Hulka y el resto de heroínas de Marvel se enfrentan al peor villano: las críticas machistas sin fundamento

Algunos fans tienen un problema con las mujeres de Marvel Studios. Se empezó a notar con Capitana Marvel, que llegó en la cuestionable espera de diez años y veinte películas de un mismo universo cinematográfico encabezado por protagonistas masculinos, y cuya primera polémica surgió porque... bueno, porque el personaje de Brie Larson estaba demasiado ocupada salvando parte de la galaxia y se olvidaba de sonreír en el tráiler.

Viuda Negra abrió la Fase 4 ―fue el primer estreno de la tanda de películas lanzadas tras Vengadores: Endgame—, y las malas críticas previas a su estreno dejaron claro que pasaba algo raro con ella. Quizá un día después del estreno se podría haber entendido, por aquello de —¡spoiler!— que la historia llegaba años tarde y no aportaba nada más allá que una escena post-créditos y un relevo para Natasha Romanoff. Pero no había pasado antes, ni si quiera con los Guardianes de la Galaxia, un grupo menos conocido para el público cinematográfico y que aún así, tuvo su oportunidad.

Aunque algo empezó a apestar con las reacciones a dos de las heroínas más poderosas del multiverso, Kamala Khan y Jane Foster —los nombres civiles de los personajes de Ms. Marvel y la nueva Thor, respectivamente—. Ahí no solo se reveló cierta misoginia, sino también una facción que sorprendería hasta al menos habituado a los tebeos: hay una gran parte de los espectadores que no tienen ni idea de los cómics que basan todas las películas. Y que aún así, se permiten el lujo de opinar sobre los orígenes de los personajes.

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De las críticas más impopulares que circularon por la red, se dijo que América Chávez era un personaje inventado por Kevin Feige, que la poderosa Thor era inclusión forzada y que ahora Hulka es un interés amoroso de Hulk sin gancho. La opinión siempre es libre, sí, de no ser porque América Chavez lleva purulando por las viñetas desde 2011 —con más de una década de diferencia con el estreno de la película en la que debuta—, la poderosa Thor tiene un arco narrativo con orígenes muy bien justificados gracias a los guiones de Jason Aaron y que Hulka es, simplemente, la prima de Hulk.

¿Qué está pasando con Hulka?

Pero centrémonos en ella, Jennifer Walters. She-Hulk. Hulka, para los que tienen confianza con ella. Pero ¿cómo se puede tener confianza con un personaje que "se ha forzado para tener más representación femenina"? Muy fácil: porque existe desde hace 43 años.

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Una de las noticias más tristes que rodean a la serie ha sido, de nuevo, su falso recibimiento por parte de los usuarios de internet. En IMDB la serie tenía un 4'2 de puntuación, habiendo recibido un 42'8% de puntuaciones de 1 sobre 10 un día antes de su estreno.

Lo más curioso es que, en su mayoría, vienen de hombres mayores de treinta años. Por pura estadística, muchos de ellos creerán que es otro personaje sacado de la manga de una compañía que conspira contra la representación masculina; aunque lo cierto es que Hulka ya repartía puñetazos cuando ellos no habían ni nacido. Vaya, que la que está muy verde no es Hulka, sino esa parte de la audiencia.

Hulka nació como un personaje prácticamente satírico que aliviaba la tensión de los cómics tradicionales de Marvel, siendo famosa por sus portadas y referencias de metalectura en las que se dirigía directamente al público. Ha sido una figura elemental de la Casa de las Ideas desde que se creó: además de haber salvado el mundo marvelita en varias ocasiones, ha pasado por ser una vengadora e incluso una integrante de Los 4 Fantásticos.

En defensa de la abogada Walters

Si su historia no convence a los más escépticos, quizá sí lo hagan sus avales. Stan Lee, tan venerado por la comunidad marvel, creó al personaje junto a John Buscema; aunque uno de sus escritores históricos no ha dudado en pronunciarse por encima de todos los haters:

Dan Slott, guionista estadounidense de cómics responsable de haber creado historias para Spider-Man, Los Vengadores o, por supuesto, Hulka, dejaba a un lado la promoción de la serie -lleva apoyando el proyecto desde hace días- para aclarar algo: "Hola. He escrito más cómics de Hulka que ningún ser humano sobre la faz de la Tierra, he visto los primeros episodios de la serie y estoy aquí para deciros que... ¡son SENSACIONALES!". Parece que las críticas a un posible desmarque de las viñetas tampoco tienen cabida.

