Especial
‘God save the queen’: Los Sex Pistols solo querían “echarse unas risas” y esto es lo que pasó
La avalancha de ataques sobre la banda no desaparecería hasta su disolución en 1978
Es uno de los singles más controvertidos de todos los tiempos. El más censurado en la historia de Reino Unido. Su portada es una de las imágenes icónicas del siglo XX. Pero resulta que, según Johnny Rotten, ‘God Save the Queen’ solo era "una canción divertida... para echarse unas risas". Lo que provocó fue un escándalo de dimensiones épicas.
En 1977, grandes fiestas y desfiles llenaban las calles de Reino Unido y de los territorios de la Commonwealth. Se conmemoraba el 25º aniversario de la ascensión al trono de la reina Isabel II, el llamado Jubileo de Plata. Un gran acontecimiento que no todos celebraban. Entre los que detractores de la monarquía, figuraban cuatro jóvenes músicos, de poco más de 20 años, que llevaban un tiempo acaparando la atención de los medios. La gota que había colmado el vaso había sido una entrevista en Thames Televisión en la que pronunciaron las palabras ‘prohibidas’ - "dirty fuck", "dirty bastard", “You fucking rotter", “shit"… pero eso no era nada comparado con lo aún estaba por llegar.
Manejados por el celebérrimo Malcolm McLaren, el cuarteto de irreverentes veinteañeros que tanta controversia había causado en los tabloides del país se llamaba Sex Pistols. Estaba formado por el vocalista Johnny Rotten (John Lydon), el guitarrista Steve Jones, el batería Paul Cook y el bajista Sid Vicious (que acababa de sustituir a Glen Matlock en el puesto).
El 27 de Mayo de 1977, estalló un tremendo alboroto cuando publicaron su propio ‘himno nacional británico’. Al menos, se titulaba igual: ‘God Save the Queen’. Originalmente llamado No future, la banda había tocado el tema en directo, e incluso había grabado una demo con ese nombre. Pero la cambiaron cuando al cantante líder, Johnny Rotten se le ocurrió la idea de burlarse de la monarquía británica.
Y se mofaban a lo grande. Entre otras cosas, la letra catalogaba a la monarquía de “régimen fascista”, decía que la reina, “no es un ser humano”, o repetía "no hay futuro para ti”. Era un himno punk anti-autoritario con el que empatizaba mucha gente joven que se sentía alienada y desilusionada con una monarquía anticuada. También era una rebelión contra la política británica. Para otros era impertinente y de “asqueroso mal gusto”. En cualquier caso, ‘God Save the Queen’ se convirtió en uno de los singles más controvertidos de todos los tiempos.
Y si la letra hería la sensibilidad de los monárquicos, la transgresora portada no se quedaba atrás. Diseñada por James Reid, muestra la imagen de la reina Isabel II, del fotógrafo Cecil Beaton, con los ojos y la boca ‘tapados’ con bandas negras. Y sobra ellas el título de la canción y el nombre del grupo escritos con una tipografía al estilo de las notas que dejan los secuestradores o terroristas para pedir rescates. Lo que incrementó todavía más ira del ‘establishment’. Aun así, es una de las imágenes icónicas del siglo XX.
La naturaleza ofensiva de la composición de Glen Matlock, John Lydon, Paul Cook y Steve Jones, no solo no sentó bien a la realeza. Indignó a una gran parte de los británicos. Los miembros de la banda llegaron a ser agredidos en la calle. La canción se prohibió en la BBC y en casi cada emisora de radio y televisión independiente de Gran Bretaña. Los principales minoristas se negaron a venderlo, e incluso en las fábricas, hubo trabajadores que tampoco quisieron participar en la elaboración del vinilo. Se convirtió en uno de los discos más censurados de la historia del país.
Ser una ‘canción tabú’, la convirtió en ‘objeto de deseo’. Y la atracción por lo prohibido hizo que vendiera la increíble cantidad de 150.000 copias… solo en su primera semana. A pesar no hacer promoción, el vinilo voló de las estanterías y alcanzó el puesto nº2 de la lista oficial de ventas de UK (donde una línea en blanco representaba el título de la canción), por debajo de I don’t want to talk about it de Rod Stewart. Eso sí, persistieron los rumores de que la canción de los Pistols, realmente había vendido más copias.
Muchos años después, en Official Charts.com, John Lydon (Johnny Rotten) manifestó que nunca fue su intención arremeter contra el Jubileo de Plata de la reina: “Escribí un disco. No era sobre un momento específico de la historia. Escribí un disco sobre un tema que me importaba a mí, de manera personal, y entonces toda esta situación lo envolvió y se disparó. Nunca la hice con rencor o despecho contra el Jubileo. No creo que se haya entendido”. En Rolling Stone manifestaba: “Expresaba mi punto de vista de la monarquía en general y de cualquiera que te pida obligaciones. Eso es inaceptable para mí. Tienes que ganarte el derecho a pedir mi amistad y mi lealtad”. Para el cantante de los Pistols, God Save the Queen era “una canción divertida, solo para ‘echarse’ unas risas”. Nunca pensó “que se tomara como una declaración de guerra civil”.
Paul Cook coincide: “No se escribió específicamente para el Jubileo. No éramos conscientes en ese momento. No era un intento forzado de conmocionar a todo el mundo”.
El segundo single de Sex Pistols, además de ser la banda sonora de un momento histórico, formó parte del único álbum del grupo, Nevermind The Bollocks, Here’s The Sex Pistols (nº1 en UK y un emblema del punk rock). La avalancha de ataques no desaparecería hasta su disolución. En Enero de 1978, después del último concierto de una difícil gira por USA, Rotten anunció la ruptura de la banda.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop