Especial
Ahora las mujeres facturan, pero no todas: ¿dónde están las productoras?
Varios estudios demuestran que están “subrepresentadas, sobrecargadas y mal pagadas”
En los últimos años la figura del productor musical ha ido alcanzando una mayor visibilidad que hace años solo tenían los cantantes. Desde el boom de David Guetta hasta la fiebre de la música electrónica y el dubstep con Skrillex, la vital tarea de la composición musical se ha ido colando en el mainstream, creando sus propios iconos.
Así lo estamos viviendo también la Generación Z con Bizarrap, el productor argentino que sin duda ha conquistado la cima de la industria en la era de las redes sociales y el streaming. El claro ejemplo de que un productor ya no solo produce; también brinda una ventana a un concepto en sí mismo, una identidad. Una marca propia.
Sin embargo, esta centralidad tan positiva no se ha aplicado a mujeres productoras. De hecho, si te preguntamos directamente, ¿sabrías mencionar a una o dos de ellas? No te culpamos; las figuras femeninas que se dedican a la producción musical en la industria -o las que al menos tienen una representación efectiva- son un porcentaje muy reducido: solo el 2,8 % de partícipes en las 800 canciones más relevantes de la última década lo son. Así lo demuestra un estudio de la Inclusion Initiative de la Universidad del Sur de California, llevado a cabo entre 2012 y 2022.
De hecho, poniendo un poco más la lupa en los mismos parámetros, vemos que por cada mujer productora tenemos más de 34 hombres productores. El citado estudio calculaba que la industria este rol está compuesto por un 97,2% de hombres. De los 232 presentes en la prestigiosa Billboard Hot 100 Year-End Chart, solo el 3,4% son mujeres. Aquí, solo encontramos tres intérpretes racializadas: Beyoncé Knowles (“Break My Soul”), Willow Smith (“Meet Me At Our Spot”) y Mariah Carey (“All I Want for Christmas is You”). El ratio de hombres productores frente al de mujeres productoras de 2014 a 2022 es de 131 productores por cada productora.
Una problemática a nivel sistémico que ya señalaba a la prestigiosa revista la productora y compositora ganadora de premios Grammy y Latin Grammy Claudia Brant. Porque el hecho de que no haya mujeres también afecta a otras cuestiones, como su representación cultural. “Hay una desconexión cuando se trata de sellos que contratan a mujeres productoras u organizan campamentos de composición para mujeres. Siempre es una mezcla En la mayoría de los casos son 10 hombres y una mujer. Esto también afecta el lenguaje que se usa en una canción, por lo que las mujeres siguen siendo objetos”, declara.
Solo el 2,8 % de partícipes en las 800 canciones más relevantes de la última década son mujeres.
Si nos vamos al ámbito de la composición musical (songwriting), esto tampoco mejora. De 2012 a 2022, un total de 5.247 compositores recibieron créditos por las canciones presentes en la Billboard Hot 100 Year-End Chart. Al finalizar el periodo, el 85,7% de ellos eran hombres y el 14% mujeres. Estas tendían a aparecer más en canciones pop (19,5%), y en dance/electrónica (19,5%) que en otros géneros como el hip-hop, el rap (6,7%) o el country (9,7%). En 2022, el 58% de canciones en el ranking no contaba con ninguna compositora en sus créditos, igual que el 57% de las canciones presentes en los últimos 11 años.
En 2023 el panorama no mejoró demasiado: ninguna mujer fue nominada a productor del año ni en los Grammys (de hecho las nominaciones a artistas femeninas en esta edición en categorías principales no llegaban al 16%) ni en los Latin Grammys. Tampoco en la edición de los premios estadounidenses en 2024, que se celebrará el próximo 4 de febrero. Solo Linda Perry fue nominada en 2019, siendo la primera mujer productora en serlo desde 2004.
¿Pero dónde están las mujeres?
