El susto de Abril Cols en un aparcamiento de Barcelona estando sola con un hombre

Tras el último suceso que ha vivido Abril Cols y del que ha querido dar voz en las redes sociales, podríamos decir que muchas nos hemos sentido identificadas. "No he pasado tanto miedo en mi vida", ha asegurado la influencer, y es que para ser sinceros, todas hemos pensado tristemente esas palabras alguna vez.

La joven había quedado en pleno centro de Barcelona para comer con una amiga al mediodía, por lo que para ir a la Ciudad Condal cogió el coche y lo dejó en un aparcamiento que había cerca de su punto de encuentro. Antes de dirigirse al restaurante, disfrutaron de un plan de chicas y unas compras, lo que no se esperaban era que fuera a terminar temiendo por su vida. Y es que al ir al coche para dejar las bolsas y esperar a su amiga fue cuando sucedió todo.

Un giro drástico que no se esperaba

El vehículo se encontraba en la segunda planta de un aparcamiento ubicado en pleno Passeig de Gràcia y al entrar ya empezaron las sospechas cuando vio un coche negro estacionado con un hombre dentro que no le quitaba el ojo.

Únete al canal de WhatsApp de LOS40

"Paso por delante suyo y había un coche, dos plazas libres y digo, voy a buscar a mi amiga. No paraba de mirarme, no dejó de mirarme en ningún momento. La puerta de la calle estaba muy lejos", explicaba, asegurando que se puso muy nerviosa y que fueron "los peores 10 minutos de mi vida".

Ante esto, Abril tomó la decisión de llamar a su amiga y ponerla en situación con todo lo que estaba pasando. Mientras tanto, ella estaba en el interior del coche cerrado. Pero para su sorpresa, el hombre se acercó al coche y se dirigió a ella: "Viene hasta mi puerta y me dice como que bajara la ventanilla. Yo no me sentía cómoda y le dije que no. Me hizo un gesto como de una bolsa y le dije que no", detallaba, explicando que al final se fue "enfadado".

Justo entonces llegó su amiga a la que le pidió irse de inmediato: "Quería ver qué reacción tenía", decía, refiriéndose al tipo del coche: "Escuchamos un acelerón de ese coche, que nos persiguió como diez plazas".

Un final feliz, pero con el susto en el cuerpo

Las coincidencias de la vida las llevaron a coincidir con una familia y, pensando que estaban solas y que se habían deshecho del hombre, aparcaron de nuevo, lo que no se esperaban era que él lo hiciera ocupando tres plazas y justo delante.

"No sé qué reacción hubiese sido la correcta: subir arriba y correr el riesgo de que mi amiga entre por otra puerta y le pase lo mismo y se encuentre sola, o esperar en el coche y evitar que nos pueda romper el coche para robarnos", terminaba diciendo. "Así se quedó, como una más de las historias que tenemos que aguantar las mujeres cuando vamos cinco minutos solas", añadía, afirmando que pudieron salir ilesas, aunque ya auguran que lo que quería el hombre no era nada bueno.