Michael Jackson y Elton John, casualmente unidos por una injusticia
El 8 de Abril de 1990, tras más de cinco años luchando contra el SIDA, Ryan White sucumbió a la enfermedad. Tenía 18 años.
Michael Jackson y Elton John coincidieron por casualidad. No se habían puesto de acuerdo. Quiso el azar que los dos empatizaron con Ryan White y permanecieran a su lado, apoyándole en su causa. A los 13 años había contraído el SIDA tras una transfusión de sangre. Le expulsaron del colegio. Michael se hizo su amigo, le invitó a Neverland, le compró una Polaroid y un Mustang rojo, y le dedicó un vídeo. Elton John le visitó, le acompañó en el hospital y, el 11 de Abril de 1990, cantó en su funeral y portó su féretro. Convertido casi en un héroe nacional, Ryan dejó un inmenso legado. Al autor de ‘Nikita’ le salvó la vida.
Ryan White. Un adolescente de Kokomo, Indiana, al que diagnosticaron hemofilia poco después de nacer, en 1971. El tratamiento más común eran las transfusiones. En una de ellas se contagió de SIDA. Tenía entonces 13 años. Cuando quiso regresar al colegio, muchos padres y profesores se manifestaron en contra. Fue expulsado. La ignorancia sobre la enfermedad en aquellos 80, llevaba a pensar que solo el contacto casual era contagioso. Un estigma. El caso tuvo una enorme repercusión en el país. White se convirtió en referente y portavoz en la lucha contra el VIH. Tuvo a su lado a dos grandes estrellas que le apoyaron en todo momento: Michael Jackson y Elton John. Tras una larga batalla legal, finalmente, le readmitieron.
Michael Jackson fue enormemente generoso con Ryan y su familia. Como se supo después, les invitó a su rancho de Neverland y pasaron momentos muy felices. Aunque no estaban permitidas las fotos, Michael mandó que buscaran una Polaroid y posó sonriente con el joven. Después, le regaló la cámara. A veces, White iba solo a la propiedad de Michael y jugaba con el chimpancé Bubbles. Le encababa la sala de cine. Un día llamó a su madre y le contó que había estado tres horas viendo 'Los tres chiflados' junto a Michael. Cuando el ‘rey del pop’ supo que su coche favorito era el Mustang, le compró uno de color rojo. Hubo buena comunicación entre ellos. Se respetaban. Ryan no quería que la gente sintiera pena por él y nunca le habló de su enfermedad. Michael no se compadeció de él. Pero sí le prometió que aparecería en su próximo vídeo.
Elton John empatizó desde el primer momento con el joven. Le apoyó en la lucha por sus derechos. Incluso se trasladó a Indianápolis para estar con la familia y ayudarles lo mejor que podía. El 2 de Abril de 1990, le visitó y estuvo junto a su cama en el Hospital Infantil Riley. También hizo una aparición sorpresa en el concierto benéfico Farm Aid del 7 de Abril dedicándole su última canción, ‘Candle in the wind’. El 8 de Abril de 1990, Ryan sucumbió a la enfermedad. Después de 5 años y medio lucha. Tenía 18 años.
El 11 de Abril se celebró el funeral, retransmitido en directo por la CNN. Asistieron más de 1.500 personas. Cientos de ellas no pudieron entrar y permanecieron fuera, bajo sus paraguas, hasta que acabó el oficio. La Segunda Iglesia Presbiteriana estaba rodeada de fuertes medidas de seguridad. Acudió la primera dama, Barbara Bush, en su limusina. Michael Jackson, vestido de negro y con un brazalete rojo, se situó junto a la madre y la hermana del adolescente fallecido. Elton John fue uno de los porteadores del féretro y como cierre de la ceremonia, cantó, sentado al piano, su clásico de 1969, ‘Skyline pigeon’. Cuando la iglesia se vació, la familia y los amigos más íntimos se acercaron al ataúd para dar su último adiós. Elton John también se acercó y acarició al joven. Se recuerda como uno de eventos más colosales de Indianápolis.
Cuando acabó el funeral, Michael Jackson se acercó al domicilio de Ryan White. Le acompañaba Donald Trump. Abrió la puerta su madre, Jeanne, que se abrazó llorando a la estrella. Después, se aproximó a Mustang rojo que había regalado a Ryan un año antes. Y cuando entró y lo arrancó, estaba sonando 'Man in the mirror'. "Las pequeñas cosas hacían feliz a Michael", contaba Jeanne en ‘The Early Show ‘. "Podías verlo en sus ojos. Sonreía de oreja a oreja. Y dijo 'Fui la última persona a la que Ryan escuchó'. Yo le dije, 'sí'. Porque Ryan ponía 'Man in the mirror’ una y otra vez"
Pero el recuerdo más especial para la familia de Ryan es 'Gone too soon'. Tres días después del funeral, Michael llamó a la madre de White y le dijo que había prometido a su hijo que estaría en su próximo vídeo, y “ahora que él se ha ido, no puede aparecer”. Pero encontró la manera. El vídeo de 'Gone too soon' incluye imágenes de Ryan, de su vida con la enfermedad, de su funeral, las que se plasmaron en los medios que le convirtieron en la cara del SIDA: "Es un recuerdo que compartiremos para siempre".
Ryan White cambió la vida de Elton John para siempre. Como confesó años después, en esa época estaba a punto de morir. Sufría depresión y consumía descomunales cantidades de cocaína, alcohol y comida en un intento de auto-medicarse. En una entrevista con Rolling Stone de 2004, declaró: "Estaba enorme, tenía el pelo blanco. Parece que tenía 70 años". Su experiencia con White le dio una razón para volver a vivir y seis meses después entró en rehabilitación. "Si no hubiera sido por Ryan y Hugh (su novio en esa época) realmente me hubiera ido. Gracias a Dios estoy aquí". Y en Indy Star explicó: "Tuve la suerte de conocer a Ryan White y a su familia. Quería ayudarles, pero terminaron ayudándome a mí mucho más. Ryan fue la chispa que me ayudó a recuperarme de mis adicciones y empecé la fundación AIDS. Seis meses después de su muerte, dejé el alcohol, y la cocaína, y me limpié". En el evento benéfico ‘A Celebration of the Life and Legacy of Ryan White’, el 28 de Abril de 2010, Elton John se dirigió al público y dijo: "No te encuentras a gente como Ryan muy a menudo. Así que solo puedo decir, 'Gracias, gracias, gracias'.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop