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Carlos García Miranda, el autor de ‘El club de los lectores criminales’: “La gran sorpresa fue alcanzar ese ranking mundial de Netflix"
Hablamos de la peli, de Ana Mena o series como 'Los Protegidos' o 'Física o Química' en las que ha trabajado
Carlos García Miranda está disfrutando del éxito en Netflix de la película El club de los lectores criminales basado en su novela homónima. Es un guionista de toda la vida, que ha trabajado en series como Los Protegidos o Física o Química. Pero no todo es audiovisual en su vida y dedica tiempo a escribir libros.
Reconoce que escribir terror no es fácil y que la adaptación de su novela difiere en algunos aspectos con su novela. Pero está encantado con el resultado, con sus protagonistas y con lo que está por venir. Ya ha escrito la segunda parte que llegará este 27 de septiembre.
Antes de adentrarnos en sus páginas hemos querido hablar con él de cómo está viviendo este momento tan dulce.
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¿Padeces Coulrofobia?
Un poco. No como la prota, pero no me hacen muchísima gracia los payasos. No soy fan de ellos, pero no es una fobia, simplemente, cuando me he encontrado alguno siempre he pensado en la otra cara de los payasos, esa más terrorífica.
¿Les costó mucho a los actores pronunciar bien esta palabra?
A los actores no sé, pero a mí, al escribirla, al principio tenía que consultar si estaba bien o no hasta que la introduje en el diccionario de google que me la corregía. Es complicado.
Los payasos siempre han sido buena cantera para el terror, ¿qué tienen?
Yo creo que como casi todos los disfraces, esa posibilidad de esconderse debajo de ellos y que, bajo esas máscaras de apariencia divertida, que invita a la fiesta, en realidad haya una personalidad más complicada. Los payasos, desde la cultura popular, han acabado teniendo mucha presencia en la ficción del terror. Se lo debemos, sobre todo, a Stephen King e It y el payaso Pennywise que atraía a los niños y se los llevaba a las alcantarillas. Es la novela que están leyendo en El club de los lectores criminales y es It el que despierta el miedo de la protagonista.
¿De dónde surgió esta historia?
Hay varios detonantes. La historia se sitúa en la Universidad de la Complutense y esto viene por algo bastante patético. Cuando escribí esto en 2017 vivía en el centro de Madrid sin plaza de garaje. Tenía que dejar el coche en las zonas limítrofes donde no había problemas de aparcar y no había parquímetro. Lo dejaba en la ciudad universitaria. Tenía que recorrer toda esa zona de ciudad universitaria de noche y lo hacía en bici y no sabes lo que corría. Toda esa zona, que es maravillosa de día, por la noche se convierte en un escenario idílico para una historia de terror porque no hay nadie. Ese escenario me llevó a imaginar qué ocurriría si apareciera alguien con un arma y me tuviera que poner a correr. Empezó a construir la historia desde el escenario. También están los referentes y esta historia bebe de otras porque había intención de homenajear el género de terror. Hay referentes a Scream, pero también a Tesis que se desarrolla en la Complutense y su protagonista se llama Ángela, como mi madre.
No sé qué da más miedo, si un payaso asesino o tener que dudar de todos los que te rodean.
Yo creo que eso es terrorífico, que tus propios amigos puedan ser tus asesinos… Al final, el payaso es un envoltorio y la verdadera historia de terror es ver quién se oculta tras la máscara del asesino. El claim del libro decía ‘cualquiera puede morir en el próximo capítulo y cualquiera puede ser el asesino’. Yo creo que da más miedo eso.
Llegó la película y Nº1 en Netflix España y Nº2 a nivel mundial, ¿cómo te enteraste de este logro y cómo lo celebraste?
Me enteré poniendo Netflix y viendo dónde estábamos en el ranking, como todos los usuarios. Ya sabes que los estrenos en Netflix son un fogonazo de una semana, diez días, que es lo hemos estado en ese ranking. Empezamos la peli en el nº4 y hablamos el director y yo pensando que era un fracaso y al día siguiente ya habíamos ascendido. La gran sorpresa fue el alcanzar ese ranking del top mundial durante unos días porque eso no lo esperábamos. La peli al final tiene un espíritu internacional y cerca de lo que se hace fuera, pero la promo se hace dentro de nuestro país.
Tiene como prota a Álvaro Mel que ahora también lo está petando en Un cuento perfecto, qué buen ojo con el casting, ¿no?
