Especial
Todas las claves de la COP28 de Dubái
La capital de Emiratos Árabes Unidos acoge una cita vital para el futuro de la humanidad.
Todas las miradas están puestas estos días en Dubái. La ciudad alberga una nueva edición de la Cumbre del Clima, en la que más de 70.000 personas llegadas de todos los rincones del planeta, entre jefes de estado, representantes gubernamentales, líderes empresariales, científicos y organizaciones de la sociedad civil, debatirán sobre las medidas a adoptar para frenar el cambio climático, la principal amenaza a la que se enfrenta la humanidad. Estas son algunas de las claves para entender un encuentro en el que nos jugamos mucho.
Una cumbre polémica
Desde el principio, la COP28 estuvo rodeada de controversia. Al fin y al cabo, que se celebre en uno de los países que más petróleo exportan, siendo los combustibles fósiles una parte esencial del problema, parece claramente contradictorio. Además, el anfitrión y presidente de la Cumbre, el sultán al Yaber, es también director ejecutivo de la petrolera estatal de Emiratos Árabes Unidos (EAU), ADNOC, lo que ha convertido la COP28 en el objetivo de las críticas ecologistas.
Las ausencias del papa, Biden y Xi Jinping
Los presidentes de las dos superpotencias más poderosas del planeta, EEUU y China, no estarán en la Cumbre del Clima de Dubái. Una ausencia que no es menor: ambos son los países que más contaminan del mundo. En el lugar del país norteamericano estará John Kerry, enviado especial de Cambio Climático, mientras que por parte del gigante asiático se espera un mensaje de Xuexiang Ding, viceprimer ministro. Además, el Papa Francisco, que había anunciado que acudiría, ha cancelado finalmente su visita por culpa de una gripe.
Las renovables, protagonistas
El abandono de los combustibles fósiles planeará durante toda la Cumbre. Y aunque hay muchos países interesados en que esto no ocurra (entre otros, el propio Dubái), todo parece indicar que las distintas delegaciones apostarán por aumentar significativamente las energías renovables. En concreto, la Unión Europea quiere arrancar de la Cumbre una serie de compromisos para triplicar el despliegue de renovables y duplicar la eficiencia energética. Al mismo tiempo, sobre la mesa estará un tema espinoso: eliminar los subsidios a los combustibles fósiles como paso previo a dejar de utilizarlos.
El año más caluroso
Hay datos que deberían llevar a una reflexión profunda por parte de todos los países participantes en la Cumbre del Clima de Dubái. 2023 ha sido el año más caluroso jamás registrado en la historia de la humanidad, según ha adelantado la Organización Meteorológica Mundial. Tal y como se ha explicado desde la secretaría del Convenio de Cambio Climático de la ONU, “los impactos de la crisis climática causan estragos sin precedentes en la vida humana y los medios de vida en todo el mundo”. Es ahora o nunca, advierten los expertos.
España, entre Alemania y Reino Unido
Está previsto que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, intervenga este viernes en la COP28 detrás del canciller alemán, Olaf Scholz, y antes del primer ministro británico, Rishi Sunak. La agenda de la delegación española incluye tres grandes asuntos en la Cumbre: hacer un balance mundial del acuerdo de París, la financiación de la lucha contra la crisis climática y la puesta en marcha de un fondo para afrontar a los efectos de desastres naturales en países vulnerables.
Cuestión de dinero
El cambio climático, como tantas otras cosas, es también una cuestión económica. Los países más pobres del planeta son también los más afectados por las consecuencias de esta crisis, y es precisamente por ello que exigen a los más ricos doblar la promesa que hicieron en 2020 de destinar 100.000 millones de dólares para paliar los efectos derivados del aumento de las temperaturas, como las sequías y las olas de calor. Según un reciente informe de 'The Lancet', África, Oceanía y América del Sur son las regiones donde más ha aumentado la proporción de tierra afectada por al menos un mes de sequía extrema, y el continente africano es donde se registran las mayores pérdidas económicas por absentismo laboral debido a las altas temperaturas.
La captura y almacenamiento de carbono, a debate
Es uno de los asuntos que traerán más cola. La Captura y Almacenamiento del Carbono (CAC) es un proceso complejo consistente en la separación del CO2 emitido esencialmente por la industria y su posterior transporte a un lugar de almacenamiento geológico para aislarlo de la atmósfera a largo plazo. Según los grupos ecologistas, este moderno procedimiento, que cada vez se está implementando más en las grandes centrales termoeléctricas de carbón y gas de nuevo diseño, entraña un grave riesgo que conviene no obviar, dado que supone una excusa para promover y alargar la extracción de carbón, uno de los combustibles más sucios y contaminantes del planeta. Por eso, muchos estarán muy atentos a lo que se diga sobre él a lo largo de la COP28.
París como referente
En 2010 tuvo lugar la COP21 en la capital francesa. Y fue, probablemente, la más importante de todas: allí se adoptó el Acuerdo de París, que obliga a todos los países que se sumen al pacto a acometer recortes de gases de efecto invernadero con el objetivo de no superar el grado y medio de temperatura a finales de este siglo, el límite que establece la ciencia para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático. Según los propios científicos, no estamos haciendo los deberes: se estima que, al ritmo actual de emisiones, superaremos el límite crucial de 1,5 ºC para el año 2027. A este mismo ritmo, nos dirigimos a un incremento de la temperatura de entre 2,1 y 2,8 grados para final de siglo.