Especial
Las luces y sombras de María Becerra: "He conocido a mucha gente mala e interesada que me quería llevar hacia los lugares equivocados"
La nena de Argentina se abre en canal y hace un repaso de su corta, pero meteórica carrera en esta entrevista con LOS40
María Becerra me espera en una localización aleatoria (pero bonita) del lujoso Hotel Meliá Villaitana de Benidorm. Estamos muy lejos del barullo de la pool party para poder hablar tranquilamente mientras ella disfruta de una taza de té. “Vienes con chancletas”, me dice cuando me siento delante de ella. La estampa es para enmarcar. Yo llevo un bañador chillón y una camiseta vieja. Ella está estupenda con su chaqueta rosa de pana y unas botas blancas superaltas. Uno de los chicos de prensa se adelanta y justifica mis pintas. Le recuerda - no con esas palabras exactamente - que se encuentra en territorio Desalia y que ese es el uniforme reglamentario para el festival que lleva por bandera la celebración del vive ahora. Le cuento que he cambiado en el último momento el enfoque de la entrevista. Ella ya había estado con mis compañeros de LOS40 Global Show y LOS40 Urban presentando su canción para Fast X y por no repetirme. En su lugar le planteo hacer un balance de estos últimos cuatro años. Volver al origen de su éxito y saber cómo está y qué siente una joven que en un periodo de tiempo cortísimo ha pasado de ser una chica de 19 años con un gran potencial para la música a convertirse en La nena de Argentina, una de las artistas latinas más importantes del momento.
¿Cómo recuerdas a la chica que lanzó 'High', la canción que lo cambió absolutamente todo?
Esa canción me llevó a otro lugar, fue un cambio increíble. Fue todo un gran aprendizaje. ¿Sabes? High nació del dolor. Es irónico, ¿verdad? De tanto dolor salió lo mejor que me pudo haber pasado.
¿Ubicas el momento exacto en el que tomaste consciencia de que te habías convertido en una artista conocido en todo el mundo?
Fue con Qué más pues?. Con esa canción, J Balvin y yo llegamos al top global. De repente, se hizo muy viral. Creo que tiene como dos millones de vídeos en TikTok, una barbaridad. Veía a gente de Estados Unidos y de Corea haciendo el trend. También me etiquetaban cuando la ponían en una discoteca de Colombia, en otra de Chile…Ahí fue cuando caí de la potencia que tuvo esa canción.
¿Cómo lo gestionaste? Tiene que ser abrumador pasar a ser toda una superestrella del pop en un periodo de tiempo tan corto.
Siento que al principio fue duro. Nadie está preparado para ser famoso. Bueno, hay gente que sí, gente que se prepara incluso para serlo. Pero no era algo que iba a sucederme. Hacía mi música y ya está. Pensaba que me iba a llevar mucho más tiempo llegar a ese lugar. Fue todo muy repentino, muy de golpe. Eso fue lo más duro. Siendo una persona tan chica, con tan poco vivido y tan poca experiencia en el trabajo, en una industria tan grande y con una exposición mundial...Fue muy duro atravesar por eso, atravesar lo que viene con la fama: las críticas, la gente interesada, el contexto de las fiestas.
— María Becerra
¿Y ya has aprendido a diferenciar qué personas se te acercan por interés y qué personas no?
Aprendí dándome muchos golpes y cometiendo muchos errores. Es la forma en la que aprendemos todos. Inevitablemente tuve que atravesar por eso. Conocí a mucha gente mala e interesada que me quería llevar hacia los lugares equivocados. Quizás para tener una forma más fácil de manipularme y tenerme más débil, en una situación en la que yo estuviera tan vulnerable que necesitara ayuda. Esas mismas personas me decían que me iban ayudar y esas mismas personas eran las que me metían en el problema. Eran gente muy jodida. Por suerte tengo una familia y un equipo de trabajo muy presente que me ayudaban a entender lo que estaba sucediendo. Una, cuando está en un lugar así, no lo entiende. A veces me sentía tan sola que buscaba amor, comprensión y cariño. Y te digo que yo tenía a mi familia y a mis amigos, pero a veces no era suficiente. A veces buscaba otra cosa, otro tipo de relación, otro tipo de cariño.
