tuvo que publicar por segunda vez, lo que fue realmente peculiar. Y empezó a extenderse como la pólvora”.
"Yo tenía 28 años cuando Sultanes arrasó”, revelaba Mark en musicradar.com. “Era nº 1 en todo el mundo y todavía seguimos viviendo en Deptford durante bastante tiempo. Yo no recibí ningún dinero de ella durante años".
Harto de tocar la “jodida buena canción”
Sultans of Swing no faltó nunca en los conciertos de Dire Straits. A veces, Knopfler improvisaba y expandía el solo en sus actuaciones. En la grabación de su primer directo, el doble Alchemy: Dire Straits Live (1984), estiró la canción hasta casi 11 minutos. Y lo mismo hizo en el histórico Live Aid de 1985 en el Wembley Stadium. Su épica versión hizo de ellos auténticas superestrellas.
Pero la ha tocado tantas veces que el guitarrista dice estar harto.
Por supuesto, Dire Straits es una de las grandes bandas británicas de los 80s y Sultanes del Swing un clásico. “Supongo que se podría decir que Sultans Of Swing fue la canción con la que empezó todo” reflexionaba Illsley. “Tuvo un enorme impacto. Es el catalizador que te empuja hacia adelante en la vida. La gente dice que tuvimos suerte, pero yo digo ‘¿Qué significa suerte?’. El quid de la cuestión es que era una jodida buena canción y trabajamos jodidamente duro”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop