El caso real detrás de ‘Balandrau’: la tragedia blanca de los montañeros en los Pirineos
El catalán Fernando Trullols rueda una película basada en los hechos que ocurrieron en el año 2000

Pirineos catalanes con nieve / AngelPietro
Tras el rotundo éxito de La sociedad de la nieve, la película dirigida por J.A.Bayona inspirada en el libro de Pablo Vierci que habla del accidente aéreo ocurrido en los Alpes en 1972; sumado a los últimos éxitos de los filmes catalanes El 47 y La casa en flames, el director Fernando Trullols prepara un largometraje que parece tener los mismo ingredientes de éxito que estos antecesores: Balandrau.
Bajo este título, el cineasta catalán llevará a la gran pantalla —por primera vez en su carrera— la historia real de un grupo de montañeros que en el año 2000 sufrió las terribles consecuencias de una inesperada avalancha de nieve en los Pirineos catalanes.
La película está protagonizada por Álvaro Cervantes, Bruna Cusí, Marc Martínez, Pep Ambrós, Francesc Garrido, Ágata Roca, Anna Moliner y Jan Buxaderas, entre otros; y esta es la historia real.
Qué pasó en Balandrau, la 'tragedia helada'
El 30 de diciembre del año 2000, una cruenta tormenta de nieve sacudió varias partes del país, afectando especialmente al territorio montañoso de los Pirineos catalanes. Allí, en la comarca del Ripollès se encontraban de excursión seis amigos que hicieron una intrépida visita a las alturas.
Entre ellos se encontraba Josep Maria Vilà, un bioquímico de 27 años, que había ido hasta allí para hacer una ruta hacia la cima del Balandrau en esquí de montaña con su novia y otros amigos. Todo indicaba que ese sería un gran día para practicar un poco de esquí y despedir de la mejor manera el año, pero ese mismo día, sobre las 14 horas de la tarde, ocurrió lo imposible.
Una potente ráfaga de viento de más de 130 kilómetros por hora atizó a este grupo de amigos y al resto de personas que habían ido a la montaña como cualquier otra jornada, ya que las predicciones meteorológicas no predijeron lo que ocurrió. A pesar de sus intentos por tratar de resguardarse del viento, cuanto la ventisca se detuvo, las cosas no mejoraron.
Tal y como relata el meteorólogo Jordi Cruz en su libro 'Tres noches de ventisca y un Fin de Año. Crónica de una tragedia en el Pirineo', los montañeros se enfrentaban a una sensación de -40 grados, sin apenas comida ni agua y así hicieron frente a la primera noche.
En ese tiempo, el bioquímico tuvo que sobrevivir a la trágica muerte de una de las personas a las que más quería y, con esfuerzo, logró sobrevivir hasta que los equipos de rescate de la GRAE y de otros equipos de emergencias que se desplazaron desde Francia y Andorra.

Sandra Escobar
Periodista de LOS40.