India Martínez e Ismael Vázquez desvelan su historia de amor en el jacuzzi en ‘Mi casa es la tuya’

India Martínez ha sido la última invitada de Bertín Osborne en Mi casa es la tuya. Este lunes les hemos visto charlar sobre la dura infancia de la cantante en un barrio marginal en el que llegaron a apuntarla, incluso, con una pistola. O el gesto de cariño que tuvo Alejandro Sanz con ella que aceptó su invitación para cantar con ella. Además, hemos podido conocer mejor a su pareja, Ismael Vázquez.

Ella contaba que es más nervioso que ella y consigue activarla, porque ella es demasiado calmada. Sus profesiones no tienen nada que ver, cuando se conocieron él hacía deporte y ahora es actor especialista que coordina escenas de acción y pelea.

Antes de que siguiese hablando de él, apareció en la casa y lo primero que hizo Bertín fue olerle el pelo y flipar con lo bien que huele. “Siempre se lo dicen”, aseguraba India.

La primera vez que se vieron fue en el gimnasio, cuando ella fue a apuntarse. Él era el dueño y daba clases de capoeira y ella acabó convirtiéndose en su alumna.

Él empezó a hacer trabajos de especialista en los shows de Isla mágica y descubrió el mundo de los especialistas en el cine que es lo que acabó conquistándole.

El primer día que la vio llegó al gimnasio colando a dos amigos y sin saludar siquiera. Luego llegaron las miraditas buscándose y al final, fue decisivo, que ella aceptara entrar a las clases de capoeira. Entrenaban, iban a convenciones y se fueron acercando poco a poco.

El jacuzzi del amor

Cuando se quedaban solos en clase ella le ponía las canciones que estaba grabando en ese momento, 90 segundos, Vencer al amor… canciones que luego se han convertido en algunos de sus mayores éxitos. Con música, masajes y comida china empezaron los primeros acercamientos. “Había una zona de jacuzzis y acabamos metidos en el jacuzzi y yo no llevaba ni bañador ni nada, me dejaba unas calzonas suyas. Allí los dos super tontos”, contaba ella.

“Estábamos calientes los dos, no el jacuzzi, pero no llegó a pasar nada. Los dos super respetuosos, pero un calor ahí, el agua hirviendo. Al día siguiente me fui a una convención con todos los internacionales de Sony e iba en el tren con un olor a cloro, no dormí en toda la noche, pero me olía el pelo y yo estaba en el jacuzzi metida”, contaba entre risas, “pasamos tantas horas en el jacuzzi que la piel y el pelo, después de ducharme, me seguía oliendo a cloro”.

Un momento sobre el que ha hecho una canción y todo, Las burbujas del jacuzzi, en su nuevo disco.

Y ya llevan doce años de amor y los que les quedan.