Rayden: “En España hay más cultura de gin tonic que de música”
Hablamos sin tabúes de Mariano Rajoy, Kendrick Lamar, Gran Hermano, refugiados, desigualdad y un montón de temas más
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Si coges TErminAMOs y otros poemas sin terminar, el segundo libro de Rayden, y lo lees de un tirón sin conocerle, te puedes llevar la idea de que es un joven muy intenso con muchas cosas que criticar. Impresión errónea. La poesía hay que leerla a trazos, y a momentos, con margen para la reflexión. Es la mejor forma de darse cuenta de que David Martínez Álvarez es un millennial consciente de la época que le ha tocado vivir, que no quiere cambiar la vida de nadie sino ayudar a abrir los ojos ante ciertas realidades para que podamos juzgar por nosotros mismos.
No tiene tabúes a la hora de hablar de ningún tema, es El Principito del siglo XXI que, bajo su inocente y a veces ingenua mirada, se sensibiliza con los refugiados, denuncia la desigualdad, admite no sentirse patriótico, reconoce la inestabilidad en la que vivimos y a la vez repara en lo positivo que tiene la vida, que no es poco. Sobre todo en su caso que está a punto de ser padre y sabe lo que es tener reconocimiento de público y crítica. Su libro se acaba de publicar y ya está en marcha la segunda edición.
Con su música ha tocado conciencias, con sus redes sociales ha movilizado a miles de seguidores y con sus libros ha creado un ejército de utópicos que creen que un mundo mejor es posible. De todo eso hemos hablado con él, en su marco de humildad que no le permite levantar los pies del suelo. “Como no logro gestionar este tipo de sensaciones, parece que le pasa a otra persona”, reconoce.
Como confiesas en uno de tus nuevos poemas, te han llamado juntaletras, pseudopoeta… ¿eso hiere?
No porque España es un sitio que se rige por la anti meritocracia, el éxito de primeras es sospechoso. Si algo triunfa, ¿qué pasa? Luego compruebas y juzgas, pero de primeras no sienta bien que algo triunfe o sea valorado por la mayoría. Para los raperos soy una persona que escribe poesía y la rapea y para los poetas soy un rapero que escribe poesía y la recita. Me gusta esa tierra de nadie y es señal de que hago algo que muy poca gente se atreve a hacer. Cuando no tienes mucho miedo, se refleja.
¿Eso es valentía o locura?
Todos somos locos pero mi locura se refleja en valentía y ‘echapalantismo’.
Y cuando te llaman ‘Puto amo’, ¿te lo crees más?
Tampoco. Valoro más cuando alguien me dice ‘gracias por lo que haces’ que cuando alguien dice ‘eres el mejor’ porque eso son gustos, hoy gustas y mañana no. Me gustan los seguidores de mi trabajo, los cómplices de mi trabajo, los fans…bueno, y los fanáticos no me gustan ni en el fútbol.
En la portada tachas el nombre de Rayden para darle primer plano a David Martínez Álvarez, ¿separando personaje de persona?
Es curioso porque siempre tenía miedo de diferenciar persona y personaje por miedo a que el personaje devorase a la persona. Al final ha sido al revés y una vez que estoy tranquilo lo que quería diferenciar mucho es el plano prosa poética, el plano libro del plano música.
Tus amigos te reconocen en El Principito, ¿es tu parte de persona o de personaje?
Persona. A veces me siento un poco así, parece que tienes que pedir perdón por ser inocente. ‘De bueno tonto’… no, de bueno tonto, no, de bueno malo, los otros que se aprovechan, o la inocencia que se pierde, o la empatía, o esa cosa de preguntar todo… Es un libro que suelo leer una vez al año porque no quiero perder esa parte.
La luna es un recurso muy poético y la has escogido como hilo conductor del libro, ¿eres nocturno?
Creo que las grandes chispas de los fuegos de este libro han sido de noche. Cosas que a lo mejor he vivido o he pensado. Soy bastante nocturno aunque me levanto a las 8 de la mañana para ponerme a escribir pero me acuesto a la una. Soy nocturno en el hecho de plantearme todo. ¿Qué ha pasado en el día? ¿Qué ha pasado en el mundo? ¿Qué va a pasar mañana?
Ahora que vas a ser padre, eso de vivir las noches, te va a venir bien. ¿Cómo afrontas este nuevo reto en tu vida?
Con muchas ganas de ver la cara a una persona que, es curioso, no la has visto y ya la quieres. Es como un instinto, como que sientes que has nacido para ello, has nacido para ver nacer a otra persona que llegue un día en el que te llame padre. Lo que sí que tenía era un reto muy alto con una canción que le estaba haciendo para el siguiente disco. Tenía miedo de no estar a la altura. Mucha gente dice que suelo tratar muy bien las temáticas, que suelo dar en el clavo, así que, en esto lo tenía que bordar y al final he hecho la mejor canción que he hecho, de momento, en mi vida. Hablo del proceso del pequeño torbellino.
