Especial
Ariana Grande: el problema de la canción millonaria que fracasó y dio paso a la popstar más honesta
La historia agridulce del hit que lo cambió todo
Hubo una vez, hace mucho tiempo, en el que Ariana Grande estuvo a punto de ser una cantante más y no una popstar. Fue el 30 de octubre de 2015. Ese día estrenó Focus, el lead single de un disco que iba a ser decisivo para su futuro dentro de la industria. Una industria convulsa que, por aquel entonces, estaba a punto de ser testigo del declive de sus exponentes más importantes. Mientras la música de Katy Perry, Rihanna, Britney Spears, Lady Gaga y otras estrellas empezaba a flaquear o desaparecer (saludos, Riri), Ariana se la jugaba: o vivía su ascenso a lo más alto o era relegada al limbo al que caen esos proyectos teledirigidos y sin personalidad que no terminan de cuajar.
Cualquiera que eche la vista atrás y se fije en los números pensará que me he vuelto loco. Focus debutó en el séptimo puesto de Billboard Hot 100 y acumula unas cifras estratosféricas en el mercado del stream: más de 300 millones en Spotify y casi 1.000 millones en YouTube. Si nos fijamos en el dato, en la pela, Focus fue uno de los sencillos principales más rentables de Ariana Grande. En su momento, sin embargo, en el contexto de la artista en esa época, era una caramelo envenenado. No hubo ser humano con un poco de oído que no pensara que Focus, a pesar de su potente producción y la voz impecable de Ariana, buscaba descaradamente replicar el éxito de Problem. La misma estructura y casi la misma melodía que la canción con la que se dio a conocer mundialmente y que trajo consigo un disco que, para muchos, fue su consolidación como popstar de primer nivel.
Focus fue un Problem 2.0 rebuscado, y no lo digo yo. La revista Time la metió en su lista negra de 2015. Billboard tampoco fue muy compasivo y definió la canción como una réplica de Problem, asegurando que funcionaba mucho peor. Otros muchos repitieron la cantinela de que Ariana Grande no se había atrevido a salir de su zona de confort en el que seguramente fuera un comeback crucial para su futuro profesional. Lo que pasó después fue una decisión inteligente. Quizás una de las más inteligentes vistas dentro de la realeza pop. Focus desapareció del mapa. No literalmente, sigue disponible en Spotify, pero cambió radicalmente la estrategia a seguir. Se cargó lo que en un principio iba a ser Moonlight – título de trabajo para ese tercer disco – y se convirtió en una Dangerous Woman, orquestando un trabajo más maduro y dotado de personalidad donde Focus no existía. Fue un chao y si te he visto no me acuerdo – sólo está incluida como bonus track en la edición deluxe que se lanzó en Japón –.
Ariana Grande fue lista, saboreó el caramelo de Focus y lo escupió antes de que amargara. Se dio cuenta de que ese no era el camino. Cuando buscas el éxito basándote en lo que funcionó y no arriesgas, tu carrera no evoluciona, te estacas y corres el riesgo de quedarte en un simple escaparate de hits que van y vienen. Dangerous Woman, la nueva y verdadera versión de Dangerous Woman, fue un volantazo necesario que la puso en el camino correcto. Puso el foco en su yo artista y fue honesta consigo misma. “Dangerous Woman representa con mayor precisión dónde estoy ahora. Es empoderamiento y fuerza. Antes tenía miedo de ser yo misma y tomar decisiones y hablar sobre cosas que me apasionan”, dijo en una entrevista en On Air With Ryan Seacrest.
Obviamente, la estrella de Ariana Grande no se hubiera apagado si hubiera decidido incluir Focus en Dangerous Woman. Sin embargo, descartar esa canción con millones y millones de streams – y otras que formaban parte del proyecto original – sí que le dio cierta credibilidad y no hay nada como una popstar con credibilidad. Todo lo que vino después, todo lo que hizo a partir de ese momento, fueron decisiones correctas que la han permitido ser, casi diez años después, la chica del pop más grande de su generación e historia en un firmamento en el que hay muy pocas como ella. La estrella casi perfecta en una industria cada vez más imperfecta.
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y autor de ‘Si me dijeras que sí’ y ‘La noche que perdí a la Chica del Pop’. Odio...