La cruel realidad que oculta la industria del foie grass
La Fundación Igualdad Animal denuncia al sector por publicidad engañosa, al considerar que oculta el proceso necesario para obtener este producto, extremadamente cruel con los animales.

La producción de foie grass indigna a los colectivos animalistas. / margouillatphotos
El foie grass (en francés, "hígado graso") es, para muchos, una delicia culinaria. Pero no todo el mundo sabe la controversia que esconde. Para elaborarlo, se alimenta forzosamente a patos o gansos a través de una técnica llamada 'gavage', mediante la que se introduce un tubo en la garganta de los animales varias veces al día. Cuando el hígado alcanza un tamaño 10 veces mayor al normal, el animal es sacrificado.

Los patos u ocas son alimentados forzosamente para obtener foie grass (foto: Igualdad Animal). / Irene Rivero

Los patos u ocas son alimentados forzosamente para obtener foie grass (foto: Igualdad Animal). / Irene Rivero
Esa crueldad es la que hace que su producción esté prohibida en muchos países del mundo, como Alemania, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Italia, Polonia, Austria, Países Bajos, Suiza, República Checa, Argentina o Turquía. En 2014, el Gobierno de India dio un paso más y prohibió la importación de este producto, convirtiéndose en el primer país en tomar esta medida. Por el contrario, sí está permitido en Francia, España, Bulgaria, Bélgica y China.
La industria del foie grass es consciente de que el 'gavage' no es plato de buen gusto para muchos de sus potenciales consumidores. De ahí que trate de ocultarlo o, al menos, de no darle demasiada visibilidad. Y eso es precisamente lo que ha llevado a la Fundación Igualdad Animal a interponer, este miércoles una denuncia contra INTERPALM, la asociación de productores de foie gras, ante el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
Prácticas "desleales"
Según Igualdad Animal, INTERPALM (cuyo nombre es un acrónimo de la interprofesional de palmípedas grasas, como también se denomina al foie) incurre en prácticas desleales en la comercialización de este producto, pues oculta deliberadamente información sobre el verdadero proceso de obtención del foie gras.

Javier Moreno y Anna Mulá, de Igualdad Animal.

Javier Moreno y Anna Mulá, de Igualdad Animal.
"Esta omisión deliberada interfiere en el comportamiento de los consumidores, quienes otorgan una gran importancia al bienestar animal, y se ven influídos por una percepción errónea sobre las condiciones de vida de los patos y las ocas involucradas en la producción de foie gras", explica Anna Mulá, gerente de incidencia legislativa en Igualdad Animal.
"Además, las decisiones de compra de los consumidores no son libres, ya que están condicionadas por la información falsa o sesgada proporcionada por INTERPALM, lo que también perjudica a otros competidores en el mercado que ofrecen alternativas respetuosas con el bienestar animal".
Se da la circunstancia de que, el pasado mes de octubre, Igualdad Animal hizo entrega en el Congreso de los Diputados de más de 100.000 firmas de ciudadanos que exigen la prohibición de esta práctica en el país. Están convencidos de que, dada la mayor concienciación en materia de bienestar animal, si todo el mundo viera lo que esconden productos como el foie grass, se plantearían seriamente su consumo.