El valor de Emilia: una popstar en potencia que está por encima de ser la novia de Duki

Conocí a Emilia hace justo un año. Vino a la radio a promocionar un EP de ocho canciones que sacó como carta de presentación de un disco con cortes pop, bastante urbano y una balada bien bonita. Por aquel entonces no la ubicaba dentro de ese movimiento revolucionario salido de Argentina y que capitanean gustosamente Bizarrap, María Becerra, Tiago PZK, Nicki Nicole y un largo etcétera. Esa visita a los estudios centrales de LOS40, sin embargo, fue reveladora. Preparamos un track by track de Tú crees en mí?, el debut discográfico de la artista, y ella pasó a convertirse en una de mis cantantes más escuchadas de Spotify. Sí, le di muy fuerte a como si no importara y cuatro veinte.

Una vez en mi radar, fui descubriendo poco a poco cosas de la artista. Me enteré, por ejemplo, de que la figura de Emilia generaba mucho interés dentro del mundo gossip. No hay princesa del pop sin chismorreo de por medio y es más entendible todavía si una princesa del pop sale con Duki, uno de los príncipes del urbano. Lo que no me gustó - y me encabronó bastante - fue cuando empecé a leer ciertos comentarios en Twitter donde se referían a ella como "la novia de" o se la criticaba directamente por aprovecharse de la posición del rapero para ganar proyección más allá de los límites fronterizos de Argentina. Hasta el propio Mauro - perdón por tomarme estas confianzas - tuvo que salir a defenderla. "Siento que a veces nosotros somos muy crueles con nuestras mujeres artistas y las tenemos que valorar y cuidar más. Gente que se sube, que baila, que canta, que te arma una coreografía. Les pido a todos que antes de criticar, replantéenselo una vez más", dijo, y tenía más razón que un santo.

Solo hay que ver a Emilia encima de un escenario – y no tener mala baba – para darse cuenta de que el título que representa a esta joven de 26 años es el de princesa del pop, no el de "la novia de Duki". Reúne todas las cualidades de una: canta bien, baila bien y tiene un repertorio de canciones hecho con gusto y, todavía más importante, con sentido. Su carrera como solista apenas acaba de empezar y ya está consiguiendo lo más difícil, que no es llegar sino mantenerse en el imaginario colectivo. Un mérito que le corresponde solo a ella. Y esto irá a más porque, como cualquier princesa del pop, la ambición – la ambición de la buena – forma parte de su ADN y, lógicamente, busca escalar posiciones dentro de la industria musical a golpe de hit y sin dejarse arrastrar por los comentarios malintencionados. Emilia está dispuesta a serlo todo y, a juzgar por sus últimos movimientos, parece que este 2023 alcanzará la meta de consagrarse como la popstar argentina definitiva.

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Está a puntito de coger una corona que vaya a juego con sus 'brilli-brilli' para gritarle al mundo entero aquello de "tú crees en mí?"

Después de ese EP en el que coqueteaba con diferentes sonidos dentro del pop, Emilia ha elaborado un plan maestro y, por qué no decirlo, bastante coherente para su siguiente paso de gigante. Una princesa del pop debe homenajear a otras princesas del pop y ella ha cogido ese sonido predominante en la escena internacional de los 2000 la época dorada de tantas grandes, y ha elaborado varios cortes que, además de respetar la estética de los icónicos videoclips de esa década, juegan con las melodías dosmileras y no le da reparo parar un tema como Jagger, aparentemente urbano, y convertirlo de repente en un bop hiphopero al puro estilo de Missy Elliot. Es absolutamente hipnótico. O No se ve junto a la brasileña Ludmilla, un sencillo más electrónico y con una base diferencial - ¿es un xilófono lo que suena en el estribillo? - que hace mucho más atractivo e interesante el que será su próximo álbum.

Esto sin perder el foco en las colaboraciones, con las que gana visibilidad y llega a nuevos públicos. Tiene ojo como una buena 'business woman'. No es una artista que colabora por colaborar y sabe elegir. Todas las que han salido hasta la fecha – En la intimidad (con Callejero Fino y Big One), Tu recuerdo (con Wisin y Lyanno) y Los del espacio (con LIT killah, Duki, Tiago PZK, FMK, Rusherking, Maria Becerra y Big One) – acumulan un buen puñado de escuchas. De hecho, sus oyentes mensuales de Spotify se han multiplicado. Hace un año rondaba los seis millones y ahora, a día 6 de junio de 2023, supera ampliamente los once millones.

Todavía los hay que le atribuyen el mérito a Duki por el simple hecho de participar en la composición de algunas de sus últimas canciones. ¡Ni que eso fuera malo! Entiendo que son personas que les cuesta ver que una tía como Emilia va camino de ser una imprescindible del pop internacional. Que está a puntito de coger una corona que vaya a juego con sus 'brilli-brilli' para gritarle al mundo entero aquello de "tú crees en mí?", un claim que tiene todavía más fuerza por las circunstancias. Los haters responderán con su veneno, pero, por suerte, el resto de las personas irán cayendo poco a poco en el hechizo hipnótico de la próxima popstar global. No tengo pruebas –perdón, todavía no veo el futuro –, pero tampoco tengo dudas.