En otro de los poemas le das voz a tu chica para hacer la lista de tus bondades. ¿La de tus defectos sería más larga o no?
- CANDOR (A SUS OJOS) (fragmento)
Yo creo que daría para hacer una enciclopedia Espasa. Creo que es bonito que cuando tienes delimitados los defectos en la oscuridad sabes proyectar mejor la luz y yo soy una suma de defectos que hace que los descartes, que son los aciertos, brillen.
¿No te dio cierto pudor que hablara tan bien de ti?
Me vendió muy bien, qué va a decir una novia a la que le vas a dar un hijo. En Herido diario (su primer libro) hay un poema que se llama Candor en el que hago una lista hablando de eso. Un día estábamos hablando y dijo ‘no paras de escribir de mí y te voy a tener que cobrar…no, no, mete un poema’, le dije. Le lancé un reto y lo hizo.
El que también toma la palabra es Risto Mejide, polemista donde los haya, ¿lo escogiste tú?
Fue una suma de casualidades. Yo le sigo porque me parece una de las cabezas pensantes de este país, una persona muy inteligente, incluso entrando en si te gusta el personaje o no. Todo empezó discutiendo por twitter si Ben Affleck iba a ser un buen Batman o no. Me empezó a seguir, empezamos a hablar y se quedó la cosa en ‘stand by’ hasta que empezó a seguirme su novia porque Risto le había regalado mi primer libro. Me lo dijo la novia y le di las gracias por haber considerado que mi libro podía ser considerado un regalo. Le envié la maqueta de este segundo libro y le dije que si le gustaba y quería ponerle unas palabras de anticipo me encantaría y me dijo ‘con tal de marcarme un tanto ante mi novia, lo que haga falta’. Y para delante. En San Jordi iré a Barcelona y seguro que coincido con él y tendremos una conversación de horas y horas. A mí lo que más me gusta del libro es el prólogo. Lo leí y dije, ‘no me jodas, si alguien me quiere dar por algún lado me puede decir que lo mejor que tiene el libro es el prólogo y tiene razón’.
En Generación de los 27 y la crisis de los 30 dejas caer que estos músicos están injustamente idealizados.
Mejor valorar en vida que idolatrar en muerte y así con todo. Me niego a pensar que el potenciador de calidad de una persona sea mitificar su muerte o que sea leyenda.
Yo pensé que ese poema iba más por el tema de mitificar la autodestrucción.
Sí. La gente en lugar de buscar espejos en los que mirarse busca malos ejemplos que los justifiquen. La gente empatiza más en la autodestrucción que en ser un ‘comeflores happy full’. Si todos estamos mal que alguien haga un espectáculo de su autodestrucción es un plus que le evalúa. Si alguien es bastante positivo y abraza la vida es un vende humos, comeflores, utópico. Me planteo por qué pasan esas cosas, por qué la gente se siente más cómoda en ese caos oscuro que en proyectar luz.
También das espacio a la omnipresencia de los móviles en nuestras vidas. ¿Nos están conquistando?
Sí, pero es que son muy completos. Antes veía a gente leyendo un libro o escuchando música, o leyendo un periódico, ahora lo hacen con el móvil. Es una cosa difícil. Cada vez todo se está focalizando más en el dichoso móvil…este fin de semana yendo de gira se me estropeó el móvil y…
Oh…Drama…
Me di cuenta de que está toda tu vida ahí. Estuve día y medio sin móvil y eso era un horror, el fin de semana que había sacado el libro… Me dejaron un móvil y metí la tarjeta, encima no sabía quitarle la vibración, y mi novia embarazada al lado que no podía dormir… lo metí en el baño y pedí disculpas. En esos momentos te das cuenta del peso que tiene, tanto que, incluso, puede ser un motivo de discusión con la pareja.
Hoy en día: ¿Se puede hacer crónica social sin dejarse tocar por la tragedia de los refugiados? También Vanesa Martín se sensibiliza con esta tragedia en su debut como poetisa.
Yo más que un cronista de mi tiempo me siento un damnificado de mi época y eso es tener claro de que no busco un efecto sino que el efecto, si hablo de algo social que me duele, es porque realmente empatizo con ello. Cuando se vio al niño boca abajo en la playa o mil muertes injustificadas y ver que la gente se está acostumbrando a eso, te das cuenta de que se está atrofiando la compasión. Cuando vi eso, estaba hablando con Aura Garrido y estábamos los dos por el whats app a punto de reventar. Nadie siente. Todo el mundo está impávido ante esto. Todos eran jueces por redes e incluso hacían humor negro. Creo que todavía no sabía que era padre y pensaba, ‘si traigo a un niño al mundo, ¿a qué mundo le traigo?’.
