Taylor Swift rompe la barrera de los mil millones

El club de los billonarios en Estados Unidos (recordemos que allí ser billonario equivale a tener mil millones, no un millón de millones como define el español la palabra) ha recibido a un nuevo componente. Se trata, ni más ni menos, que de Taylor Swift. El diario económico Bloomberg ha calculado (a la baja) la fortuna que ha amasado la solista para poder darle la bienvenida a tan selecto club.

Después de un momento de dudas e incertidumbre sobre lo que podía ser su presente y futuro musical, la decisión de la estadounidense de regrabar todo su catálogo para recuperar los derechos de sus canciones ha sido una jugada maestra que ha puesto sobre alerta a sellos discográficos, managers y fondos de inversión. Obviamente no todos los artistas tienen el poder de convocatoria de la de West Reading (Pensilvania, EE UU) pero lo de no contar con el propio artista para hablar de su futuro parece que tiene los días contados.

El caso es que el gigantesco apoyo que ha recibido Taylor Swift con los primeros discos regrabados, así como sus nuevas producciones musicales para su nueva compañía discográfica y la bestial gira mundial en la que se embarcó por su país y que pronto recorrerá todo el planeta (como ya ha hecho a través de los cines) han hecho que su patrimonio se dispare.

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Siempre según los cálculos del citado medio especializado en economía, las cuentas de la intérprete gozan de un estado de salud inmejorable. Bloomberg estima que el valor musical de sus discos entre ventas físicas y reproducciones en streaming tanto de audio como de vídeo le han reportado unos 520 millones de dólares. A ello hay que sumarle la venta de entradas y de productos de merchandising que se está realizando en The Eras Tour que se ha contabilizado para su primera etapa en más de 370 millones de dólares.

Si a esta auténtica masa de dinero le sumamos las 5 propiedades inmobiliarias que posee Tayloor Swift y que están valoradas en más de 100 millones y los derechos de autor o royalties que le corresponden por la venta de su música, es decir, por la compra que compañías de todo el mundo hacen para usar sus canciones, estimadas en unos 80 millones, el patrimonio de la solista superaría esa barrera de los 1000 millones.

Una cifra en la que Taylor ha estado trabajando desde 2006 cuando su primer álbum de estudio en solitario vio la luz pero que en realidad se ha reforzado en apenas 4 años desde que comenzó la pelea por los derechos de sus canciones tras la compra de Scooter Braun de su catálogo a su anterior sello musical.

En este final de 2023 su patrimonio todavía ha crecido aún más ya que hay que sumarle los brutales ingresos en taquilla que ha tenido la película documental de su The Eras Tour y aún falta por sumarle las ventas de su recién publicado 1989 además de su gira en 2024 por casi un centenar de países de 5 continentes.