La vida del artista es frenética y, a veces, cuesta parar y disfrutar del éxito personal. En tu caso, María, ¿has podido reflexionar sobre tus logros profesionales, pararte a pensar en todo lo bueno que te está pasando?
Lo voy digiriendo con mucho delay. En el momento yo me encargo de darlo todo para que salga increíble lo que estoy haciendo y después, cuando baja la tensión, es cuando caigo y digo: 'buah, no me puedo creer lo que hicimos'. Ahí lo digiero, pero en el momento exacto es difícil. Me tengo que encargar de muchas cosas y hay que estar fuerte emocionalmente.
Te has convertido en una especie de amuleto para los artistas. Todo el mundo quiere colaborar contigo. ¿Cómo te hace sentir eso?
Tuve un momento que no paraba de sonar el teléfono de mi mánager. Ahí es lo que te digo, aparece gente interesada. Que está bien porque si colaboro con un artista que me gusta también hay un interés en mí. Es un interés común, es trabajo y está perfecto. Pero hay gente que es muy poco humana en ese sentido. Gente que no quiere hablar conmigo, que no quiere escribir la canción conmigo, que no quiere grabar la canción en el estudio conmigo. Solo manda al mánager, la canción y dicen: ‘Queremos que María grabe en tal fecha'. Demasiado negocio, demasiado robotizado. No hay vínculo y la música nace desde el vínculo, desde las emociones. Si yo no conecto con vos en el estudio…capaz nos estamos perdiendo la oportunidad de nuestras vidas de hacer la mejor canción. Pero es todo el mail, y la voz por acá y la voz por allá. Es todo muy falso, muy mentira y muy posado. Eso también fue muy duro porque se acercaron muchos artistas a los que admiraba y acabé desilusionándome.
¿Hay algo que saques de la industria musical y te haya reforzado para seguir creciendo como artista?
Aprendo muchas cosas a diario, pero lo más importante fue entender mis límites, aprender a decir que no, saber decir que sí también. Perder el orgullo en muchos aspectos. También dejar de ser tan impulsiva. Antes me enojaba algo e iba a Twitter y puteaba. Ahora lo pienso, lo consulto con el equipo porque lo que yo hago también les repercute en ellos.
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Hace unas semanas pasó algo histórico en el Top 50 de Spotify España. Cuatro mujeres, Lola Indigo, Shakira, Rosalía y Aitana, lideraban la lista con sus respectivas canciones. Algo, por fin, está cambiando, ¿no?
Es un sueño. Yo conozco a Lola Indigo y sé cuánto se lo merece. Lola es una de las personas que más se merece que le vaya bien y ser la más exitosa. Sé lo que trabaja, el talento y el potencial que tiene. Sentía que la gente no lo estaba pudiendo ver y ahora sí, la están valorando y dándose cuenta de la clase de artista que es. Ella también ha tenido sus experiencias duras en cuanto al ambiente masculino de la industria. Es difícil porque pierdes oportunidades, autonomía y decisión solamente por ser mujer. Son muchos los casos y hay que seguir siendo responsables al respecto, apoyando el talento emergente, colaborando entre nosotras. Dejar de lado algo que antes era tan natural como la competición entre nosotras. Antes, si una era la cantante pop más grande y yo era la segunda, tenía que odiarla y pisarle la cabeza para crecer. Está buenísimo que todo eso esté desapareciendo. De hecho, si ves a alguien comportarse así se repudia el comportamiento.
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y autor de ‘Si me dijeras que sí’ y ‘La noche que perdí a la Chica del Pop’. Odio...