Vivimos en tiempo de Inés (inestabilidad), ¿crees que hay solución a eso?
A todo le ponen etiquetas, ahora dicen que somos millennials. En realidad somos una generación puente que tiene que estar a la altura de sus predecesores. Nuestros padres se casaban pronto, tenían la vida hecha, una vida estable, con plan de pensiones, una casa comprada…pero luego, a la vez, vemos cómo con las nuevas tecnologías tenemos acceso a todo, nos podemos comunicar con muchísimas personas y te das cuenta de que no necesitas una casa, ¿para qué necesitas un coche? Una pensión…bueno, yo ahora empiezo con eso porque no sabes dónde va a acabar esto. Pero estamos aprisionados entre dos energías, a veces somos muy carcas para unas cosas y muy innovadores para otras.
Inestabilidad generacional, ¿y la política?
Nos venden inestabilidad pero creo que lo tienen todo muy marcadito, todos los tiempos, aquí me hago una foto, aquí me callo, aquí destapo una cosa y le doy mucha importancia y aquí hago un parón informativo. Yo creo que están muy tranquilos pero que nos venden inestabilidad para instaurar la crisis del miedo para que te aferres como a un clavo ardiendo a un partido. Ayer vi el programa de Salvados y para mi tiene muchísima cara ese personaje, como persona será muy noble, el señor Mariano Rajoy pero tiene mucha cara y los poetas no podemos negarnos a escribir ciertas cosas pero él las obvia…repetía lo mismo. Y le veías tan tranquilo.
Yo le diría (a Mariano Rajoy) que igual que él no me representa como político espero que yo no le represente como músico.
¿Te imaginarías a Mariano Rajoy diciendo que su disco favorito del año es el tuyo como hizo Obama con el de Kendrick Lamar?
Yo le diría, sin que esto sirva de titular, que igual que él no me representa como político espero que yo no lo represente como músico. ¡Si en muchas de las ocasiones en las que utilizo la palabra es para luchar contra cosas por las que él aboga! Sin hacer sangre, sin faltar al respeto ni nada. Yo sé que Alberto Garzón me escucha pero comparto bastante sus ideas. En cuanto a Pablo Iglesias, sé que hay gente del partido que me escucha, en el fondo también lo celebro. Con Pedro Sánchez no comparto nada, me daría igual, pero Mariano Rajoy, si dices que escuchas mi disco es que no estás escuchando porque si lo escuchases te harías una idea de que no puedes empatizar con lo que digo. Supongo que para Kendrick sería una pasada. Yo que le sigo y tiene pocas fotos le ves una en la Casa Blanca con Obama viendo unos trofeos.
Según reflejas en tu poesía Gran Hermano, Sálvame, MYHYV o el Toro de la Vega, son síntomas de tercermundismo…eso es criticar los gustos de mucha gente.
Son programas o espectáculos que alinean a la masa, que generan debate y, sobre todo, suplen carencias de la gente. La típica persona mayor que dice esa frase de ‘pongo la tele y me hace compañía’, a lo mejor los pobres es que no tienen acceso a otro tipo de cosas y prefieren hablar del reflejo de los artistas del hambre que son los que aparecen en los reality que venden su día a día sin hacer nada y que no tienen otra actitud que estar y eso genera al espectador cosas para hablar a pie de calle, en el supermercado, los bares… O el toro de la Vega, que sigan diciendo que eso es espectáculo…para mí es asesinato, maltrato de animales y no me pueden hacer ver otra cosa por mucho que debatan conmigo.
Leyendo Hispanidad parece que nuestro país no tiene nada bueno, pero, ¿lo tiene, no?
Sí que lo tiene. Lo que pasa es que cuando llega el día de la Hispanidad parece que nos olvidamos de todo. Hablamos de hermanos, del pueblo latino, pero, oye, me gusta mostrar la otra cara, ¿esto lo vas a decir el 13 de octubre si ves que a un sudamericano le dan un puesto de trabajo o vas a decir, me ha quitado el puesto? Hay un doble rasero.
Poco sentimiento patriótico.
Yo no me abrazaría a una bandera porque aquí representa muchas cosas que en otros países no lo hace y por eso tienen ese sentimiento patriótico. Aquí si ves a alguien con una bandera te viene otra cosa y no puedes negarlo porque has crecido con eso, has nacido con eso. Yo soy de una generación que ha nacido libre, bueno, en lo que venden como libertad, en 1985, y claro…las cosas buenas hay que vivirlas pero las malas no hay que olvidarlas y hay que decirlas.
