Conociendo Rusia, jugó en el Real Madrid y es amigo de Leiva: “Me llevó mucho tiempo poder representar mi apellido”

El próximo 30 de junio Conociendo Rusia estará en el Festival Río de Babel dando comienza a una nueva gira por nuestro país, y será la tercera. Llegará con toda la banda dispuesto a seguir contagiándonos del rock clásico argentino que tanto le gusta. La primera quincena de julio tiene varios conciertos por aquí.

Será como volver a casa porque Mateo Sujatovich pasó su adolescencia en nuestro país donde llegó a jugar en la escuela del Real Madrid. También fue aquí donde empezó a descubrir la música.

Viene de una familia de artistas, su padre era uno de los miembros de Spinetta Jade, uno de los grupos favoritos de Mateo. Y no solo él, su hermana también tiene su carrera desarrollada en la música. Tal vez por eso tardó tanto él en sacar sus primeras canciones, tenía que estar a la altura.

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Por fin se decidió y superó las expectativas. Ya tiene tres discos publicados y unas cuantas giras a sus espaldas y entre sus colaboraciones destaca las que tiene con Leiva, gran amigo suyo.

Antes de su llegada a España hemos contactado con él vía telemática para conocerle un poco mejor.

Este verano volverás de gira por España, será la tercera vez… ya como en casa, ¿no?

Contento, muy contento, y, sobre todo, de volver con la banda, que la primera vez vine solo. Es un país que quiero mucho, por muchos aspectos, es super especial para mí.

Una quincena que vas a pasar en julio en España y que supongo que te recordará viejos tiempos de adolescencia, ¿cómo fue aquella etapa viviendo aquí?

Bien, fue muy madrileña. Ahora estoy conociendo más España que cuando era chico porque estoy yendo a todos lados, conociendo más lugares y ciudades por la música. En esa época vivía en Madrid y cuando tenía posibilidad de viajar, nos íbamos a conocer distintos países cerca. Para vosotros es muy normal decir nos vamos a Italia, nos vamos a París, pero nosotros estamos a quince mil millones de kilómetros de todos esos lugares. Ahora, Conociendo Rusia, está conociendo más España y es una linda aventura.

Viniste con 13 años, ¿qué fue lo que más te impresionó de España cuando llegaste?

Me costaba un poco hacerme entender. Mis compañeros del colegio me miraban y me decían que no me entendían nada, aunque ambos hablamos castellano, tenemos muy distinta forma de expresarnos y tuve que aprender a hacer me entender, abrir más la boca porque era difícil para mí el tema de la comunicación. Pero me hice muy rápido amigo de la comida española que la amo, es tan rica y la ciudad es tan bella. Tiene muchas cosas parecidas en Buenos Aires, hay momentos en los que estás en Buenos Aires y dices, wow, siento que estoy en Madrid.

En esa adolescencia española, ¿qué música escuchabas?

Me acuerdo que era la época en la que entendías la televisión y estaban los canales tipo MTV y sonaba mucho la música del momento y de eso y del pop español del momento, me acuerdo de todo. El canto del loco, La oreja de Van Gogh, Pereza, Alejandro Sanz, Shakira… todo eso estaba refuerte. Yo escuchaba a Charly García, Spinetta y Fito Páez y a los Beatles en mi casa, pero toda esa música sonaba en la tele y te aprendías las canciones.

En aquellos tiempos militaste en el Real Madrid, argentino y fútbol, ¿de verdad?

Sí, sí, jugué un rato, en una escuela del Real Madrid. Me encantó, me hubiese gustado un poco ser jugador del fútbol, pero las condiciones para mí siempre fueron más de músico que de deportista.

¿Y mantienes relación con algún futbolista con el que coincidieras en esa escuela?

No, no, ojalá, hubiese sido muy bueno.

Y relación con amigos españoles de la adolescencia, ¿mantienes alguna?

Sí, tengo muchos amigos y amigas que hice en el colegio. Mantenemos mucho contacto y ahora que estoy yendo una vez al año a tocar, hace que el vínculo no sea solo un recuerdo, sino que lo voy actualizando y a ellos les encanta saber que voy y me van a ver tocar y es relindo.

Y digo yo, siendo del Real Madrid, ¿cómo has logrado entrar en el universo atlético de Leiva?

No, espera, yo no he dicho que sea del Real Madrid, yo he dicho que jugué en el Real Madrid, no es lo mismo. Fui a jugar de ahí, soy de Boca acá, y en España soy de todo, me gusta el Barça, me gusta el Real Madrid, me gusta el Atleti, cada equipo tiene su cosa. En el Atleti está Simeone y Lei es seguidor del Atleti, en el Barça está Messi, el Madrid es el Madrid, con todos los equipos uno tiene cierto amorío, es una poligamia amorosa del fútbol español.

¿Cómo fue vuestro primer encuentro?

