Isabel Coixet: "Antes muerta que escuchar reguetón"
La directora presenta 'Un Amor', su nueva película basada en el libro de Sara Mesa
Los romances siempre transcurren de formas inesperadas, aunque el debate de si Sara Mesa plasmó Un Amor normal en su novela puede ser de lo más extenso. La historia, que habla de una mujer —Nat— que se va a un pueblo poco habitado a vivir una vida alejada de su anterior empleo, termina por ser una trama que revuelve amor, pasión y obsesión. Algo que enseguida conquistó a la mismísima Isabel Coixet para convertirlo en largometraje.
La directora presenta Un Amor este 10 de noviembre en cines, aunque ya ha tenido un interesante paso por festivales. Su reparto está encabezado por Laia Costa y Hovik Keuchkerian, con la participación de otros nombres como Hugo Silva, Ingrid García-Jonsson y Luis Bermejo e incluso Flor, que encarna a Sieso, el perro de Nat.
Coixet ya tiene planes para una siguiente película, Los días del abandono, que se basa en la novela homónima de Elena Ferrante y de la que ya ha anunciado que contará con Penélope Cruz. Pero ahora, presenta una película que intentará remover al espectador de la misma forma que lo hizo con el lector, y que parece apuntar a ser clave en la próxima temporada de premios. Por todo ello, Isabel nos habla de las diferencias entre libro y película, de su próximo proyecto e incluso de la música que utiliza para escribir.
Ya has dicho que Un Amor te conquistó por su estilo tan propio. ¿Ves alguna similitud entre el estilo de Sara Mesa y el tuyo?
Yo creo que ella es mucho más inflexible que yo. Creo que ella es mucho más contundente que yo, sí, pero quizá hay algo de medir. No sé, ella siempre mide mucho las palabras y yo es verdad que intento no recrearme las cosas, y quizá algo en la sobriedad del estilo… Igual sí.
Donde sí has dicho que ves similitudes es entre Nat, la protagonista, y tu. ¿Por qué?
Porque a mí me han pasado las cosas que le han pasado a ella. Casi todas, diría yo. Yo tengo una identificación muy grande con ella. Y es curioso, ¿no? Porque eso me hace que cuando la gente dice “no, es que yo a ella no la entiendo, es que me cae fatal”... Y yo digo "pero, ¿por qué? ¿Por qué?". Sí, no sé, a mí me parece un personaje vulnerable, un poco perdido. Pero claro, es que a mí la gente vulnerable, un poco perdida, es la que más me interesa. Porque si tú no reaccionas a las cosas, si no sientes las cosas, si no te equivocas en la vida, es que estás haciendo algo mal. Esa es mi teoría.
Siempre hay una parte de los espectadores que se queja de las diferencias con la novela que hay en una adaptación.¿Crees que en este tipo de género eso da más igual?
Ay, por favor, de verdad, no, no lo sé. Igual, seguramente, pero ya cuento con ello. Ya sé que habrá gente que dirá “no, pues a mí me gustó más el libro”. Bueno, pues vale, pues sí, qué vamos a hacer. Lo admito.
Puede haber diferencias y diferencias, pero la más notable es que en la película has eliminado el hecho de que la protagonista acabara renunciando a su empleo porque robaba una grapadora. De esta forma le das un nuevo sentido al origen de Nat, ya que es un detalle vital en el libro. ¿Por qué? ¿Era poco verosímil?
¿Sabes por qué? Porque es que yo creo que una cosa es leerlo y otra cuando lo ves. Yo cada vez que veía la grapadora pensaba, pero esto para que esto sea relevante fílmicamente ¿cómo lo tengo que hacer? Una grapadora. ¿Por qué? ¿Qué pasa? Entonces me pareció que la fuerza del objeto en la pantalla iba a ser como muy, muy poco relevante. Eso es, o sea, no supe cómo ponerlo en escena.
Ofreciste a Sara Mesa entrar al guion, pero no pudo. ¿Ha quedado satisfecha con el resultado?
Sí, lo ha dicho públicamente además, que le ha gustado. Yo siempre ella le ofrecí que que participara en el guion. Pero ella estaba en otra cosa y no, no, no pudo y también era como que bueno, terminaba la novela y ya había acabado con esto, que es normal. Pero yo siempre le iba informando, de los actores, de las localizaciones, del casting que hicimos, del perro... Siempre intenté tenerla al día. Me gustaba que supiera lo que estábamos haciendo, y que con todas las diferencias, creo que la esencia de de su libro está en la película.
