Jason Isaacs revela cómo fue convivir durante 7 meses con sus compañeros de reparto de ‘The White Lotus’: “Todos nos volvimos un poco locos”

Desde su primera temporada, The White Lotus ha sido una de las series más vistas de la plataforma Max, propiedad de Warner Bros, y su tercera entrega (cuya primera parte ya está disponible) ha sido sorprendente para muchos. Entre los miembros del elenco de actores que han participado en esta temporada está el gentleman Jason Isaacs.

El británico, a quien hemos podido ver en algunas de las sagas de Harry Potter o interpretando al mismísimo Capitán Garfio moderno, se ha sentado a charlar con la revista Fotogramas sobre su personaje en la serie, Tim Ratliff, sobre el polarizado entorno del rodaje en Tailandia y para vanagloriar el trabajo de su creador, Mike White.

"Mike escogió Tailandia para ambientar esta temporada por algo y es porque se trata de un lugar donde la gente va en busca de iluminación espiritual. Buscan la versión para ricos, donde puedes comprar iluminación espiritual por tres días y alquilarla", reflexionaba el actor ante las preguntas del periodista.

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Al ser preguntado sobre el turistificado país en el que se ha rodado la tercera temporada de la ficción, Isaacs ha resaltado su "tremenda" riqueza y pobreza. "Hace que Occidente parezca muy sepia y fosilizado", ha dicho.

Y, por lo que parece, sabe bien de lo que habla, ya que a pesar de haber viajado hasta allí con motivo del rodaje, tanto el actor como casi todo el equipo se afincaron en Tailandia durante mucho más tiempo de lo normal: 7 meses. Como cuenta el británico en la revista española, fue del todo "inusual", ya que él normalmente viaja por periodos de unos 3 o cuatro meses, pero esta vez fue diferente.

Lo más curioso es que no fue un viaje solo de trabajo, sino más bien de inmersión y empape de la cultura. Tanto Jason Isaacs como el resto de sus compañeros de reparto convivieron durante todo ese tiempo juntos, pero sin trabajar; solo conectando.

"Estábamos allí todos, viéndonos las caras, desayunando, comiendo y cenando, siete días a la semana. Era como si estuviéramos en un universo paralelo que viene de Matrix y la gente era mitad ellos mismos, mitad sus personajes o se reinventaban parcialmente", relataba.

Sin embargo, lo que menos gustó al actor de todo ese tiempo en el país del sudeste asiático fue el tiempo (calor y humedad excesivas) y lo insectos; factores que hicieron que esos meses no fueran, ni mucho menos, como unas vacaciones. Pero, además, la convivencia se hizo un tanto peculiar, ya que Isaacs logró conectar de verdad con su familia ficticia y todos hicieron vida familiar en la realidad:

"Me enamoré de mis hijos. [...] Me sentía como su padre. Bueno, en realidad me sentía como su amigo, pero a veces recordaba que me miraban y que era mucho mayor que ellos. Me cuidaron porque me sentía solo hasta que llegó mi esposa. [...] Ellos venían todos los días y veíamos películas, comíamos, jugábamos y nos reíamos".

Aunque no todo era siempre igual de idílico y tantos meses entre la humedad y una cultura tan alejada de la suya fraguaron entre todo el equipo. "La gente se volvió un poco loca. Todos nos volvimos un poco locos en distintos momentos", señalaba con picardía el actor. Pero antes de desvelar más detalles, matizó: "Como se dice en la serie, lo que pasa en Tailandia se queda en Tailandia".