Como se mencionaba en líneas superiores, Hulka cumple a la perfección con su naturaleza de 'comedia legal' que tanta falta le hace a Marvel Studios. Si se veneró la profundidad de WandaVision para hablar de la pérdida, la crudeza de Falcon y el Soldado de Invierno para criticar el racismo de EEUU, el paso con pinzas de Caballero Luna por la salud mental... ¿Por qué no experimentar con otros géneros?

Doctor Strange en el Multiverso de la Locura fue de lo más aplaudida gracias a la inclusión de elementos de terror por parte de Sam Raimi, Guardianes de la Galaxia por su espíritu ochentero. Pero Ms. Marvel fue más criticada por cetrarse en ser una comedia de instituto. Algo que ni es en su totalidad y que, por cierto, también fue la esencia de Spider-Man: Homecoming —primera película del Spider-Man interpretado por Tom Holland—.

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Seamos claros. Marvel lleva sobre sus espaldas veintinueve películas y siete series originales —trece, si contamos las migradas desde Netflix—, y pese a seguir la máxima de "si algo funciona, para qué cambiarlo", podría llegar un momento en el que se rompiese el chicle de tanto estirarlo. Y qué mejor manera de hacerlo que aliviar el género superheroico tirando de subgéneros. Porque está claro que no a todo el mundo le puede gustar Una rubia muy legal, pero tampoco aguantaría un Iron Man 25.

Pero ¿es realmente un problema de guion?

Por desgracia, es tan evidente que ese no es el problema que duele ver cómo la audiencia involuciona en ciertos aspectos. Las críticas no suelen ir dirigidas a aspectos de guion, sino a cosas mucho más irrelevantes para cualquier espectador: a America Chávez se le criticó por tener dos madres; a Eternals, por un reparto diverso y representativo, y a la Poderosa Thor y Hulka, por un supuesto borrado de la identidad de los dos Vengadores originales a los que se asemejan.

Ni que decir tiene que estas críticas no tienen fundamento alguno, y no hay ni que irse a los cómics para saberlo. De hecho, basta con las películas. El detalle de hablar de las madres de América es esencial para entender una identidad orientada por la pérdida, aunque es llamativo que levante ampollas únicamente porque se trate de una pareja lesbiana. En Eternals, se tiró por el argumento de un posible escándalo entre el público más joven por un brevísimo beso entre dos hombres —muy similar a la escena de Lightyear que tanto revuelo causó en todo el planeta—; pero no importó a nadie que también incluyera una escena de sexo entre dos personajes heterosexuales. Y en cuanto a las heroínas mencionadas, cabe destacar que tanto Bruce Banner (Mark Ruffalo) como Thor (Chris Hemsworth) siguen en las películas, y de hecho, no tienen planes de irse.

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Tal vez el problema de estos seguidores del MCU sea que quisieran haberse quedado en 2008, y eso que por aquel entonces no se negaba tanto la realidad diversa en la que vivimos desde que empezó el nuevo siglo. Pero en eso Marvel está demostrando una valentía tan sorprendente como necesaria, negándose a modificar la nueva línea que están siguiendo pese a que eso signifique renunciar al estreno en varios mercados.

Algunos fans tienen un problema con las mujeres de Marvel Studios... pero ni Hulka, la poderosa Thor, Ms. Marvel, Capitana Marvel ni la mismísima Bruja Escarlata tienen tiempo para preocuparse por ello. Todas ellas están demasiado ocupadas construyendo referentes de ficción y todo un universo cinematográfico en el que se soporte la cultura pop de la próxima década. Y ojo, haters, que vendrán curvas: IronHeart, Echo, Agatha Harkness, Cassie Lang, Kate Bishop y muchas más están por sumarse de lleno a este plan. Y con ellas, junto con las demás, no habrá Kang, skrull o machismo que gane ninguna batalla.

She-Hulk: Abogada Hulka ya está disponible en Disney+.