La única vez en la historia que el premio Grammy a 'Best New Artist' quedó desierto

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La resaca que dejan los Premios Grammy siempre necesita de algo más que un simple ibuprofeno para hacernos volver a la normalidad. Los galardones más importantes de la industria destacan a los grandes triunfadores de la temporada, así como reconocen su trabajo y su arte durante el último año. Las tres categorías principales —Grabación del Año, Álbum del año y Canción del Año— suelen ocupar los titulares y las primeras planas de los medios de comunicación al día siguiente y hay una que es llamada a ser la premonición pro excelencia sobre futuras promesas y carreras musicales: el gramófono dorado a Best New Artist (o mejor artista novel o revelación).

Desde que entramos en el nuevo milenio (los 2000), los nombres propios que dicha categoría ha anunciado como figuras a marcar el devenir de la música han sido Christina Aguilera, Maroon 5, John Legend, Adele, Bon Iver, Sam Smith, Meghan Trainor, Dua Lipa, Billie Eilish, Megan Thee Stallion u Olivia Rodrigo, entre otros. La última ha sido Victoria Monét, que gracias a su disco Jaguar II, considerado como su primer disco de larga duración (LP), promete volver a poner al R&B en el lugar que merece, al mismo nivel de géneros como el pop o el rock.

En sus 66 años de historia, llama la atención que el Premio Grammy a Best New Artist ha quedado desierto en una sola ocasión. La categoría se introdujo en su segunda edición, pero fue en 1967 —durante su novena edición— cuando la estatuilla no encontró un sucesor a Tom Jones (proclamado mejor artista revelación un año antes).

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Y no sería por formaciones y cantantes nominados. The Association, The Mamas & the Papas, The Monkees, The New Vaudeville Band, Lou Rawls y The Sandpipers fueron propuestos para la categoría, pero finalmente el puesto quedó vacante hasta 1968, cuando Bobbie Gentry se hizo con el gramófono dorado en esta distinción especial.

A día de hoy, la razón por la que no hubo un ganador se desconoce. La Academia Nacional de las Artes y las Ciencias de la Grabación estadounidense nunca reveló los motivos. Centrándonos en las bases legales y el proceso de inscripción a Best New Artist, las pautas que se debe seguir son que "los artistas elegibles deben haber logrado una progresión notable en la conciencia pública e impactado en el panorama musical durante el período de elegibilidad del año. Esto habla de la esencia sobre por qué Mejor Artista Nuevo es una de las categorías más esperadas del año, en honor a apasionantes nuevos talentos en el mundo de la música. Pero a veces las estrellas en ascenso tardan un poco en llegar a este punto, por lo que los límites numéricos también ayudan a definir los criterios para ser 'nuevos' en esta categoría".

Por tanto, aunque se han modificado ciertos requisitos a lo largo de los años, si tomamos el periodo de elegibilidad de un proyecto de este año —del 1 de octubre de 2022 al 15 de septiembre de 2023— y lo extrapolamos a 1966, The Association podría haberse coronado como Artista Novel. La banda publicó su álbum debut And Then... Along Comes the Association en julio de 1966. Si, en términos hipotéticos, la inscripción contemplaba trabajos discográficos desde octubre de 1965 hasta septiembre de 1966, la banda formada en aquel entonces por Terry Kirkman, Russ Giguere, Jim Yester, Jules Alexander, Brian Cole y Ted Bluechel Jr podría haber cosechado tal éxito. Un éxito que se habría agrandado tras lograr ser #1 en la lista Billboard Hot 100 y Billboard Top 40 con el tema Cherish.

Lo mismo podría haber pasado con The Mamas & The Papas, cuyo primer disco If You Can Believe Your Eyes and Ears vio la luz en febrero de 1966, un disco que contenía hits como Monday Monday (que consiguió coronar la lista Billboard Hot 100) y la versión popularizada de California Dreaming.