Así ha sido la preboda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva: aplausos, nervios y un beso de película

Es la boda del año y nadie tiene dudas de ello. Después de sus más y sus menos, de sus idas y venidas, ¿quién le iba a decir a Tamara Falcó e Íñigo Onieva que estarían ante el día más importante de sus vidas? La cuenta atrás está a punto de llegar a su fin. Todo está preparando en El Rincón, la finca de la familia de la marquesa de Griñón que acogerá la ceremonia y la posterior celebración.

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Este 8 de julio, por fin, pondrán el broche de oro a una historia de amor y se convertirán en marido y mujer. Sin embargo, hasta las 19:00 horas de la tarde no tendrá lugar el gran momento en el que se darán el 'sí, quiero' y se unirán en la salud y en la enfermedad.

Así ha sido la preboda

Como ya adelantábamos, este viernes ha tenido lugar la preboda con la que han dicho adiós a su soltería. Ha sido el Hotel Ritz de Madrid el escenario perfecto para citar a todos sus seres queridos y amigos más cercanos 24 horas antes del gran momento.

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Su llegada ha sido de lo más aplaudida por todos los que se habían desplazado hasta las inmediaciones para disfrutar de este día, pero también por todos los fans de la pareja que no se han querido perder este momento, aunque fuera desde la distancia. A pesar de que todo el mundo se esperaba que iban a llegar juntos, de la mano y derrochando amor, lo han hecho totalmente diferente. Cada uno ha llegado por separado y han preferido hacer su entrada de forma individual.

El primero en llegar ha sido Íñigo. El empresario lo ha hecho por los jardines del Ritz, concretamente por la alfombra roja que el hotel ha instalado. Algo desconcertado por la cantidad de personas que habían en la puerta, Onieva ha entrado al interior con una gran sonrisa e incluso se ha dedicado a sí mismo unos aplausos.

Por su lado, Falcó lo ha hecho por la puerta principal. Con una sonrisa de oreja a oreja, la marquesa de Griñón ha lucido un traje de dos piezas de Pedro del Hierro, haciendo honores al blanco nupcial ha desvelado a Europa Press que estaba "muy bien", además de increíblemente feliz por estar a punto de cumplir su sueño.

Su salida triunfal

Después de haber disfrutado con la familia y sus amigos, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han protagonizado uno de los momentazos de la noche. Los dos tortolitos decidían abandonar la fiesta y, al contrario que a su entrada, lo hacían juntos.

No obstante, ante la mirada de todos los allí presentes y con las cámaras enfocándolos, ambos han sellado su amor con un beso de película que es, ni más ni menos, un reflejo de lo felices que se encuentran.

Ya sí que sí, la cuenta atrás ha empezado.