Mala Rodríguez comparte su sincera opinión sobre Rosalía y Aitana con Risto Mejide que termina confundido

Mala Rodríguez se ha sentado esta semana en el Chester de Risto Mejide para hablar de sí misma. Ha reconocido que para ser Mala hay que ser valiente y pisar algunos charcos como “estar sin comer y estar en situaciones límite”.

Reconoce que ha dejado varias veces la música, la primera vez “por miedo al éxito, la fama, para mí eso era muy desconocido y recuerdo que me puse a trabajar en una panadería”. Pero cuando su discó empezó a petarlo en Estados Unidos se dio cuenta de que tenía que ser agradecida y se lanzó a hacer su segundo álbum.

Su aspiración es la de crecer espiritualmente y, aunque tenía muchos sueños, su destino le llevó siempre a la música en la que siempre se ha refugiado, incluso cuando ha tenido sus “pérdidas de orina”, sus momentos de crisis. Llegó incluso a caer en depresión.

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“El hecho de estar deprimido es super normal. ¿Quién no va a estar deprimida con el mundo este si lo examinas un poco? Todo el mundo se deprime. Una cosa es deprimirse y otra cosa es que el médico te de mandanga, de la chunga, de la que te cuesta trabajo dejar, y yo estoy en contra de las farmacéuticas. Es más fácil informar a la gente de cómo puede obtener la dopamina real, de cómo obtener tener esa felicidad, a simplemente conseguir un volante”, explicaba.

Un tema sensible en el que no quiso profundizar, aunque dejó claro que hay médicos buenos y médicos malos, igual que profesores que tienen vocación y están deseando ver el progreso de sus alumnos y hay profesores que están deseando que suene el timbre para escaparse de ellos.

Feminismo

También hablaron de feminismo. Muchos consideran a Mala como una de las pioneras de esta nueva ola. “Yo no sabía el significado de la palabra feminismo, pero sí sabía que yo podía hacer todo lo que yo quisiera, porque mi mamá nunca me puso ningún tope”, admitía.

“¿Dónde dan el carné de feminista? Quiero saberlo. Es que solo hay un feminismo y es muy blanco, de la raza blanca”, exponía. Y sobre el hecho de asegurar que si las mujeres quieren ser iguales a los hombres no tienen que tener hijos, quiso matizar.

“Cuando yo digo esto, lo que quiero decir, es que un hombre al no tener el hecho de tener que cuidar de ese bebé durante años, tiene ventaja. Un bebé quiere estar con la mama. Que una mujer que arriesga el no tener familia para ponerlo a su carrera, avanza más en su carrera. Es más duro tener una familia y tener una carrera. No creo que hemos avanzado en nada”, aseguraba.

Rosalía

Hablar de música hoy en día y no hacerlo de Rosalía es casi imposible. Mala reconoció que le gusta. Cuando Risto le recordó que había habido polémica por las cosas que a veces ha dicho de ella, dejó claro que “es muy lindo ver a mujeres peleando en el barro. Es normal que las echen a pelear”.

“Sucedió de una manera bastante agresiva, muy violento. Yo estaba promocionando mi música y todo era eso, ¿no hay más cosas?”, recordaba sobre aquel momento.

“Me acuerdo el disco ese de versiones que sacó, yo estaba flipando porque pensaba que era de Sevilla, o el sur, y qué va, es una niña de aquí y tenemos amigos en común. Está claro que ella estaba con una visión muy global de lo que quería hacer con su arte y para nada se iba a quedar en el momento soy gitana, para este álbum, yo entiendo que a las gitanas les molestara, te lo digo porque hablo con ellas y se sienten como que estás cogiendo una cosa, un dolor mío, y lo estás monetizando”, contaba.

Reconoció que Rosalía es una genia, “es una fenómeno, ha hecho algo muy grande por la música, coño, es increíble lo que ha hecho y lo que seguirá haciendo, transforma y sigue transformando y evolucionando”.

Aitana

También habló de Aitana, también dijo que le gustaba y sobre las críticas a sus coreografías lo tiene claro: “Que te critiquen por bailar… entiendo que Aitana es una chica que ha crecido en nuestra cara y, de repente, nos sorprende que haga cosas de una persona más mayor quizás, bailar usando su sensualidad, pero es normal. A estas alturas ella ya lo tiene que saber. Yo creo que se la suda un poco”.

Y después de un rato charlando, se despedían y Risto reconocía que se quedaba algo confundido. “Navegar con la Mala no ha sido fácil, pero yo qué sé, esto es el Chester”, reconocía.