Doña Rogelia se queda huérfana: Muere 'Mari Carmen y sus muñecos' tras sufrir una caída

Mari Carmen y sus muñecos nos ha hecho reír mucho con personajes como Doña Rogelia. Sin duda, ha sido la ventrílocua más famosa de nuestro país y toca despedirse de ella porque este jueves fallecía tras sufrir una caída en Tenerife donde residía, todo apunta a que a causa de un infarto.

Según publica Semana, una caída accidental por las escaleras en las inmediaciones de su domicilio le produjo la muerte.

María del Carmen Martínez-Villaseñor, que es así como se llamaba realmente, cumplió 80 años el pasado 4 de mayo y, por lo visto, se conservaba estupendamente y con una memoria prodigiosa.

Historia de una ventrílocua

Sus primeros pasos en el guiñol los dio con Natalio, el padre de José Luis Moreno. Él fue quien creó sus dos primeros muñecos y es que, personajes como Doña Rogelia, Daisy, Nícol o Rodolfo ganaron una gran popularidad y se colaron en millones de hogares.

Un pato irreverente, una adolescente respondona, un león sensible y una anciana cascarrabias y gruñona la acompañaron durante más de seis décadas. Nunca se los dejó tocar a nadie salvo dos excepciones: Julio Iglesias y el Rey emérito, Don Juan Carlos.

Mari Carmen apareció por primera vez en televisión en 1967 y después, cuatro años después, llegó el cine con La graduada, en la que trabajó junto a Lina Morgan y Florinda Chico.

“En mayo cumplo 80 vueltas al mundo y sin marearme. Me encanta mi trabajo. Soy Tauro y me gusta 'la pasta', pero a veces me he ido sin cobrar, solo por el placer de trabajar”, aseguraba hace tan solo un par de meses en Deluxe.

Vivía retirada, de hecho, su último trabajo fue como actriz secundaria en Torrente 5. Aunque ahora vivía en Tenerife, era de origen conquense y distintos políticos de su lugar de origen se han pronunciado destacando su papel de embajadora de Cuenca.

Su talento cruzó fronteras y grupos latinoamericanos como Timbiriche o Menudo hicieron versiones de alguna de sus canciones.

Aunque estuvo casada con Manuel Almazor, con el que tuvo un hijo, en alguna ocasión se ha lamentado de que el amor no le hubiera tratado demasiado bien.