Especial
Juan Gómez Jurado deja claro en ‘La Resistencia’ que podemos considerarle un autor maldito
El autor en español que más vende sorprende con su historia de muertes y su sinceridad contestando las preguntas clásicas
Todo vuelve es la última novela de Juan Gómez-Jurado, el autor en español que más vende después de publicar su saga de La reina roja. Se ha convertido en el niño bonito del thriller en España y lleva ya a sus espaldas varios best sellers y, también, como ha confesado, varias muertes. Y no hablamos ahora de ficción.
Hizo un repaso a sus novelas. La primera, año 2014, El paciente, reconoció que fue un absoluto fracaso. Mientras lo estaba escribiendo se divorció y se quedó en la ruina. “Me vengo a vivir a Madrid, a Quintana, al lado de Arturo González Campos y ahí es donde arranca nuestra amistad”,
“Segundo libro y según empiezo a escribirlo se muere mi madre”, relató. Y no fue más que el principio de una ristra de muertes. Su madre que le había desheredado por haberse divorciado, a lo que no iba mucho con su mentalidad cristiana. Eso sí, tras su muerte, su padre “me vuelve a heredar”.
Ese libro fue un poquito mejor y él siguió deseando que las cosas le fueran bien con la literatura. “Una entidad chunga, en algún sitio, me escucha, algo oscuro, anciano, malvado, un demonio, Herman Hesse, el caso es que justo me pongo a escribir Reina Roja, mi padre se muere”, contaba.
Ese libro lo petó, tres millones de libros vendidos solo en España. “Después de Reina roja, digo, me voy a sentar a escribir Loba negra, acondicionado el sitio porque me iba a escribir a una hospedería, en el Valle de los Caídos, da igual, es que era muy barato”, relataba sobre sus manías para escribir. Se trasladó allí dos meses para la última escritura del libro.
“Me siento y en el momento en el que abro el ordenador para escribir, en ese mismo instante me llaman por teléfono y me dicen, le llamamos del hospital, ¿es usted el sobrino de…? me dice el nombre de mi tía. Sí, soy yo. Y me dice que se ha subido al tejado del hospital y nos gustaría que viniera usted a bajarla. Y bajó”, relató.
En marzo de 2020 se sienta a escribir Rey Blanco. “La pandemia mundial, todos en la mierda, cancelé la hospedería, ya no volví, se quedaron con mis cosas y me encerré en casa con la Play”, seguía con su relato de tragedias.
“Me siento a escribir Todo arde y me llama mi mejor amiga, la madrina de mis hijos, y me dice, ‘tengo cáncer de páncreas’. Y le digo, míralo por el lado bueno, puedes fumar todo lo que quieras. Y murió”, confesó.
Y con el último, Todo vuelve, las cosas no han sido diferentes. “Según me siento a escribirlo se muere mi agente literaria que era como mi madre, llevaba con ella 17 años, me iba a cenar a su casa, me quedaba a dormir a su casa, amo a toda su familia, los quiero muchísimo”, continuó.
Pero la cosa no acaba ahí: “Ahora me he sentado a escribir el próximo y ayer a mi manager, en Cádiz, cuando volvemos de la presentación nos habían dejado una cena fría en la habitación, una en la suya y otra en la mía, y alérgico al kiwi y la ensalada tenía kiwi y no se lo avisaron y a la una y media se despierta, que se ahogaba”.
En ese momento cogió el micro desde un palco, su amigo Arturo González Campos: “Haciendo cálculos ahora mismo y quitando a su mujer y a sus hijos, soy el siguiente. Me están dando ganas, soy el siguiente. Si Juan vende los libros de Todo vuelve y le compran la continuación, el siguiente que palma soy yo. Solo os digo una cosa, Todo vuelve no es el libro regalo de la Navidad. Todo vuelve es una puta mierda de libro, no lo compréis”.
Las preguntas clásicas
Por muy escritor que sea, no se libró de las preguntas clásicas. Aseguró que, ahora mismo, tiene poco dinero en el banco, pero dio una cifra para valorar su patrimonio después de haber vendido millones de libros: “En cuanto la casa mía, la del pueblo, la de Arturo… dos millones y medio de euros”.
También dio una cifra de relaciones sexuales en el último mes y le interesó saber lo que cuantificaba una paja. “12, sumando todo”, reconoció. Admitió que “yo voy a una paja por día. La duchaja es fundamental”. Eso, después de haber reconocido que sexualmente es fogoso y “me gusta mandar un poco”. Descubrimos, también, que eso de ser el autor con más éxito en lengua española, también tiene una connotación sexual.
Está claro que no le faltan experiencias para inspirarse.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...