Paulina Rubio desvela su “amor platónico” con la ficha blanca de Parchís con el que se ha reencontrado 40 años después

Paulina Rubio era integrante de Timbiriche cuando era tan solo una niña. Un grupo para el público infantil que coincidió con la época de Parchís en España. Y sí, compartieron tiempo en aquellos años en los que eran considerados grupos rivales.

La cantante mexicana ha sido la protagonista de El musical de tu vida esta semana y, entre las muchas curiosidades que hemos conocido sobre ella, está la de su amistad con la ficha blanca del grupo español: David Muñoz.

Hablando de aquella etapa de infancia, Carlos Sobera dejaba caer que había una ficha blanca de Parchís con la que tuvo algo especial. “La ficha blanca y yo compartíamos ilusión, un amor quizás imaginario con ganas de crecer juntos y cantar muchas canciones”, desvelaba ella.

Por más que el presentador insistía en que hablar de él como un primer amor, la mexicana no soltaba prenda, aunque sí admitía que “fue como un amor platónico, me acuerdo con una ilusión increíble”.

El reencuentro

Y claro, este programa está para despertar emociones y generar momentos únicos y David Muñoz estaba ahí para sorprenderla. Su entrada al programa era en plan broma. Le hacían creer a Paulina que fallaba el micro y el que entraba a arreglarlo era su viejo amigo al que no ha reconocido. Sobera ha tenido que decirle quién era. Y es que los años no pasan en balde.

“Estás hermoso. ¡Qué fuerte! Hace un montón de años que no te veo”, le decía emocionada la mexicana. “¿Tú te acuerdas que mi mamá nos hacía de comer y estábamos en el Pedregal e hicimos toda esa rosca de Reyes, que estábamos todos jugando ahí y que te invité a casa?”, recordaba sobre aquella infancia.

David explicaba que, en México, sus casas estaban separadas por 500 metros. “Yo me iba de escondidas, con 11 años, por medio de la ciudad a su casa sin saber muy bien dónde iba. Tenía una casa enorme y allí nos reuníamos. Una vez me quedé, incluso, a dormir en su casa”, contaba el ex integrante de Parchís.

El detalle romántico

No se veían desde hace unos cuarenta años. “He traído una cosa, que guardo, que me diste tú”, decía David que sacaba de su bolsillo una pequeña libreta en la que aparecía como portada una foto de ella de niña.

“Ella me la regaló, nos enviábamos cartas entre giras y me regaló esto que tenía en un cajón”, explicaba él provocando un nuevo abrazo de Paulina.

Y por más que Carlos Sobera insistía con comentarios para que hablasen de una historia de amor, ellos se centraban en su amistad. “Yo me acuerdo de una foto que tenemos juntos con un traje azul y rojo y tú estabas de verde. Estábamos bajando de la mano en el Palacio de los Deportes de México y estábamos ahí felices, con la adrenalina del aplauso”, recordaba ella.

“Los niños, en ese momento, no tenemos esa malicia de los managers y nosotros nos volvimos amigos de verdad, genuinamente”, admitía ella. Contaban que eran los mayores los que les ponían a competir, pero ellos preferían jugar.

Sorpresas que te depara la vida y que te llenan de nostalgia.