Quién es Carmen Amaya, la artista a la que Google rinde homenaje
El Doodle de este jueves está dedicado a la bailaora gitana
Si esta mañana de jueves al levantarte has visto algo diferente en el logo de Google, no te asustes. Las tradicionales letras del buscador han sido sustituidas por la imagen de una bailaora flamenca. Y no, no es el emoji de WhatsApp de la bailarina. Se trata nada menos que de Carmen Amaya. ¿Te suena? Seguramente sí, ya que fue una conocida cantante, actriz y bailarina española que nació un 2 de noviembre de 1913, por lo que hoy se celebra su 110º aniversario de nacimiento.
La "gitanilla" de las calles
Carmen era de Barcelona y se crió en un barrio pobre en el que su padre, apodado como 'el Chino', tenía que buscarse la vida tocando su guitarra en la calle para poder llevar a comida a casa. Por este motivo, la artista tuvo que madurar de golpe y con tan solo cuatro añitos corrió tras su padre para recorrer con él las aceras de noche y ganarse un dinerillo. Mientras él le ponía la melodía, ella se movía y cantaba, unas habilidades que llamaron lo suficiente la atención como para poder 'actuar' en diminutos teatrillos sin pena ni gloria.
"Alma pura. El sentimiento hecho carne"
Así pasó sus días siendo una niña hasta que un empresario, José Sampere, reconoció esa chispa que la caracterizaba y decidió llevársela al Teatro Español de Barcelona. Sin embargo, Amaya no tenía la edad legal para trabajar, lo que supuso algún que otro problema a la hora de reconocerla entre las filas. De hecho, se dice que incluso su fecha 'oficial' de nacimiento podría estar manipulada, pero sí hay pruebas de la temprana edad a la que la joven Carmen arrancó su carrera.
Fue Sebastián Gash, crítico de arte, quien habló por primera vez de ella en la Exposición Internacional de Barcelona de1929 y ya entonces la describió como "una gitanilla de unos catorce años de edad sentada en una silla sobre el tablao". En aquella ocasión, la calificó su baile como algo "indescriptible": "Alma pura. El sentimiento hecho carne". Otros expertos aseguraban que Amaya fusionaba los movimientos de una bailaora tradicional con los de un bailaor.
Pero no fue hasta 1935 cuando llegó su primer contrato y su presentación oficial en Madrid. A partir de ahí hasta el mundillo del cine se interesó por esta virtuosa del taconeo y la ficharon para papeles pequeños como en La hija de Juan Simón o María de la O. Con el paso del tiempo, el éxito de Carmen Amaya traspasó las fronteras de nuestro país y ya en Buenos Aires aplaudían su arte y llenaban los teatros que pisaba. Es más, el Teatro Amaya está dedicado a ella.
También conoció Hollywood, donde se codeó con el famoseo de entonces y llegó incluso a conocer a Roosevelt, el presidente de Estados Unidos. Pasó algunos años al otro lado del charco y cuando regresó a España, ya era toda una celebridad.
Un romance secreto y su último aliento
En cuanto a su vida personal, durante mucho tiempo se mantuvo en secreto que Carmen Amaya, al parecer, mantuvo una relación de noviazgo con el guitarrista Agustín Castellón Campos, conocido como Sabicas. Un romance que él confesó poco antes de morir y que duró la friolera de nueve años. Lo que sí se conoce es que la bailaora se casó en 1952 con el guitarrista de su compañía, Juan Antonio Agüero.
Durante la primavera de 1963, Amaya estaba rodando la que sería su última película, Los Tarantos, y ya entonces la acechaba una dura enfermedad por la que, decían que "tenía el riñón de un niño pequeño". Pero su insuficiencia renal no le paró los pies y, pese a un rodaje de lo más duro para ella, siguió adelante con una gira de verano que, esta vez sí, casi pudo con ella. Estando en Gandía, la bailaora tuvo que interrumpir su actuación debido a su estado. Finalmente, murió a los 45 años en su casa de Bagur, provincia de Girona.
Sandra Escobar
Periodista de LOS40.