En este país no se quiere a la cultura, ¿se puede generalizar?
En España hay más cultura del gin tonic que de la música. Te puedes gastar en un gin tonic 13 euros pero para un concierto te parece caro. Cada vez piden más esfuerzo a los artistas pero con menos presupuesto para hacer cosas. Se tienen que ingeniar con plataformas de crowdfunding o tienen que ser publicistas de sí mismos para salirse de la norma y destacar. A nivel de impuestos, están ahogando. Yo creo que la cultura es algo básico, la música es algo básico, cada momento de tu vida lo arrapas con música. La música te cambia la vida.
¿Qué canción te ha cambiado a ti la vida?
La que me queda por escribir…
Ya…
Bueno, por ejemplo Crazy de Gnarls Barkley o Amelie de Leiva o Cantando de Kase.O. La música tiene la capacidad de teletransportarte.
¿Hay alguien con dinero que merezca la pena? Lo pregunto porque leyendo tu libro parece que tienes algo contra los que tienen pasta.
El dinero no es indicativo de nada. Yo soy niño de cuna y siempre voy a estar orgulloso de la labor que han hecho mis padres. Sí que hablo del poder del dinero que puede atrofiar sensibilidades como la compasión. A mí me hace gracia cuando se habla de sentimiento patriótico cuando a lo mejor el mandatario que está representando o influenciando en ese tipo de actitudes solo vela por su bolsillo.
Cataluña…
Me encantaría que hicieran referéndum, la capacidad de preguntar a un pueblo qué quiere, si quiere pertenecer o no a un país o se quiere desligar. Preguntar a todos. Ahora se ha generado una discriminación positiva por la que se ha acrecentado el sentimiento independentista pero también la gente que quiere pensar eso que se pregunte qué quiere el que ha vendido eso que hasta hace poco ha sido Mas (Artur), y Mas no mira por Cataluña, Mas mira por ‘voy a vender esto para que no se den cuenta de mis carencias y mi déficit como alto cargo público’. Cuando te das cuenta de eso te das cuenta de que el adinerado da igual donde nazca porque solo mira por su única bandera que es el dinero.
También te metes en otra lucha eterna, la de la desigualdad.
- la dictadura del lenguaje (fragmento)
A mí me toca de cerca. Ya está mi novia tomando acciones legales pero la despidieron estando embarazada. Denuncié públicamente a esa empresa y fue muy viral por el apoyo que le dieron muchos actores y actrices. Al final te das cuenta de eso, ¿por qué solo hay cambiadores de bebés en los baños de mujeres? ¿Por qué no tenemos la misma baja laboral hombres y mujeres? ¿Por qué hay diferencias salariales? Somos personas… no es machismo, ni feminismo, ni hembrismo… que somos personas. Me planteo cosas, ¿esto de dónde viene? Me doy cuenta de que soy sexista en mi lenguaje porque arrastro que ‘algo bueno es la polla’ y ‘algo aburrido es un coñazo’. ‘Zorro-zorra’, ‘lobo-loba’, ‘cerdo-cerda’… te das cuenta de que pretendemos cambiar las cosas cuando el idioma parece que no puede cambiar.
Si escribieras a día de hoy un poema, ¿qué te inspiraría?
Supongo que por cercanía, mi futuro hijo, por esos tiempos locos de intentar seguir tirando de una generación antecesora e intentar tirar pa’lante para llegar a las nuevas vías.
Y en cuanto a música, ¿qué te inspira hoy en día? ¿Macklemore?
Sí, el otro día estuve en uno de sus conciertos y me parece el mejor concierto que he visto en muchísimo tiempo. También Kendrick, pero no sólo ellos. Lo que hace Esperanza Spalding, o lo que hace en España Vetusta Morla, o Kase.O o lo que hace ahora Miss Caffeina me gusta muchísimo. La forma de poder denunciar la homofobia en Mira cómo vuelo, me parece muy bonito. Me gusta muchísima gente pero quizás por lo que estoy haciendo para el siguiente disco artistas como Macklemore o Kendrick que están en el rollo de intentar reinventar un estilo sin hacer caso de lo que hacen los demás.
¿Y Kanye West?
Ha llegado a un punto en el que como persona me gusta tan poco que, me parece un genio, pero para el que lo quiera. Y le escucho muchísimo pero es un ego con patas…es una relación de amor odio y ahora estoy en un punto de ‘para ti, para Kim Kardashian y sus franjas de censura’. Es que no quiero escucharlo’.
¿A quién le regalarías tu libro?
A Mariano Rajoy (risas). A la persona que realmente quiera leerlo y querría usarlo con corazón.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...