Con Lei empecé a hablar cuando le propuse colaborar con una canción que se llama Mundo de cristal que está en mi disco anterior y nos conocimos por zoom, con el móvil. Nos caímos muy bien, pudimos trabajar así y meses después nos conocimos en Madrid. Me pasó a buscar en el coche y nos fuimos a ver un concierto de Rufus Wainwright, una noche hermosa de las Noches del Botánico. Después nos empezamos a hacer amigos porque nos caímos bien. Luego vino acá a Buenos Aires y pasamos mucho tiempo juntos, grabamos Jaula de oro acá, vino mucho a casa a cantar, a tocar la guitarra, a ver partidos del Mundial de Argentina, o sea, nos dio suerte. Y tenemos un lindo mensajeo para ver cómo estamos y qué tal están las cosas y nos hacemos compañía.

¿Y por qué él aquella primera vez con Mundo de cristal?

A mí me parecía que era una canción de rock clásico y dije para mí que esto le iba a quedar bien a Leiva, ojalá me de pelota y, por suerte, me pudieron contactar con él y a él le gustó la canción y le dieron ganas de hacerlo conmigo y para mí fue un honor. Ahora es más natural hablar de que tengo un lindo vínculo con él porque rápidamente te acostumbras a las cosas buenas, pero realmente él es un gigante, es un crack y una persona muy generosa.

Hubo una primera, una segunda, ¿habrá una tercera?

Seguro, habrá un disco. Tenemos muchos años para seguir compartiendo.

Leiva es muy de ir montando grupos allá donde va, ¿ya te lo ha propuesto?

Es una buena idea, yo creo que con esto de viajar tanto por el mundo va conociendo mucha gente y se va enamorando de más músicos y músicas con los que colaborar y creo que es algo que me va a ir pasando a mí también.

Entre las muchas cosas que tenéis en común es esa alma vieja que parece que tenéis ambos, ¿de dónde sale en tu caso?

Muy vieja…jajajaja… sí, sí, sí. Amantes de los Beatles, de los instrumentos, de las guitarras, en una época donde la música se está haciendo cada vez menos con instrumentos, se nota cada vez más el alma vieja, se nota cada vez más que nos gusta eso, música de otra época y modos de componer.

¿Qué es para ti la nostalgia?

Buenos Aires, el Río de la Plata, el tango, el rock argentino, para mí todo eso está teñido de nostalgia y eso se escucha mucho en las letras del rock argentino y siento que haber aprendido tanto la música desde ese lugar no queda otra que terminar transformándose en un nostálgico, en un cantante que escribe canciones de amor y que le canta al amor.

Tus letras tienen algo de biográficas, pero también mucho de fantasía, ¿el mezclar esto es para que no sepamos quién eres tú y quién no?

El mezclar, eso es para divertirse. Creo que cuando empiezo a escribir algo que significa y que importa. De repente digo, uy, mira qué buena letra esta frase, no tiene nada que ver con lo que me pasó, pero bienvenida sea. Vamos a seguir escribiendo porque hay que divertirse y hay que crear universos. Cuando retratas algo biográfico, también le estás metiendo fantasía, si uno escribe las cosas como pasaron, eso es aburrido.

Hablabas de la escena de rock clásico a la que pertenecía tu padre, ¿cómo ha influido en ti?

Mucho, tanto él como mi abuela que fue profesora de piano de grandes artistas argentinos, de Charly García para abajo. Es una familia de músicos, mi hermana también. Hay discos que empecé a escuchar porque estaban sonando en la habitación de al lado en mi casa y cuando mi hermana se iba con una amiga yo me metía a su habitación a robarle discos que estaba escuchando y me los llevaba a mi habitación para escucharlos. Había un tráfico de música ahí en casa. El amor a la música y el respeto a la música y el que es algo hermoso e importante, se aprendió en casa y después con él hicimos mucha música, hemos compuesto mucho juntos música para el cine, lo he visto trabajar, de algún modo, aprendí muchísimo, en todos los aspectos.

El nacer en una familia donde la música está tan presente y querer dedicarte a eso, realmente, ¿lo hace más fácil porque ya conoces el ambiente, o, todo lo contrario, es más difícil porque existe algún tipo de presión o exigencia?

Es un poco de todo. El que nace en una familia donde no hay ningún músico y tiene que empezar completamente de cero, tiene sus batallas con la que va a lidiar. Y el que viene con todo un poco más dado, tiene que lidiar también con esta batalla porque es difícil cuando está casi todo servido. Te preguntas si hay una guitarra y hay cien guitarras en casa. Hay que poder llevarlo y en el caso de mi familia, toda la gente muy reconocida, hacerse un lugar ahí, creo que también es difícil y lleva tiempo y fue algo que a mí me llevó mucho tiempo y poder representar mi apellido que siempre tuvo la cara de mi padre.

¿Lo de hacerte llamar Conociendo Rusia fue por desvincularte un poco de ese apellido?

