Estás usando mal tu lavavajillas: este es el programa que debes evitar a toda costa
Cuidado, seguramente uses el programa equivocado
El lavavajillas es uno de los electrodomésticos más útiles en el hogar moderno, ahorrando tiempo y esfuerzo en la limpieza de la vajilla. Sin embargo, no todos los programas de lavado son iguales, y uno en particular puede estar causando más problemas de los que resuelve.
A diferencia de un ciclo normal, el programa rápido suele utilizar una temperatura de lavado más baja y un tiempo de remojo reducido. El resultado: los residuos persistentes, como grasa o comida incrustada, no se eliminan correctamente. Esto puede obligarte a reiniciar un ciclo o terminar el trabajo a mano, anulando cualquier ahorro de tiempo inicial. Por lo tanto, para aprovechar al máximo tu lavavajillas, es mejor optar por programas clásicos o ecológicos a diario.
El ciclo eco, aunque dura más, funciona a temperaturas más bajas y optimiza el consumo de agua y energía. Los ciclos intensivos, por su parte, son perfectos para platos muy sucios, mientras que los ciclos delicados protegen tus frágiles platos y vasos. ¡Y ese no es el único inconveniente!
A primera vista, el programa rápido puede parecer más respetuoso con el medio ambiente gracias a su reducida duración. En realidad, este no es siempre el caso. Mientras que algunos lavavajillas modernos optimizan el consumo de agua y energía incluso en modo rápido, la mayoría de los electrodomésticos más antiguos utilizan más recursos por minuto para compensar el tiempo reducido. Ciertamente va rápido, pero consume mucha más energía al inicio del ciclo porque calentará el agua muy rápidamente. Este rápido calentamiento aumenta rápidamente la factura.
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