'No es tan raro', el corto con el peor protagonista para adolescentes y jóvenes españoles: la ansiedad social
Una realidad poco representada pero muy presente en nuestro país
El informe Teens & Screens del mes de octubre lo dejaba claro: los jóvenes quieren historias en las que sentirse representados, no idealizar situaciones que poco tienen que ver con su día a día. La investigación acumuló los testimonios de 1.500 personas de la Generación Z que querían alejarse de la ficción audiovisual que apostaba por una trama con contenido sexual y relacionado por las drogas. En su lugar, priorizan en sus gustos todo aquello que se acerque a relaciones reales que pueden ser o no ser tan agradables para los espectadores, pero que sí se ven en el día a día de la juventud.
Dentro del espectro definido podrían encajarse series como Heartstopper, que tan bien muestra esa magia de las primeras veces con dos protagonistas debutando en el amor de pareja mientras van al instituto; aunque lo recogido por la Universidad de California exponía que lo más importante para este target era sentirse representados. Y eso no solo pasa por la felicidad del instituto.
Representar realidades es cada vez más necesario, ya no por el éxito potencial que podría tener el proyecto en el que se encajara dentro de este público; sino por cumplir con la labor histórica que el mundo audiovisual siempre ha asumido —a veces de antemano, otras de manera consecuente— de enseñar lo que existe. Esa evolución se ve incluso en productos españoles, sobre todo con la salud mental en un escenario tan prioritario como el que disfruta en los últimos años.
A la espera de que el debate público coloque el cuidado mental en un primer plano que incluya a las instituciones, son varios ejemplos patrios los que han puesto realidades escondidas —en ocasiones también estigmatizadas— en sus guiones. Porque una vez se cuele en el metraje, dejan de ser una mera trama para ser una pregunta; puede que para uno mismo o para otros que están pasando por algo parecido. Y tratándose del último proyecto de Nhood España dirigido por Miguel Ángel Olivares —sobre estas líneas—, es momento de hablar de la ansiedad social.
La ansiedad social: un problema generalizado, pero invisible
Con apenas cinco minutos de duración, la historia se centra en Pablo, un estudiante universitario que tiene que pasar por su primer día de clase. Lo que a menudo se muestra como la aventura del nuevo comienzo, para él es una tortura: no sabe cómo reaccionar a tanta gente de pronto, sobre todo porque teme el efecto que deje en ellos lo que va a decir. Eso le impide seguir el ritmo de las otras personas, sobre todo porque en su cabeza todo es una cuenta atrás hasta que la gente que le habla pueda pensar algo negativo sobre él.
La presión por encajar y por seguir el ritmo le hace terminar en un lugar en el que no se siente cómodo, provocando la peor reacción posible. Y es precisamente el desconocimiento de causa lo que le termina tildando de "raro"; pese a que el corto tiene un mensaje final de lo más directo: Pablo no es tan raro como piensas, y lo que le pasa es más común de lo que crees.
Los datos no engañan. La ansiedad social, un problema que vincula los efectos de la ansiedad a situaciones sociales que provocan en una persona malestar —manifestado de varias formas—, está presente en el 13% de la población española. Un 52% de adolescentes han presentado síntomas de ello; y hay una prevalencia notable en estudiantes universitarios. Se puede diferenciar la fobia social específica —a una o dos situaciones sociales concretas— o generalizada —a tres o más situaciones—.
El problema va más allá de la estigmatización: a los jóvenes que lo sufren les llega a costar decidir entrar a cursar estudios superiores, y de hacerlo, la mayoría pueden llegar a no completarlos. De nuevo, un problema en el que reflejar las situaciones ayuda al entendimiento social del problema.
El corto, publicitado como "basado en miedos reales", ya disponible en YouTube, está protagonizado por el nominado al Goya Jorge Motos, al que seguramente hayas visto como mejor amigo de Aitana en su primera serie, La Última. Además, está rodado en una asfixiante primera persona que te hará sentir más de cerca el problema de la ansiedad social, ahora un paso más cerca de ser tomada en cuenta en el mundo audiovisual.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...