Mérito de Carmen Utrilla y su compañera Marga con las que hicimos un casting que tiene una foto perfecta, este relevo generacional. Álvaro Mel fue de las primeras apuestas, entró en seguida. Todos han sido un super acierto, estamos super contentos y son los mejores rostros posibles para esos personajes. Muchos han conocido el género, que no conocían muchos de ellos, habían oído que era el slasher, pero luego han leído sobre ellos. Álvaro Pellicer es uno de los que habla de haber entrado en el código del slasher. Unos lo están petando como Álvaro Mel y otros, ya lo petaban, pero lo van a petar aún más fuerte. Hamza Zaidi, que había hecho menos cosas, y ahora está en próximos títulos y no paran de llamarle. No es fácil encontrar actores jóvenes que les veas que ya están.
Se te ve muy buen rollo con los actores, ¿es muy activo vuestro grupo de whatsapp?
Sí, la verdad. Tenemos muy buen rollo. Ellos se han hecho colegas. Eso se nota en la pantalla. He trabajado con grupos de chavales por las series que he hecho y hay mucha diferencia cuando hay buen rollo entre ellos que cuando hay, no mal rollo, porque eso no me lo he encontrado, pero sí un trato más profesional. En el grupo de whatsapp ha rulado la captura de pantalla del ranking. Es un grupo que sigue vivo, no ha muerto, sigue activo. El grupo del equipo técnico, también sigue vive.
Escribiste la novela y luego el guion para la peli, ¿cuál te costó menos?
Me han costado, los dos, mogollón. La novela me costó muchísimo. He escrito varios libros y siempre arranco y llego hasta el final, pero con esta novela ya tenía 80 páginas y decidí dar marcha atrás y cambié muchísimo. Me costó horrores. Nunca lo había vivido. En la peli hablan de si eres un escritor de mapa o brújula, yo soy de mapa y tenía el mío, pero me dejó de funcionar. Con el guion me costó mucho también. Una cosa es la narrativa en la que puedes bucear en la mente de los personajes y otra cosa es poner en escena las situaciones emocionales de los personajes sin que te lo digan ellos todo el rato. Y, además, había que adaptar 300 páginas a 90 minutos. Había limitaciones a la hora de contar la historia y todo eso hizo que hubiera bastantes versiones.
Tú eres guionista de muchas series, entre ellas, Física o Química: El Reencuentro o Los Protegidos: El regreso… ¿nos faltan ideas o gusta demasiado la nostalgia?
Gusta la nostalgia y creo que es un buen momento para revisitar series. Son series que se hicieron para la televisión lineal con una duración de tiempo determinada, el público no estaba segmentando y las historias tuvieron que someterse a esos condicionantes del formato televisión y ahora el consumo es diferente y las historias se pueden adaptar a ese nuevo formato. Hay un poco de nostalgia, de ganas de revisitar y de tener nuevas maneras de contar esas historias. Falta de ideas, no, hay demasiadas ideas, a veces demasiadas, que a mí no me da tiempo a verlo todo.
Hablando de nostalgia. Hay segunda parte: El club de los escritores criminales y la portada tiene una máquina de escribir antigua.
Sí, tiene una máquina de escribir antigua, pero está justificado. Igual que en la primera parte había una pluma, y estábamos hablando de escritores y de Ángela en concreto, aquí hay una máquina de escribir porque es parte de la historia. Hay un punto de nostalgia en la escritura de cuando se escribía a máquina y la escritura tenía menos trampa. Yo no estuve en esa época, pero tengo muy presente la máquina de escribir de mi madre.
¿Ya has escrito también el guion para Netflix de esta segunda parte?
No, de momento esta segunda parte lo que hay es una novela que continua la novela. La novela estaba más abierta y la película está más cerradita, con sus posibilidades, pero hay parte de ese final que en la novela se había contado de otra manera. La intención ha sido continuar esa historia de la novela con independencia de las posibilidades de adaptación.
De no haber estudiado Psicología, ¿tus novelas serían iguales?
Seguro que no. Mira que durante mucho tiempo pensé que había estado perdiendo el tiempo y creo que eso me ha ayudado mucho a que mis historias buceen en esa parte emocional de los personajes, de conflicto más psicológico porque algo aprendí. Me ha ayudado a ser más empático.
Hablamos de música: ¿Qué papel juega en tus trabajos?