Viendo estos datos quizá te preguntes, igual que nosotras, dónde están las mujeres productoras en la industria. O qué factores o causas intervienen en que haya menos representación en este tipo de roles técnicos. Bueno, según los datos, la problemática afecta a las figuras femeninas en general.
El estudio ‘Women In The Mix’, publicado por la Academia de Grabación - sí, la que organiza los Grammys-, la Universidad Arizona y el Berklee College (BerkleeICE) revisa cuál es la situación real de las mujeres en la industria. Y la conclusión es la siguiente: están “subrepresentadas, sobrecargadas de trabajo y mal pagadas".
El informe, publicado en 2019, indicaba que estas representan solo el 21,6 % de los artistas (intérpretes), el 12,6 % de los roles de composición y el 2,6% de los de producción musical. De las 1.600 entrevistas, el 57% estaban pluriempleadas; o sea, cuentan con dos o más trabajos. El 24% trabajaba superando la jornada laboral permitida en España, con un volumen entre 40 y 50 horas semanales, mientras que el 28% trabaja más de 50.
Respecto a las mujeres racializadas, el 84% de ellas dice haber enfrentado discriminación en su trabajo y el 77% certifica haber sido tratada de manera diferente en la industria. Además, también indican tener un mayor nivel de incomodidad en su ámbito laboral y recibir menos apoyo.
Respecto a las mujeres racializadas, el 84% de ellas dice haber enfrentado discriminación en su trabajo.
Mujeres productoras: sí, las hay
Cuando Rosalía recogió su premio a Productora del Año en la ceremonia Billboard Women In Music en 2023, dejó claro que la producción musical era una labor no siempre reconocida, pero sí de gran importancia. “Cuando comencé en la música no tenía idea de lo que era producir. Aprendí con el tiempo, y ahora no puedo imaginar otra forma de hacer mi música que no sea produciéndola. El trabajo de un productor es un trabajo en las sombras, no es muy divertido”, indicaba. "Quiero dedicar este premio a todas las mujeres que van a ser productoras, porque sin duda no fui la primera y no seré la última”, concluía.
Y es que existen numerosas profesionales rompiendo con estas limitaciones en la industria de la música que, como hemos visto, tienen un determinante sesgo de género. Desde las legendarias Björk y Missy Elliot, a las también galardonadas al Grammy Emily Lazar, Trina Shoemaker o Ann Mincielli, a la rompedora productora escocesa SOPHIE, la inglesa Kate Bush, o la canadiense WondaGurl. En la música urbana y de habla hispana, cuesta algo más ver nombres en los medios y las plataformas musicales, pero por supuesto los hay: desde la propia Rosalía a la productora ecuatoriana Kuinvi, quien ha trabajado con artistas como Becky G o Sebastián Yatra y Aitana, pasando por la argentina Tayhana, quien contribuyó a componer “CUUUUuuuuuute”, uno de los himnos de la Motomami.
En 2021, la Academia de la Grabación, como uno de los agentes buscando soluciones a esta problemática, donó un total de 25.000 dólares a cinco organizaciones benéficas que apoyan el crecimiento de mujeres y niñas en la producción y la ingeniería musical. También proponía dirigir hasta 50.000 dólares más a entidades como Beats By Girlz, Femme It Forward, Girls Make Beats, She Is The Music y Women's Audio Mission. Sin embargo, los factores que entran en juego en esta asimetría parecen partir de un plano más estructural, una discriminación y falta de representatividad también presente en la cultura que se traslada a la música y su consumo. En este sentido, medios como Billboard también han analizado las brechas en la clasificación de canciones de hombres y mujeres en listas musicales de relevancia y los streams por género..
Desde LOS40 seguiremos apoyando a nuestras mujeres productoras, visibilizando problemáticas como estas y arrojando luz sobre la trayectoria de nuevos talentos que continúen rompiendo barreras en la escena musical.
Ana Rojas
Redactora y CM de LOS40 USA. En LOS40 escribo sobre pop culture, artistas urbanos, música latina y mucho...