Yo creo que un poco sí, y un poco un juego. Yo estaba por lanzar un disco y lanzarlo con mi nombre propio y por alguna vez no me acababa de convencer. Estábamos buscando un pseudónimo y quizás le poníamos Ruso porque a mí siempre me dijeron Ruso y Conociendo Rusia me pareció un universo mucho más fantasioso con el que yo podía jugar con imágenes, con frases. Es algo con lo que me lo iba a pasar bien.

Te llaman Ruso y teniendo en cuenta la guerra con Ucrania, no sé si eso te hace sentirte muy orgulloso o no, ¿cómo estás viviendo esta actualidad tan trágica?

Es una suerte pésima, ahora hubiera preferido ponerme Mateo Sujatovich, pero bueno, es parte de mi historia y no cancelo a nadie, ni a los países. Son políticas lamentables que conozco desde que soy muy chico porque yo nací un 18 de enero del 91 que se iniciaba la Guerra del Golfo. En el 2001 tiran las torres gemelas. Siempre hay guerras y es una puta mierda. Yo creo que de algún modo es difícil responsabilizar a un pueblo o un país por las políticas de sus representantes, por eso, no estoy a favor de banalizar la bandera de Rusia. Veo mucho tenis y hoy si juega un español con un ruso, ponen la bandera de España y al ruso no le ponen la bandera, ¿qué tiene que ver? Me da mucha pena que en estos momentos haya guerras y que un país como Rusia se ponga en ese lugar es una cagada, es muy feo. Pero es el nombre de mi banda, ya está puesto, no se puede cambiar.

Tu hermana también es músico, ¿te ha hecho arreglos de cuerda en alguna de tus canciones?

Mi viejo sí, pero con Luna no hicimos ese trabajo. Cantamos un tema juntos que me invitó a cantar en su último disco que se llama Esta noche, que es muy lindo. Tenemos ganas de hacer cosas juntos, pero cuando se graban los discos llegan los momentos de compartir con la familia.

¿Hay pique de hermanos por ver a quién le va mejor?

Yo creo que no porque cada uno hace un camino muy distinto y una música muy diferente y nos apoyamos y compartimos y nos damos ánimos para el proyecto de cada uno y eses es más nuestro lugar como hermanos.

La escena de rock argentino siempre ha sido referente, ahora la escena urbana ha tomado mucho protagonismo, ¿conviven o ha desbancado lo urbano al rock?

Yo creo que no lo ha desbancado y tampoco convive mucho. Ni la una ni la otra. Que el rock hoy no esté ocupando los lugares más importantes en los números, me parece que tiene que ver con que es otra época y los niños hoy crecen con un ordenador y pueden hacer la música desde otro lado y están pasando otras cosas. Es normal y está buenísimo. Pero me parece que el rock es un género que tiene muchísimos años, no sé si 50 o 60 años y estará muchos más. Pero en general, para mí. los cruces que se dan entre el rock y la música urbana no son muy interesantes, en general.

Fito Páez tiene un poco de ambos mundos en la reedición de El amor después del amor, ¿no?

Sí, es cierto. En eso participa Wos que es un chico muy talentoso que es requetecontrarockero, es rapero y está en una canción, pero a Wos le queda bien todo porque es un capo.

En esta nueva escena urbana hay mucha mujer empoderada, ¿ha logrado la escena de rock quitarse ese casi monopolio masculino que había?

Yo creo que la escena está en un buen proceso. Ya se hizo muy visible cuando en los festivales había un 95% de varones y 5% de chicas y eso era algo que en otra época no lo veías, pero hoy es como, ¿dónde están las pibas Eso es algo que se ganaron las chicas haciendo ruido. Yo creo que en muchos aspectos estoy viendo buenos cambios y buenos resultados y muchos más espacios para las chicas que tengas proyectos fuertes, grandes, hasta otros que están en desarrollo.

Volviendo al disco de Fito Páez, la revisión de El amor después del amor, en la que está Conociendo Rusia, ¿qué ha supuesto para ti?

La canción, La rueda mágica, es una canción que yo canto desde que soy muy chico, siempre me emocionó mucho. La letra dice que ya todos nos fuimos de casa para tocar rock and roll. Habla de los Rolling Stones, son cosas que cuando yo era chico decía, wow, qué dice esta letra. Me parecía muy buena, me encantaba. En la versión original está Fito, está Charly García y Andrés Calamaro y esta vez, entro yo a participar y es para mí un lujo increíble y toda la gente que me quiere y me conoce, no lo puede creer, me están escribiendo diciendo ‘qué hermoso lugar en el que estás’, ‘qué lindo lugar que te están dando’ y la verdad es que estoy muy contento y muy agradecido.

Después de haber sacado tres discos en cuatro años, como que tocaría sacar el siguiente, ¿cómo va eso?

Yo creo que va a tocar en algún momento. Me lo estoy tomando con un poco de calma que antes, que estaba corriendo un poquito más. Obviamente con este me voy a tomar u poquito más de tiempo que con los demás, pero solo un poquito, no mucho más porque ya estoy deseando volver a grabar de nuevo.