Sara Mesa narra la historia en primera persona, confiando al lector mucho los pensamientos de Nat. En la película, ¿es tarea del actor o de la directora que todo eso se exprese bien y le llegue al espectador?
Yo creo es una tarea mancomunada. La idea es extraordinaria y yo creo que Laia lo borda, pero no sé, yo creo que estamos todos ahí para que todo sea creíble, para que esa Nat exista, ¿no? Pero bueno, la principal es Laia, desde luego.
Los lectores se enamoraron de Sieso, el perro de Nat, y posiblemente los espectadores también. Una diferencia con la novela es que en la película se explica que es hermafrodita.
El caso del perro es que era un perro muy curioso. Yo hice el casting y a mí me enamoró la cara de ese perro, esas cicatrices, y esa manera huidiza que tenía, que no que no se asustaba de ti, pero tampoco era de esos perros súper cariñosos. Me gustó esa cosa tan de sieso que tenía. Y luego me contaron los cuidadores que sí, que era intersex. Esto me fascinó, claro, y lo puse en la película, pero no, no estaba en el guion porque pero porque me lo contaron después, yo ya había escogido al perro. Pero es maravilloso, porque para mí el perro también es ella. La casa y el perro son ella. Y hay algo de de universal en ese en ese perro que no es perro ni perra, que quiere cariño, pero tampoco quiere demostrar que quiere cariño. Siempre me parecía que los dos eran una simbiosis.
Tú próximo proyecto, Los días del abandono, también tiene a un perro como elemento central de la trama.
Sí. Es que me gustan los perros, lo reconozco. Yo soy muy de perros. Y no ha sido una casualidad porque además en Los días del abandono es una novela que yo leí hace mucho tiempo. De hecho, los derechos los tenía Natalie Portman. Y siempre pensé que que era un papel para Penélope (Cruz). Y cuando los derechos caducaron fue cuando entró una productora italiana, y tal... Pero bueno, eso es un proyecto que llevará tiempo hacer. Falta mucho.
¿Confías en que Penélope se lo lleve al extremo al que el personaje se lo lleva en el libro?
Yo es que leí la novela y vi a Penélope. Espero que podamos hacer la película, sí.
Has escrito el guion de esta película. ¿Escuchaste música en el proceso de escritura?
Todo el rato. Yo soy muy fan de Max Raabe. Y la canción de Max Raabe (un tema importante en la trama)... O sea, yo creo que he escuchado todo, le he visto actuar, y me fascina. Es un es un ser extraño, un ser atemporal que no sabes si tiene 20 o 70 años. Que toca música de los años 20 y luego de repente hace este temazo; que me encanta porque es como entre hortera, kitch, melancólico. Me gustó muchísimo y dije "esto esto tiene que salir en la película".
¿Qué más hay más en tus playlist?
Es que yo soy muy ecléctica. Yo intento poner todo, menos ciertas cosas que no me gustan. O sea, pues pongo música de los 20, bandas sonoras, últimamente estoy obsesionada con Jungle y pongo en cada programa un tema suyo porque me flipaban, luego desaparecieron y han vuelto. Es que el último disco de Jungle es la hostia.
¿Hay algún género que tú creas que la gente se sorprendería al saber que te gusta?
Yo creo que menos metal... No sé, el otro día me preguntarán los temas que canto en el karaoke, que son algunos son muy... Pero no sé si se sorprendería, no, probablemente no.
Doja Cat samplea de una manera mucho más creativa que Bad Bunny. Y tiene más crédito Bad Bunny que Doja Cat. ¿Por qué? Muy mal.
¿Escuchas reguetón?
Antes muerta. No, y una cosa que flipo, que es que, vamos a ver. Bad Bunny, que es un tío que personalmente me cae bien, pero yo escucho ese disco y digo, pero macho, lo bueno de ese disco son todos los samples que ha cogido, pero por favor. No sé. Ahora, qué escucho cada mañana: un tema de Doja Cat, en el que ha sampleado Walk On By (Paint The Town In Red), yo creo que ella samplea de una manera mucho más creativa que Bad Bunny. Y tiene más crédito Bad Bunny que Doja Cat. ¿Por qué? Muy mal.
Un Amor ya está en cines.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me...