Objetivo: dar la vuelta al mundo sin combustibles fósiles. Así es el avión del futuro

La mirada está puesta en 2028. Será ese año cuando el psiquiatra, piloto e inventor suizo Bertrand Piccard, ayudado por el ingeniero Raphaël Dinelli, intente llevar a cabo una hazaña que, para muchos, marcará un antes y un después en la lucha contra el cambio climático: dar la vuelta al mundo sin escalas a bordo de un avión impulsado por hidrógeno verde. El nombre del proyecto lo dice todo: Climate Impulse.

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Piccard proviene de una estirpe singular. Es nieto del inventor del batiscafo y otros vehículos subacuáticos, Auguste Piccard, e hijo Jacques Piccard, explorador, ingeniero y oceanógrafo. Y no es precisamente un recién llegado en esto de hacer historia. En 1999 dio la primera vuelta al mundo sin escalas en un globo aerostático, lo que le llevó a ocupar los telediarios de medio mundo. Entre 2015 y 2016 también dio la vuelta al mundocon el Solar Impulse 2, un aeroplano impulsado por energía solar con el que viajó durante un año y medio haciendo 16 escalas. Ahora ha ido un paso más allá, y ha presentado un proyecto que afecta directamente a uno de los sectores más contaminantes del planeta: el transporte aéreo de pasajeros.

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“Estoy harto de ver a gente que cree que no hay futuro, por eso quiero traer un nuevo proyecto que pueda devolver la esperanza, motivar la acción de todos contra los desafíos medioambientales y demostrar que la acción climática es una aventura fantástica, siempre y cuando utilicemos las soluciones técnicas que ya existen“, ha declarado Piccard durante la presentación de la aeronave.

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Quiero traer un nuevo proyecto que pueda devolver la esperanza

“Desde hace mucho tiempo se necesitaba un nuevo buque insignia para la acción climática”, añadió Piccard. A diferencia del avión solar, el objetivo es que este nuevo invento sea capaz de recorrer el globo terráqueo sin parar, haciendo uso del llamado hidrógeno verde.

Un combustible con pros y contras

En los últimos años, el hidrógeno verde ha estado en boca de todos. Para algunos es el futuro en lo que respecta a dejar atrás los combustibles fósiles. El hidrógeno es un elemento presente en la naturaleza, y es posible obtenerlo haciendo uso de energías renovables. En concreto, se utiliza la electricidad para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua.

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Pero hay quien considera que plantea importantes retos. De entrada, muchos grupos ecologistas y buena parte de la comunidad científica considera que el hidrógeno no puede ser una alternativa al petróleo porque tiene un alto coste de producción y de distribución.

Hace justo un año, el proyecto H2Med llenó los titulares de los medios españoles. Toda una serie de conductos destinados a unir la península con Europa para transportar dos millones de toneladas de hidrógeno verde al año. En aquel momento, los grupos ecologistas ya pusieron encima de la mesa sus dudas, especialmente por lo que consideraron la “inmadurez” de esta tecnología. Si en 2028 Bertrand Piccard consigue su hazaña, el paso hacia esa madurez será más que considerable.