Muchísimo porque me hago listas que luego acabo aborreciendo a los meses cuando sigo trabajando en esa historia. Las hago antes de empezar a escribir las historias y les pongo banda sonora. En el caso de El club había una playlist en Spotify original que luego se me perdió. Empecé luego a compartir con el director y algunas de esas canciones han acabado en la película. Hay una cosa buenísima en las novelas y es que los derechos de las canciones no hay que pagarlos y por eso en la novela original incluía canciones de The Cure que escuchaba Ángela que la hacía diferente. Y a pesar que sean novelas de Young Adult, intento aportar canciones y música más cercana a mí que a lo que podría estar ahora de moda, a diferencia de compañeros como Blue Jeans que tiran muchísimo de la actualidad pop, para que los más jóvenes descubran otra música.
Por cierto, que también trabajaste en Vive Cantando que tenía a Ana Mena, ¿cómo has visto su evolución como cantante?
Tengo un vídeo de Ana Mena, no sé dónde estará, con mi primera novela que puso en sus redes. En aquel momento no era la Ana Mena de ahora. Yo creo que no se acuerda de mí. Creo que si me ve ya no me saludaría. Ana Mena se portó fenomenal en aquella época de Vive cantando. Sí me mola lo que hace, la podía haber puesto. Cuando la leo en twitter me gusta, es una tía lista.
Empezaste el año con una columna editorial posicionándote en contra del reguetón, ¿has cambiado?
No he cambiado, siento decirlo. Reconozco que al final recibí tanto hate que acabé reconociendo que me gusta alguna. Empecé el año criticando el reguetón, luego salí en Informe Semanal hablando del tema. Creo que es música generacional que tiene mucho que admirar, pero conmigo no conecta y me cuesta creer que con gente de una generación anterior conecte tanto como algunos dicen. A mí sí me han gustado algunas cosas y hago el esfuerzo de escucharlo bastante, pero no es para mí. El disco de Tangana que a todo el mundo le parece espectacular, a mí también y el de Rosalía, lo mismo. Y cosas menos conocidas como la colaboración de Los Planetas con Young Beef me gustan, y lo que ha hecho Young Beef solo también me gusta.
Escribiste la biografía de Kurt Cobain, ¿qué descubriste de este personaje haciéndola?
Muchas cosas y algunas tristes de ese personaje. Llego a esa biografía a través de Javier Ortega de Lunwerg. Siempre había sido muy fan de Nirvana, pero conocía la parte de la que más se hablaba de Kurt Cobain, su final, pero sabía menos de su historia personal. Es un tío que lo tuvo bien difícil y creo que tenía problemas bien tochos desde el principio y no estuve bien llevado. ERS una gran pérdida para la música. sus discos son obras maestras. EN cada capítulo iba analizando cada uno de sus discos y pocos se hacen así, con esa dedicación y esas letras. Me hizo descubrir a un tío diferente al que se ha suicidado porque era un drogadicto, había más, aunque nos hemos quedado con eso. También era muy fan de Hole y ahí había otro tema. Lo descubrí y me hizo empatizar más con su historia. Es un tío muy interesante y no tengo claro que su recuerdo le haga justicia porque era un genio que podía haber llegado lejísimos.
Si pudieras hacer otra biografía de un artista, a día de hoy, ¿cuál te llama la atención?
A mí me encanta Billy Corgan. Me gustaría bucear en su historia. Soy un poco antiguo, la verdad, Michael Stipe también me encanta.
No sé si antiguo, pero lo cierto es que miras mucho para fuera.
Sí, te confieso que sí. Igual es porque me falta cultura musical. Creo que en España ha habido mucho pop y yo me siento menos cercano a eso y por eso no tengo tantos referentes. Tengo clásicos como el Omega de Morente, pero no tengo tantos vinilos españoles en casa, y tengo una buena discoteca. No tengo un grupo español.
Ya para acabar, ¿Stephen King es el rey del terror?
Yo creo que sí, sobre todo por una cosa que cuento en la novela. Pásate por una librería y verás que no hay muchos títulos de terror. Y no es porque no interese, tiene que ver con que es muy difícil de escribir en novela. Una peli no es fácil, pero el terror va acompañado de una experiencia, palomitas, sin luz, persona al lado de la que agarrarte, cojín para taparte… va acompañado de las salas de cine. Pero sentir terror real con un libro, no es tan fácil, crear esas atmósferas y conseguir esa sensación. Hay muy pocos autores y el que mejor lo haces es Stephen King.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...