El teleférico más empinado se encuentra en Europa: tiene 110 años, es subterráneo y conducirlo requiere coraje
Una para imprescindible en tu próximo viaje

Teleférico Karlovy Vary / anouchka
En el corazón de Europa, en la pintoresca ciudad de Karlovy Vary, se encuentra una maravilla de la ingeniería que ha desafiado el paso del tiempo y la gravedad durante más de un siglo.
El Teleférico Imperial, conocido localmente como la "lanovka", es el teleférico subterráneo más empinado del continente, con una inclinación de 49% (por mil). Este medio de transporte, que data de 1907, no solo es un testimonio de la destreza técnica de su época, sino también una atracción que requiere una buena dosis de coraje para ser conducido.
Un vestigio del pasado
El Teleférico Imperial fue construido en una época en la que Karlovy Vary, también conocida como Carlsbad, era un destino de moda para la élite europea. La concesión para su construcción fue otorgada en 1906, y en tan solo un año, el teleférico estaba en funcionamiento.
Inicialmente, su propósito principal era facilitar el transporte de materiales para la construcción del lujoso Hotel Imperial, pero pronto se convirtió en un medio esencial para los visitantes que deseaban acceder a las famosas fuentes termales de la ciudad.
Un viaje de coraje
Lo que distingue al Teleférico Imperial no es solo su antigüedad, sino también su inclinación extrema y su recorrido subterráneo. Con una longitud de 127 metros, este teleférico ofrece un viaje corto pero emocionante que se siente como una verdadera aventura. Descender por un túnel oscuro y empinado, sabiendo que este medio de transporte ha estado en funcionamiento durante más de un siglo, es una experiencia que pone a prueba el valor de cualquiera.
Explorando la ciudad
Además del Teleférico Imperial, Karlovy Vary cuenta con una serie de atracciones que vale la pena explorar. La Colonnade del Molino, una estructura neorrenacentista, ofrece un paseo encantador a lo largo del río Teplá. Desde aquí, se puede disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores. Otra visita obligada es la iglesia de Santa María Magdalena, un impresionante ejemplo de arquitectura barroca.
Un destino cultural
Karlovy Vary no solo es famosa por sus aguas termales y su teleférico, sino también por su vibrante escena cultural. La ciudad alberga el prestigioso Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, uno de los festivales de cine más antiguos del mundo. Este evento atrae a celebridades y cineastas de todo el mundo, y es una excelente oportunidad para sumergirse en el ambiente artístico de la ciudad.
El Teleférico Imperial de Karlovy Vary es más que un simple medio de transporte; es un testimonio de la ingeniosidad humana y la perseverancia a lo largo de los años. Con su inclinación vertiginosa y su historia fascinante, este teleférico subterráneo sigue siendo una atracción imperdible para cualquiera que visite esta encantadora ciudad checa. Así que, si alguna vez se encuentran en Karlovy Vary, no duden en subirse a la lanovka y experimentar un viaje que combina historia, emoción y un toque de coraje.